Con esa frecuencia dramática que asalta la actualidad, constantemente, nos sorprenden los ataques de psicópatas, muy abundantes sobre todo en EEUU. Un loco que se compra un fusil y, en plan bowling for Columbine, descerraja el cargador en cualquier lugar frecuentado por los ciudadanos, dejando a su paso una lista de cadáveres que ya se cuentan con toda normalidad como daños colaterales del life's american way. Con la misma frecuencia EEUU y sus aliados ponen el punto de mira en lugares estratégicos y/o con perspectivas petroleras y demás futuribles beneficios, y los dejan como la palma de la mano. Y resulta que casi nadie se escandaliza ni por los "lobos solitarios" del matarile self made ni por guerras espantosas como las de Irak, Libia, Líbano, Siria, Afganistán o Somalia. Allá se las compongan que ojos que no ven corazón que no siente.
Claro, que la cosa cambia cuando el show del terror no lo organiza un individuo blanco, de cultura occidental y euroanglófono, como siempre, sino un morodemierda, un pringao terrorista al que desde su más tierna infancia o juventud, se le ha dado la mano con tanto amor y respeto, para que se incorpore a nuestra extraordinaria sociedad, siempre tan comprensiva con la pluralidad cultural, no hay más que ver lo bien que se lleva el establishment con los Emiratos, los jeques y los reyes de por allá, y la pasta que se dejan allí disfrutando de unas maravillas tecnológicas y exóticas que lo flipas, brother; aunque el tipo ni se acuerde de que su familia de origen era musulmana, aunque se haya criado en una banlieue llena de miseria y olvido. Aunque viera como obligan a las mujeres musulmanas a quitarse el velo que llevan por motivo religioso, para ir por la calle o a clase o a trabajar, mientras las monjas católicas van vestidas como en la Edad Media y nadie les dice nada. Aunque el tipo se ría de la religión y del paraíso, porque su devoción es el hachis y el ramadán lo celebre a base de cogorzas. Aunque su rabia contra la vida le haya conducido a los malos tratos, al divorcio y a la depresión. Aunque su "terrorismo", que mata igual que el de los lobos 'solitarios' blancos y occidentales, sea la consecuencia de su enfermedad mental producida por no ser capaz de adaptarse a un mundo que no entiende y que para nada le trata con exclusión, hostilidad, molestia o, en el mejor de los casos, indiferencia. Un mundo del que ha aprendido que solo el dinero tiene valor y que las personas cuentan poco y casi estorban si no producen como máquinas sin alma para el sistema financiero que los degrada y explota, y cada vez peor tratados y más mal pagados, con menos derechos y más cargas económicas. Pero todo eso no cuenta, ni hace revisar las causas y los efectos ni el modo en que se hace política nacional e internacional; solo cuenta que el tipo es árabe o magrebí, o irakí o afgano. "Gentuza de poco fiar, en cualquier caso. Y si ha hecho una locura es que el DAESH, el yijadismo y el terrorismo son su amos y sus directores estratégicos y su enfermedad es un invento para hacer el paripé. Pues anda que no le han tratado bien desde siempre, que debería besar el suelo que pisan los franceses con pedigrí...oh mon Dieu! ¿Cómo se va a comparar un mal momento, el brote psiciótico de un ejemplar ciudadano occidental que le impulsa a hacer una masacre por algún cruce de cables comprensible en su vulnerabilidad de enfermo mental, con la maldad retorcida de un enemigo enconado que ha nacido para matar todo lo se le cruce por delante y encima, seguro, musulmán? Donde va a parar la decencia con la que matan un cristiano o judío, xd! No tiene comparación. Por eso mismo esas tierra de Oriente Medio están como están.Si es que se lo buscan. Como la mujeres se buscan las violaciones por ir pintadas como un semáforo, por llevar faldas cortas, tacones de aguja y unos escotes quepaqué. Ay, si se rezara más y se exigiese menos...con esa manía de la igualdad y la solidaridad con los desgarramantas y mindundis de la globalización refugiada. Un disparate. A ver, ¿cómo va a ser igual esa gente que habla fatal y no se les entiende nada, y parece que no se lavan nunca, que, por ejemplo, un orador brillante e ingenioso, reluciente e impecable, como Donald Trump, sin ir más lejos, o como Rajoy, sin ir más cerca? Si es que cuando no se es trigo limpio pasa lo que pasa.
Aquí interesa gente que sabe lo que hay que hacer en tiempos pachuchos, sin ir más lejos, gente como Albert Rivera, Fernández Díaz, Margallo o Marine Lepen, el gobierno de Holanda, el de Hungría o el de Polonia, lo tienen clarísimo. Igual que Trump. Rajoy es que como es gallego, nunca se sabe, ni siquiera él sabe...pero tiene muy buenos consejeros alrededor para que le sostengan en los momentos de confusión, que son tantos, que ya no los distingue de los otros. De todas maneras siempre el Apóstol puede echar una mano haciendo honor a su condición de "cierra"España" y matamoros. Que ya la cosa viene de lejos..."
