"Este miércoles, el cantante Francisco incendió las redes sociales tras liarla en Facebook. El cantante contestó e insultó a Mónica Oltra, vicepresidente de la Comunidad de Valencia por Compromís, a través de su cuenta después de que ella opinase sobre las personas que habían votado al PP en el 26J. Ésta publicó que no comprendía "por qué los ciudadanos votan a presuntos delincuentes".
Al leer esto, el valenciano no dudó en criticarla e insultarla. "Catalanista, alemana, descerebrada, inculta, mal nacida, incómoda de ver, antiespañola, antivalenciana, anticonstitucional… y te atreves a criticar la decisión de un país, España. ¿Tú eres demócrata? Tú eres escoria. Esto que le pasa, "señora", es el bajón de la medicación que se fuma y mete, le recomiendo pollardón y pichicilina. Eso sí, si hay un valiente que tenga estómago", se desahogó el cantante, y calificó a los seguidores de la vicepresidenta como "fumetas, golfos, okupas, drogatas, imbéciles, ignorantes". La animadversión del intérprete de Latino contra Oltra ya era conocida, ya que esta no es la primera vez que arremete contra la vicepresidenta por Facebook. "Me encanta su estilismo, qué figura más espléndida tiene la señora, única e inimitable. Con sus gafitas, sus botitas, su vocecita y sus manitas. Es para comérsela… los leones del Bio Park", dijo hace unos meses." (Libertad digital)
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Paralizada la venta de entradas para un concierto de Francisco en Gijón tras sus insultos a Mónica Oltra
En un país educado y con valores éticos, aunque Mónica Oltra perdonase a su agresor mediático, el público no volvería a pisar un concierto del agresor. Le daría asco respirar en el mismo recinto y además pagar por ello. Pero estamos en España y es posible que el morbo lumpen del Carusso valenciano, hasta aumente la recaudación de la taquilla, como tras las corrupciones incontables e inenarrables del pp, sus votos han aumentado en las urnas. En efecto, Spain is different. Y podemos esperarnos cualquier cosa, pero nunca mejorando lo presente.
eldiario.es
Como consecuencia, el tal Francisco ha comprendido los resultados demoledores de sus modales ideológicos y ahora, viendo que se le arruina el tour estival si no recula, arrepentido y contrito
Como consecuencia, el tal Francisco ha comprendido los resultados demoledores de sus modales ideológicos y ahora, viendo que se le arruina el tour estival si no recula, arrepentido y contrito
Francisco pide perdón a Mónica Oltra tras la cancelación de su concierto en Gijón
20minutos.es - hace 33 minutos.
Hay episodios y vergüenzas ajenas que sería mejor no comentar y transcribirlas tal cual se definen por sí solas; ningún comentario por acertado que sea, ningún argumento en contra es más explícito y autocondenatorio que el episodio en sí. Dar razones y luces donde solo hay gónadas desatadas y neuronas bajo mínimos, es un despilfarro inútil. "Como darle a un burro un mantecao", decían en el manchego Valle de Alcudia allá por los años 50, cuando yo era chica y aquellas analogías aplastantes explicaban el mundo circundante mucho mejor que la catequesis del cura sobón y manos largas. Ahí queda la cagada de la vaca, el rebuzno del asno, el mugido del becerro, la embestida del macho cabrío, que son nobles animales, pero cuyos recursos sociales y de relación aplicados a los seres humanos, por inadecuados, resultan, en este patético caso, mucho más grotescos, degradantes y demoledores para el protagonista que para su víctima, un protagonista raro y fuera de lugar, una especie de centauro residual y analfabeto en humanidad, que para más inri, va disfrazado de hombre y hasta da conciertos y todo. Qué nivelón tenemos. Ains!
Si se condena y se multa por malos tratos animales a quien abandona a su perro para irse de vacaciones, ¿qué habría que hacer con "esto"? Lo de no permitirle dar un concierto, en realidad, es un premio, comparado con la retribución que se ha ganado a pulso con los méritos indiscutibles y ejemplares de su talento para la convivencia cívica. Cantando como gallo de corral estaría mucho más en su salsa que profanando escenarios y sableando al público al cobrar como artista por exhibir el talento de un papagallo gritón y hortera. Cada mochuelo a su olivo y cada gallo a su mundo gallinil. Pitas, pitas, pitas...kikirikí! Ya veremos cómo le sienta a tu público femenino que te compra las entradas, ese lenguaje que te gastas con el mujerío, esa vergonzosa jerga soez con que te expresas cuando, como la zorra de la fábula de Esopo (que era un escritor griego, no el sobrino con pocas luces del Tío Pep) encuentras que el racimo está demasiado alto para tus posibilidades cognitivas y racionales.
Hale, bonico, que tinguis sort, y ya si eso por San Antón amb les seues bestioles, et veurem per València buscant la benedicció del ramat. Dèu n'hi do quina cosa meś cutre, Francisco,-es suposa que dir.te Françesc et semblará porc catalanisme , no?- Ay, la mare que va... ¿Qué habremos hecho para merecer esto? Chi lo sa!
Y no sé por qué, sin querer y de repente, me ha venido a la memoria aquella entrañable e inocente fábula rimada de Iriarte, que, en mi ya remotísima infancia, leíamos en la escuela pública: El burro flautista; un 'genio' imprevisible de la casualidad.
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pastaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!».
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
Tomás de IriarteY no sé por qué, sin querer y de repente, me ha venido a la memoria aquella entrañable e inocente fábula rimada de Iriarte, que, en mi ya remotísima infancia, leíamos en la escuela pública: El burro flautista; un 'genio' imprevisible de la casualidad.
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pastaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!».
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
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