Jalal-al-Din-Rumi

Cuando la rosa se haya ido y el jardín esté marchito,

no podrás escuchar más la canción del ruiseñor.

El Amado lo es todo; el amante apenas un velo.

El Amado está viviendo; el amante es una cosa muerta.

Ama las voluntades de lo que traen estas palabras. 



                      

Y luego deja que el silencio hable por ti.

No juzgues y el Amor será todo

como la luz en la mañana.

En el fuego del Amor

se quema todo aquello que te separa de él.

Desde ese instante infinito

comprobarás

que todo lo que no es Amor no existe.

Está muerto aunque no lo parezca.

El Amor jamás causa dolor ni daño alguno,

al contrario, es la medicina universal,

en él todo es sentido verdadero.

Si sufres, haces sufrir 
o eres capaz de matar 
y de hacer daño "por amor"

estás viviendo en una ilusión demencial

no en el Amor. 

Si el deseo de controlar a tus semejantes

te empuja a seducirles,

a dominarles, a privarles de su dignidad,

de su libertad y de su voluntad,

no es Amor lo que crees sentir

sino la tiranía de tu propio ego

escondida bajo el disfraz  del auto-engaño, 

si deseas ser Amor, empieza por ser verdad.

Sólo entonces no volverás a sufrir jamás

pase lo que pase en tu vida;

la felicidad y el gozo del Amor

que todo lo ilumina y lo perfuma

serán tu presente constante.

Y eso es lo que llaman "dios"

aunque no haya palabra alguna

que lo pueda contener ni definir.