lunes, 4 de julio de 2016

Tranquilo, pp, el miedo era infundado



Iglesias anuncia el fin del “asalto” y el intento de convertir Podemos en una fuerza política “normalizada”

  • El secretario general de Podemos afirma que el "cambio de ciclo" tras el 26J supone entrar en un nuevo tiempo político más "ralentizado"
  • Eso implica, para Iglesias, "pasar de ser partisanos a ser un ejército regular"

Publicada 04/07/2016  (Infolibre)   


 
Jesús Maraña Retwitteó infoLibre
"Eso de que las cosas se cambian en la calle y no desde las instituciones era una idiotez...", dice

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante la charla. EFE
Podemos cambia de estrategia para afrontar el "cambio de ciclo" tras las elecciones del 26 de junio. Así lo anunció su secretario general, Pablo Iglesias, en una conferencia que ofreció en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), una charla en la que Iglesias planteó que el escenario político va a sufrir una "ralentización" y que Podemos se va a convertir en una fuerza "normalizada" en los próximos años, que van a centrarse en la actividad parlamentaria.

Iglesias compareció en un curso organizado por el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre, y acompañado por los también dirigentes del partido Íñigo Errejón e Irene Montero. El líder de Podemos quiso utilizar un tono más académico del habitual para realizar un análisis sobre el papel de Podemos en el futuro, y su hipótesis giró en torno al cierre del ciclo abierto en las elecciones europeas de 2014. A partir de ahora, según Iglesias, se impondrán unos tiempos más calmados, en los que el papel del Congreso retomará el protagonismo y que suponen, para Podemos, "el fin de la hipótesis del blitz, de la guerra de movimientos, del asalto".

"Ahora pasamos a una guerra de posiciones en la que el tiempo político se ha ralentizado", argumentó Iglesias, que señaló que "en esta fase opera una forma de entender la política mucho más convencional y con tiempos con mucho más lentos". Y eso, para el secretario general de Podemos, implica que su partido tiene que estabilizarse y hacerse ver como una fuerza política que no genere miedo a la hora de tocar poder: en sus palabras, "pasar de ser partisanos a ser un ejército regular".

"Y eso no es fácil, y nadie nos garantiza que nos vaya a ir bien", advirtió Iglesias, que admitió que le "acojona" el escenario que se plantea a partir de ahora. "Básicamente, hay dos alternativas: que después de cuatro años, o de dos o de tres, nos consolidemos y ganemos las elecciones; o bien que Unidos Podemos no funcione bien como ejército regular", sostuvo el líder del partido morado, que insistió en su tesis de que la mayor parte de los votantes que perdió Podemos entre 20D y el 26J eran abstencionistas habituales que se movilizaron en la primera cita y no en la segunda.

En este sentido, Iglesias planteó que uno de los grandes retos de su formación es conseguir que la mayor parte de esos abstencionistas vuelvan sin decepcionar a los sectores más movilizados. "Una vez agotada la hipótesis del asalto, ya no somos outsiders", expresó el líder de Podemos, que argumentó que parte de quienes votaron a Podemos el 20D y no el 26J lo hicieron porque el partido representaba algo diferente a las formaciones tradicionales, una novedad que ya no es capaz de ofrecer. "¿Ese millón de votos que se han quedado en casa serán capaces de votar a una fuerza que se va a convertir en una fuerza normalizada?", se preguntó. 
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Buff, qué alivio, ¿verdad? La normalidad ha regresado. Venite adoremus ad hegemoniam contritam et dimissam. Bienvenidos a la realidad del biparty, tovariches. Por fin el lobo que se teñía la pata con harina y se tomaba claras de huevo para afinar la voz imitando a mamá cabra, se ha decidido a mostrar la pata original y la voz de fumador empedernido. Y no era para tanto, ni tan lobo, ni tan feroz. No era nada de lo que él mismo por un tiempo, pensó que era. Fíjate, qué cosas.

