El Club De Las Mujeres Muertas

En un día como éste se siente más que nunca la presencia ausente de las mujeres muertas por la violencia de género, - sólo doméstica para el pp- liquidadas por querer tanto y ser  tan comprensivas con los perros del garaje disfrazados de marido todopoderoso, abusador, sádico y cruel en la intimidad, pero correcto, amable y hasta caballeroso en público. Falso e hipócrita. Que en el trabajo y en el bar es sumiso y complaciente, dicharachero y simpático, porque usa la intimidad doméstica como terapia de desahogo, tratando a patadas a la pareja y a los hijos,cuando los hay y si se le cruzan los cables, hasta matando a los niños y niñas para destrozar a la madre que se le ha escapado o ha tenido la ocurrencia de pedir el divorcio y salir zumbando para salvar la vida y la de las criaturas, pero, menos mal que  la "justicia" siempre infalible en sus leyes fabulosas en el siglo XIV, concede al patriarcado la custodia de unos hijos que no se merecen semejante padre, y ahí llega la venganza, servida en frío, en cálculo y en asesinato.

Espeluzna pensar cuántas víctimas de género fueron liquidadas en silencio durante años y años, siglos...por el patriarcado omnipotente, creador de leyes y normas espantosas a su conveniencia. La memoria de ese dolor nos debe conducir en este siglo XXI a una nueva conciencia de liberación social, en la que las mujeres sean la luz pedagógica y el ejemplo ético sanador para el rescate de la otra mitad del mundo: los hombres. Nosotras, madres, abuelas, maestras y médicas, tenemos que liberarnos liberando a las nuevas generaciones y dando pistas prácticas a las no tan nuevas. La mejor pista no es teórica, sino práctica; no nos educa lo que nos cuentan o nos dicen, nos educa lo que vemos hacer como cosa normal o como algo rechazable en nuestro entorno.

No nos quedemos en la mera emoción y pasemos a la acción, a vivir lo que consideramos más humano,limpio, transparente y eficaz, una forma de vida y relaciones que debe ser mucho más justa, bella, igualitaria  e inteligente que lo que hemos soportado y soportamos aún.

Al parecer lo que antes era solo 'la derecha', ahora, tras quitarse la máscara del paripé, es además el machismo patriarcal a la desesperada en su salsa. Eso es que los verdugos tienen miedo, y en ellos el miedo se convierte en violencia. Hay que educarles antes de que sea tarde y ahí solo las mujeres tienen esa fuerza inteligente de comprender y poner en marcha, sin guerra ni muertos, la sororidad, la fratría,  no solo entre nosotras, sino también con la vida y el mundo que nos toca vivir y ayudar a engendrar de nuevo. Sólo nosotras sabemos lo que es llevar dentro la vida, no solo física, y reconocerla, amarla y orientarla, sin destruirla por el camino hacia ninguna parte. 

Hagamos todo lo más inteligente y creativo, que ellos, los más bestias y peligrosos, jamás harán ni pueden hacer solos y mal aconsejados por la prepotencia chulesca de sobraos que les caracteriza cuando no han evolucionado como seres y solo son manada reactiva de instintos primarios sin siquiera reconocerlos como tales, arrastrados por el principio mecánico de acción-reacción: oferta y demanda, vencedores y vencidos, poderosos ricos y desgraciados sin recursos, que si pillan poder y dinero repiten lo mismo que tanto odiaban y en el fondo envidiaban. No son seres sino máquinas orgánicas. Nada más. Hay que salir de esa cloaca y de sus tinieblas apestosas. No hay que caer en la tentación enamoradiza de "salvarles" porque si ellos no aprenden a salvarse de la propia quema acaban por quemarlo todo en todos los niveles. Ya lo estamos viendo.

Tampoco podemos ni debemos meter en el mismo saco a todos los hombres. Los hay que son ejemplares, sabios, buenos, sanos y magníficos. Que no nos ciegue el humo de la rabia, la venganza, el odio y el ojo por ojo. Y desde luego, aprendamos a distinguir en las relaciones de pareja lo que construye, ayuda, y nos hace felices de lo que seduce, conquista y anula, porque de ahí al mal trato, a los celos, a la posesión, al "te necesito", "al no puedo vivir sin ti", a la humillación, al engaño y al crimen hay muy poca distancia. Son etapas del mismo camino al infierno vital. Y ya hemos experimentado demasiado dolor histórico y tantas veces, personal. Basta, hermanas. Cortemos las cuerdas, rompamos cadenas y recuperemos el ser que durante los siglos ha sido el rehén de un patriarcado que hasta se ha creído que era dios tres en uno, padre, hijo y espíritu...que solo usó a la mujer porque no tenía más remedio para nacer en la materia. Es el colmo de la aberración, añadir que ese invento -fatalmente interpretado en la explicación de los evangelios- además es justo, omnipotente, celoso y vengativo con "los malos". E incluso permite  asesinar a su propio hijo para poder perdonar y salvar al género humano...y encima somos a su imagen y semejanza para acabarlo de arreglar, a ver cómo se entiende que si es omnisciente y todopoderoso su imagen y semejanza le haya salido al revés de lo que él parece haber explicado a sus traductores. En fin, que no es nada extraño que imitando a semejante modelo, el mundo esté patas arriba, gracias sobre todo a los más devotos y cumplidores de sus mandatos.

Quienes de verdad han tenido y tienen experiencias espirituales que cambian la vida y regeneran al ser humano, saben de sobra que dios no es eso que nos han contado ni de coña. Que es Amor sin límites y que no necesita esconderse bajo ninguna tapadera de "misterio", que es luz y claridad, bondad y transpareencia sin límites y que por eso precisamente está más próximo a la inocencia de los niños, que al retruécono de los teólogos, que no es patriarcado ni matriarcado, que es hombre y es mujer, porque además es andrógino y que cuanto mayor es su divinidad más humanidad manifiesta...menos poder necesita y más servicio y apoyo comunitario ejerce, y que no sólo perdona errores, es que los comprende porque no es una persona sino una energía, un puzle experiencial, que lo mismo se experimenta en los seres conscientes que en la naturaleza y el cosmos. Es TODO. Somos TODO. Errores incluidos. Por eso hay misericordia y empatía hasta en los electrones y células, en los neutrinos, partículas y moléculas,  y en la vida cuando nuestro Ser va avanzando en su escala evolutiva mediante la conciencia que vamos adquiriendo en el tiempo a través  de la experiencia vital. Por eso, cuando se pierde o aun no se ha desarrollado la conciencia que nos permite comprender a ese nivel, se necesitan leyes, códigos, normas, religiones e ideologías, que cuando se despierta por dentro dejan de ser necesarias...y son sustituidas por estados de lucidez espiritual y psíquica que nos hacen descubrir personalmente el Ágape como estado social y cognitivo. La comunidad que se nutre compartiendo lo que va creando en común. Es el mensaje del Apocalipsis. Nada que ver con los terrores de las metáforas interpretadas al pie de la letra.

Es la hora de descubrir el infinito en el tiempo y en le espacio. Y eso es una muy buena noticia que no podemos traspapelar con tanto rifirrafe natural en estos niveles evolutivos tan precarios...
¡Ánimo hermanas, que ya queda menos que cuando empezamos!