miércoles, 27 de julio de 2016

No nos merecemos esto


No deberíamos permitir que nos sigan distrayendo con esta farsa ni un minuto más. Deberíamos protestar, no ya como ciudadanos, sino como clientes y espectadores estafados. Hemos pagado una entrada y tenemos derecho a que nos ofrezcan un show profesional y de categoría, no esta chapuza, mezcla de una función de fin de curso y una exhibición de taller de teatro para aficionados, que estamos teniendo que soportar desde el 26J.
Merecemos que no nos traten como idiotas y que nos tomen mínimamente en serio. No pueden avisarnos que España no puede seguir un minuto más sin gobierno y luego irse todos de puente antes de iniciar las consultas. Simplemente no cuela. Igual que tampoco nos tragamos que todos tengan tanta prisa pero ninguno haya tenido tiempo para sentarse a negociar nada mínimamente sensato durante casi un mes.
Los portavoces del Partido Popular no pueden salir todos los días a amenazar a los pensionistas con quedarse sin pensión o a los funcionarios con quedarse sin parte de sueldo porque aún no hay gobierno, pero no haber sido capaces de iniciar una sola negociación seria, con papel y equipos de trabajo. Si realmente estuvieran tan incómodos en funciones y la recuperación económica necesitase tan urgentemente un gobierno habrían hecho algo más que enviar un resumen de su programa electoral
Los portavoces de Ciudadanos no pueden comparecer a diario para contarnos que Rajoy les ha cedido dos puestos y su mayoría en la mesa del Congreso a cambio de una abstención que vale nada sin los socialistas. Rajoy sabe sumar, igual que nosotros. Ciudadanos pretende ocupar una posición central y resultar decisivo durante la legislatura sólo con su abstención. Una gran estrategia que solo tiene un pequeño fallo: los demás partidos, especialmente el PSOE y el PP, tienen que estar dirigidos por perfectos cretinos.
Los nacionalistas vascos y catalanes no pueden seguir negando la evidencia de que votaron con el PP para amarrar sus grupos parlamentarios y sus puestos en las mesas y esperar que les tomemos en serio. Tampoco nos tragamos que los populares les hayan dado todo eso sólo a cambio de hacer presidenta del Congreso a Ana Pastor. A no ser que ya sea agosto en el PP y hayan comenzado las superrebajas.
Los socialistas y los de Podemos no pueden seguir castigándonos un día sí y otro también con este cruce permanente de reproches, rencillas, vendettas y ajustes de cuentas. Los votantes de izquierdas deben sentirse cada día un poco más niños en mitad de un divorcio largo y desagradable, donde todo el mundo les pregunta todo el rato a quién quieren más, si a papá o a mamá.
Lo mínimo que deberíamos exigir y esperar de nuestros representantes políticos es que se muestren capaces de ofrecernos un espectáculo político mínimamente profesional. A falta de capacidad de diálogo o calidad democrática, que por lo menos demuestren que saben seguir un guión decente comportarse en público y manejarse con los cubiertos en la mesa o con el atuendo en una ceremonia.

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