Los partisanos desbordantes de hace una semana se nos han reciclado en establishment del de toda la vida la mar de pronto. Quién te ha visto y quién te oye, Podéis. El precariado juvenil ya ha conseguido su objetivo: una buena cosecha de escaños a su disposición y unos añitos de respiro a cargo de papá Estado, o sea, de nuestros impuestos. Una vez satisfecho el morbo de sentirse outsiders, y de hartarse de adrenalina, vamos al turrón de una vez por todas, que si no, esto se desmadra y joroba el plan. Se acabó lo que se daba, o sea, ni círculos, ni asambleas soberanas, de esas que deciden lo que se va a hacer y decir en el Congreso. Adiós portavocías y bienvenida la representación habitual, o sea la comedia, la escenografía y el telón que sube y baja según requiera el ritmo del argumentario teatral ad hoc.


El cuadro de actores y actrices, impecable, desde el prólogo al epílogo. Podemos c'est fini. Y ¡Viva Hubiésemos podido!, a lo peor. Es una decisión muy shenshata la vuestra. Muy tranquilizadora, sobre todo, para el Ibex35 y sus mesnadas. Para la UE y para el canguelo anti Españexit, una más que improbable hipótesis; no ha nacido aún español alguno capaz de plantearse con inteligencia suficiente y dar semejantes pasos de autonomía sin que le dé un jamacuco de tripa descompuesta. Otra cosa es matar toros después de incendiarles los cuernos o  ir a cazar por deporte ciervos o jabalíes desprotegidos o hacer contrabando en mafias bien organizadas, esquilmar los fondos del Estado para convertirlos en fondos de inversión privada o vivir de la prostitución de esclavas sexuales  o matar a la compañera con la que no se entiende y a la que mata porque piensa que es suya y ella no quiere serlo, y no porque jamás la haya querido. El valor español es así. Se ensaña con lo doméstico y se desinfla con lo comunitario. Por eso España jamás será un problema ni para la UE ni para nadie. Solo para sí misma. Así lleva siglos y ahí estamos. Aterrizando en la herencia de la gozadera y la fiesta latina, mientras Latinoamérica y Europa se desmoronan por dentro y EEUU recoge las migas para aprovecharlas en la cesta de su TTIP y de sus guerras programadas y compartidas a través de sus plataformas como la OTAN, su FMI, el chantaje de  su rating y su Wall Street.

Como al mismo Pablo Iglesias, al españolito que vienes al mundo te guarde Dios, también le "acojona" hacerse responsable de su historia patética y atroz, de su futuro bailón y sobre todo de su presente en vilo. Sin saber a qué carta quedarse porque las barajas del tinglado político se han ido desbaratando y ya están irreconocibles. 
Yo no creo que Podemos haya cambiado ni cambie nada importante de verdad,para ello se necesita algo importante que cambiar; cuando solo hay  formas y se carece de fondo, solo se puede cambiar la postura en esa especie de kamasutra ideológico de quita y pon, nunca la esencia que no hay, que no está; seguro que esa joven  enredadera política sabía que tarde o temprano llegaría este momento de claudicar y de  reconocer que the game is over. Han probado a ver hasta donde resistía la cuerda la tensión inicial, si la peña mordía el anzuelo con ganas y fervor suficiente, hubieran seguido simulando con la máquina de guerra y el asalto a las murallas celestes, pero con la carta en la manga para sacar en el último momento el As de la adaptación a la realidad de siempre. Un biparty ecológico de acople a las circunstancias  'comodioshmanda'.

En Diciembre demostraron que les daba mucho más miedo la pluralidad y el acuerdo democrático con distintas fuerzas para conseguir el respiro de un tiempo nuevo de verdad, que una repetición electoral. Que les interesaba más rizar el rizo de sus tácticas y estrategias para arrasar y ser mayoría absoluta, tal vez, que acabar cuanto antes con el sufrimiento de millones de españoles machacados que habían confiado en la decencia que se predicaba desde el grupo selecto de politólogos.

