"Nuestras reivindicaciones han sido
escuchadas", ha señalado Beatriz Garrote, expresidenta de la Asociación
de Víctimas del Metro 3 de Julio, al introducir el acto. "Por eso
venimos esta vez con el alma mucho más tranquila y menos mortificada".
La concentración por el décimo aniversario del descarrilamiento en 2006
de un tren de la línea 1 del metro de Valencia se ha celebrado este
domingo en los jardines que hay sobre la curva donde ocurrió el suceso y
ha sido tan emotiva y sencilla como todas las que han conmemorado a las
víctimas incansablemente durante estos diez años. Pero en esa emoción,
como ha destacado la portavoz, se han mezclado la alegría y el dolor con
el regusto de la despedida.
"Dejamos hace un año la
plaza", ha recordado Rosa Garrote, actual presidenta de la asociación,
para vigilar que se cumplieran los compromisos de los nuevos gobernantes
de la Generalitat. "La dejamos por un final digno. Y creo que así ha
sido", ha añadido.
La "causa de la mejora de la seguridad para que un
accidente así no vuelva a suceder" ha recibido respuesta, según Garrote,
con el borrador de la futura ley de seguridad ferroviaria que prepara
el Consell. Su exigencia de que se investigase de verdad lo ocurrido, ha
explicado, se ha cumplido con el dictamen apoyado por el PSPV-PSOE,
Compromís, Podemos y Ciudadanos en las comisión de las Corts
Valencianes, que establece que "el accidente se podía haber evitado
porque se produjo por una mala planificación de seguridad en la empresa
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana".
Ese mismo
dictamen apunta a diversos responsables en relación con la prevención
del accidente, la gestión tras el mismo y su manipulación política e
informativa por parte del PP. La presidenta de la asociación de víctimas
ha repasado uno a uno a esos reponsables que la comisión de
investigación creada por el PP en 2006 obvió rápidamente. Desde la
exgerente de FGV, Marisa Gracia, al entonces presidente de la
Generalitat, Francisco Camps. Garrote ha exclamado, en referencia al
lema "43 muertos+47 heridos=0 responsabless" que su lucha ha hecho
famoso: "Sí que hay respuestas. Ahora la suma ya no es cero, ya podemos
decir que hay 13 responsables".
Solo el frente judicial queda abierto entre los
objetivos que las víctimas se plantearon en su protesta, canalizada en
concentraciones todos los días 3 de cada mes para recordar el accidente.
La presidenta ha agradecido que la juez del caso haya imputado a la
dirección de FGV en el momento del accidente, aunque sea preventivamente
para evitar que, en caso de detectarse algún delito, no puedan ser
acusados, porque precisamente este día 3 prescriben las eventuales
responsabilidades.
Durante la concentración, el
presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica
Oltra, se han mezclado, junto a cargos y dirigentes de todos los
partidos excepto el PP, con los asistentes. Se ha hecho un homenaje
floral a las víctimas, se han guardado cinco minutos de silencio en su
recuerdo y lanzado al aire globos negros y amarillos, los colores de la
asociación, mientras varias muixerangues levantaban torres humanas de homenaje.
"Gracias por facilitarnos poder pasar página", ha dicho Rosa Garrote a
los ciudadanos anónimos y a los partidos que han apoyado una
reivindicación que, según han anunciado, aparte de la inauguración en
noviembre de la pieza artística que conmemorará a las víctimas en ese
mismo lugar, probablemente no volverá a hacerse desde un micrófono en la
plaza pública.
"Luchar por lo que quieres siempre
vale la pena", ha proclamado a manera de conclusión Rosa Garrote. A esas
horas, pasados algunos minutos de las 13.00, momento en el que hace 10
años se producía en el túnel uno de los peores accidentes de la historia
del metro en el mundo, la parada donde ocurrió había recuperado su
nombre de "estación de Jesús" para que no se olvide a las víctimas ni a
quienes han luchado por ellas.
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