En Diciembre ya hubiesen podido reconocer esto de hoy: dejemos las hegemonías alucinógenas en el archivo histórico del peronismo de izquierdas y vamos al grano ético en ideas y conductas y moral en política , que es lo que necesita la ciudadanía en este momento de asfixia social bajo la bota de Mariano y sus huestes corruptas. Pero se hizo todo lo contrario, alargar el sufrimiento para estirar al máximo las carambolas de su juego partidista. Arrancando malas hierbas ineficaces como Sergio Pascual o los anticapitalistas andaluces. Cada uno por su motivo.

Como consecuencia de tanta chichirivaina, ahora, tenemos un estado aún más precario que entonces , un pp con más votos que en diciembre, un Psoe y un C's hechos mixtos, junto a un Podemos responsable y a las confluencias bien dispuestas y sufridoras; hace cinco meses, de querer haberlo hecho, habrían conseguido un gobierno plural mayoritario capaz de levantar la ética, la economía limpia y el alma colectiva de una España que estaba y está, aun más ahora que entonces, para el arrastre. Y eso que tenían bien fresco el caso de Valencia, donde el tripartito es un éxito rotundo en el modo de gobernar. Pero para los frikis del poder no era suficiente, había que asaltar el poder en solitario, apurar el juego de tronos, todo lo más capitaneando mareas y grupos afines, a los que luego no se permite ser independientes en el Congreso, o sea, que se anulan como alternativa política y ciudadana para lo que fueron votados, en favor de la trituradora podemita. Y adiós pluralidad y viva el totalitarismo balsámico de  Fierabrás.

Empezamos a sospechar, que en el fondo, tras ese arrebato chulesco, medio suicida medio asesino de intenciones al voto, solo latía un vacío de sustancia política materializable. El vértigo que produce la falta de conocimiento directo  y práctico de la ciudadanía, que ellos llaman "gente" o "rueda de masas". Una saturación de eslóganes y palabras rimbombantes sin fundamento real aterrizado. Un casi místico y arrebatado "no saber" de qué va  la verdad de una calle que solo se usa como pasarela hacia unos asaltos celestiales  cada vez más estrambóticos y estrafalarios. La dura realidad les ha aterrizado de golpe. "Anda -se han dicho- pues no era esto; habrá que seguir probando teclas y pulsando cuerdas". Lo peliagudo es el que el piano ya no está disponible. Se tendrán que conformar con el teclado pequeño y el ukelele de segunda mano. Parte de la orquesta se ha pirado y ellos dicen que no saben por qué, pero que su socióloga parece que lo va entreviendo: eran todos unos antisistema que votaron en dos ocasiones a Podemos solo para divertirse, por casualidad y que ahora, se han cansado de votarles para quedarse en casa viendo la Champion y dándole a las birras. Un análisis profundísimo y sobre todo con una irrenunciable vocación autocrítica. Muy estimulante para recuperar nada menos que un millón doscientos mil votos perdidos de perdularios y mindundis que son considerados "gente" cuando votan a su favor y meras calcomanías desechables cuando deciden que nos les gusta seguir votando un partido que sin máquina de guerra se les queda en cenicilla de cigarro mal quemado. O en ilusión y seducción en rebajas de enero o de julio. 

A nuestros pasionales y arrebatados chicos morados y a sus análisis de laboratorio, no se les ha pasado por las neuronas la posibilidad de que los votos les han volado porque  los desertores han comprobado que bajo la capa de la cháchara mediática no hay programa de gobierno por ningún sitio que contemple soluciones a los problemas concretos, porque falta rodaje en la realidad y sobra especulación y griterío teórico. Y que a lo mejor gritan tanto y tan retóricamente porque no tienen ni idea de economía, ni de trabajo social ni de implicación personal en nada que sobrepase el aulario de las universidades; a lo mejor es que nunca les han visto formar parte activa de una plataforma anti-desahucios, ni interesarse por los problemas sindicales y los despidos a pie de obra, ni aparecer en manifestaciones ciudadanas que no sean de Podemos. A lo mejor han caído en la cuenta de que hasta algún acto de exaltación de Pablo Iglesias descuartizó dejó en el chasis en varias ocasiones actos reivindicativos contra los CIEs, la Ley Mordaza o contra los recortes a la dependencia, los malos tratos o la miseria de los barracones escolares. Y que hartos y hartas de esa suplantación y comida de tarro que cambia y manipula la realidad por la farándula pseudopolítica, hayan decidido pasar de ella por esta vez.

Según la demoscopia, que tan divinizada está en Podemos, la abstención esta vez supera con creces el 90%. Por primera vez en la historia contemporánea de nuestra democracia. No solo se han abstenido "los de siempre", sino que muchos votantes de siempre se han asqueado de que jueguen con su voto al escondite inglés unos mequetrefes insolidarios y cuentistas y retrasen medio año la gobernabilidad mientras el pp sigue saqueando las arcas del Estado para complacer a la UE. Narcisos y sin fuste no merecen tantos votantes, capaces de impedir entre todos el triunfo plural de la democracia y facilitando el retorno de Mordor a la tierra media, valorando sus estrategias más que su responsabilidad de estado y tomando el Congreso como el patio de una escuela para disminuidos mentales. 
A lo mejor la cosa va por ahí. Como dicen los catalanes, deberían hacérselo mirar y no echar balones fuera como si todo fuese cuestión de atrezzo  teatral y papeles mal representados. Pero también es verdad que hay peña que por más que mira no ve nada más que lo que se inventa y vende como realidad a los incautos. E incautos que no escarmientan y votan inútiles y bocazas en vez de botarlos.


De todos modos no estaría nada mal tomarse a la ciudadanía y su intención de voto más en serio y no solo como un rasgo teñido por los cambios de humor, más como un indicador de las cosas importantes que le puedan faltar a la propuesta política que se le presenta. Tiene mucha lógica y mucho riesgo cifrar la tendencia electoral fundamentalmente en seducir e ilusionar. Está claro que el pp ni el Psoe seducen ni ilusionan a nadie desde hace mucho tiempo, pero tienen programas comprobables en los que orientarse enun sentido o en otro. Y eso debería significar algo más que pillar ese dato con alfileres.


El eslabón que se rompió entre Podemos y la ciudadanía fue la confianza en un proyecto que depende de un grupo incapaz de trabajar en la calle. Y sí, Pablo Iglesias, es cierto que las cosas del Estado se cambian desde las instituciones, pero os ha faltado sensibilidad suficiente para ver el eslabón que las une con la calle, se llama participación lo más directa posible y no representación ni delegación eterna, se llama horizontalidad y democracia, se llama escucha más que sermones y preguntas más que dogmas lapidarios en píldoras lenistas ,gramscianas o laclausistas,  y saber que tampoco se cambia nada de verdad y con justicia si la calle está ausente de la institución; hay  que conseguir que la institución pierda el miedo y salga a la calle, para que la calle participe en la institución. Ejemplos super claros son Manuela Carmena,Joan Ribó,Ada Colau,Mónica Oltra o Ximo Puig. Normalidad absoluta entre  calle e institución. Un fluir de la misma esencia cívica sin dioses ni caudillos hegemónicos de masas alienadas.

Y ya veis, vosotros con tanto 'sí se puede' copiado a la PAH, qué poco jugo se os ha pegado del mensaje. 'Sí se puede' no significa que se desee que  Podemos gobierne, sino que es posible cambiar la injusticia por la justicia y que la indefensión de la ciudadanía desaparezca cuando ella entra en la institución sin pretender sillones ni cargos, solo para exigir con firmeza e inteligencia el trato, la escucha, los derechos y las libertades que le corresponden a su soberanía. Eso logró la PAH a base compromiso activo  en la calle hasta llegar a la institución. Luego, si ellos pudieron y pueden lograr parar desahucios, daciones en pago y alquileres sociales y Poddemos no ha hecho nada de ese tipo jamás, sino solo hablar, seguramente debería revisar de qué va y si lo que pretende Podemos coincide con lo que desea y busca la ciudadanía;  no consiste en darle recetas teóricas y ni en organizarle el tiempo con tertulias de La Tuerka o debates en los medios, total un método má de lavado de cerebro; otro de los fallos más graves de Podemos es la manía de "empoderar" masas sin comprender que el empoderamiento para el ser humano es cosa, lo primero, individual derivando a  colectiva, es como intentar pensar, comer, respirar o amar en lugar de otro. Por mucho que alguien se empeñe no es posible respirar, digerir ni pensar en lugar del otro para que el otro sienta que hace su proceso en el nuestro y no el suyo; eso solo depende de la conciencia despierta,de la voluntad y de la libertad asumida por cada individuo que forma el colectivo.
Pero, claro, ¿cómo comprenderlo si ya un secretario general de un Consejo Ciudadano, te asegura que la conciencia no existe y que es un invento burgués y que a la masa hay que adoctrinarla y dirigirla porque es un mogollón que no sabe por dónde le da el aire? A lo mejor resulta que la conciencia sí existe y que se manifiesta en la abstención cuando no comparte los métodos ni los objetivos, que no interesan nada más que al equipo fundador y a los fans del redil catequizado que no piensan, sino que simplemente, pastan y balan. O sea, gruñen y se indignan, pero eso mismo les  bloquea. Y por eso agradecen tantísimo, que los tribunos de la plebe vengan a digerir, a pensar, a respirar y a decidir por ellos. E incluso hay quien se priva de algo importante para dar dinero al partido y le enciende velas al poster de Pablo Iglesias. Hasta que un día, decepcionados, protestan y critican los comportamientos ninguneantes de los tribunos que no tienen en cuenta para nada a sus seguidores, y les dices que por qué no plantan cara y lo comentan  en su partido y desobedecen si no están de acuerdo, y entonces, con un conmovedor tono de derrota previa, te espetan que ellos solo son las abejas obreras del panal, que trabajan para alimentar a la abeja reina que es Podemos. Y entonces tú les dices, que parecen una secta, que por qué si son republicanos alimentan a una abeja reina y a sus zánganos y  entonces con una inocencia conmovedora que raya en la estupidez, te responden que es que la reina y los zánganos son los que saben lo que hay que hacer. Y te  quedas alucinando  al comprobar el retroceso de la autonomía ciudadana ante la invasión de ideologías programadas para vaciar de contenido mentes y conciencias e impedir que salgan del agujero en el que se han perdido y del que estaban saliendo cuando Podemos apareció para cortar de cuajo el primer brote español de la inteligencia colectiva y colocarle la señal de su círculo como a  las reses de un rebaño. El 15M era el empuje, el inicio de la regeneración social: Podemos el paso atrás que ha frustrado y reconducido de nuevo al redil convirtiendo otra vez en ovejas a quienes ya estaban a punto de despertar su conciencia y su autonomía intelectiva. Afortunadamente, aun queda mucha ciudadanía que no sucumbe al canto de sirena podemita. Ese millón y pico de abstenciones a la izquierda lo demuestran.

Como dice Carlo M. Cipolla en su ensayo Allegro ma non troppo: Lo peor de los imbéciles es que ningún estamento social, intelectual, político o profesional está a salvo  de ellos y que en épocas de conflicto, con sus enredos y falta de sensatez, son capaces de contagiar en su imbecilidad hasta a las personas que en tiempos de bonanza suelen funcionar con cierta inteligencia. Y aún hay quien califica de lúcidos a los idiotas, sin distinguir la supuesta lucidez de lo nuevo, del paripé de lo estrambótico, cegato e irresponsable, como si el mero hecho de ser nuevos en  un oficio viejo y degradado, significase una renovación.
La realidad no es mejor ni más auténtica porque sea más estrepitosa o novedosa. Y eso se ve en los resultados.
La pasión  y el afán de medrar y ganar en la dirección equivocada suelen acabar en drama, en tragedia o en astrakán. Pero sobre todo aplastan la esperanza y el entusiasmo constructor del verdadero cambio capaz de regenerar el mundo que nos rodea.

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