Ir suponiendo de antemano que cada loco de etnia árabe, crecido y educado en Europa, con lo que eso ha supuesto para una generación sin raíces y anclada en la marginación, es un agente del terrorismo islámico solo responde a dos razones: a) o no se ve la realidad ni se atan cabos lógicos, o b) hay intereses en que haya guerra crónica y enconada entre civilizaciones y por ello,negocio a la vista, (Hollande ya está preparando más ataques en Siria y alrededores) y miedo social, que lleva a la obediencia ciega y a no hacer protestas sociales para reclamar justicia; ahora que la indignación de los sindicalistas franceses está en las cotas más altas. Qué casualidad, que sea precisamente la fecha elegida el 14 de Julio, un ataque al Estado,a la Patria, cuando el Estado y la Patria están recortando derechos y sometiéndose a la doctrina del FMI &Merkel, con un encomiable empeño,ahora que el Brexit se ha convertido en un revulsivo social y que muchos países de la zona euro se están planteando tomar ejemplo de los ingleses.
Por otra parte, da la sensación de que el DAESH lo tiene genial con estos locos producidos por nosotros: cada vez que hacen una barbaridad, al cabo de un par de días, lo reivindican como cosa suya. Ni que los fundadores del ISIS fueran los países de la OTAN...
A ver,¿qué pretende el terrorismo? Asustar y hacerse propaganda. Que todos sepan lo malísimos que son y las atrocidades que son capaces de hacer. Entonces, ¿por qué montar estos espectáculos en los medios y hacerles el juego por todas partes, en las redes, en la calle, en la tele? ¿Acaso sucede lo mismo cuando un loco yanky hace igual? Pues no. Incluso si el Estado USA se plantea que a lo mejor sería necesario no facilitar la libre adquisición de armas, se ponen hechos unos basiliscos y se niegan a aceptar limitaciones en ese tema. Aquello se cuenta y se acaba hasta la próxima. Nadie piensa que haya un ejército de psicópatas escondido preparando asesinatos.
Pues, bien, está cada vez más claro, que hay una organización financiera ycomercial, y no solamente árabe, interesada en este tipo de evento, que para ellos es negocio, porque el miedo de los países aumenta exponencialmente la compra de armas, los seguros, medicamentos, material médico, coches, carros blindados, aviones de combate y transporte, armas químicas que experimentar, misiles, drones, material militar de intendencia, tecnología para controlar, comunicaciones, etc, etc...Son tantos sectores para los que la guerra es un chollo y hay en los gerifaltes que gobiernan estados, bancos y empresas, tal ausencia de conciencia y de sentido ético, que es totalmente lógico en esa racionalidad de lo perverso, que el terrorismo sea un holding de dimensiones globales, un modo de tener una guerra mundial constante pero sin centrarla demasiado, dejándola en plan péndulo o ruleta rusa. ¿Qué mejor ejército que miles de locos a su bola haciendo lo que se le sugiere en sueños tras un montón de horas jugando a matar en Internet y leyendo proclamas atroces de todos contra todos y encima con motivos, porque se es un marginado social?
Con nuestras demostraciones de terror, con las cámaras encima de los muertos, rebozados en sangre, el Planeta entero tiembla y cada espectador del caos y la muerte piensa si la próxima vez será la suya. Jugada perfecta para el sistema y sus domadores de masas. Solo basta parar un poco esa montaña rusa de la locura inducida. Nadie puede asegurar que dentro de diez minutos no pueda irse de este mundo por cualquier motivo y sin necesidad de un terrorista que lo despache. ¿Cuántos accidentes de todo tipo, domésticos, de coche, de bici, de avión o de barco, incendios, atracos, suicidios, asesinatos en la familia, muertes por bombardeos, por intoxicaciones o por enfermedad, asesinan cada día más personas en Europa que un ataque terrorista o de un demente violento? Y sabiendo lo que hay, no montamos pollos, asumimos el riesgo de vivir en un mundo donde nada, especialmente la vida, es patrimonio fijo y seguro de nadie.
¿Qué factor consigue que nos desquiciemos de ese modo? La publicidad, los medios, los reportajes en directo y los comentarios de los políticos, periodistas y analistas de la actualidad, que se esmeran en cooperar al clima del espanto, porque también para ellos es muy rentable el horror: da mucha audiencia, da trabajo y la gente ante esas tragedias, relativiza sus dificultades laborales, salariales, familiares, sanitarias, la inseguridad política y se alegra de poder decir cada noche antes de dormir, con un suspiro de alivio: "Virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Qué más da quién gobierne, qué más que nos recorten hasta el resuello, si estamos vivos y tenemos un techo y hasta una tele y un móvil con Whatsapp para estar al lorísimo de todo y saber la suerte que tenemos al no estar en Siria o en Irak o esta noche en Niza...aunque una piensa en las mascletás de Valencia y da un miedo...Mejor en casita y ver todo por la tele". Es verdad, así es más difícil que mate el terrorismo, pero es seguro que será el sistema el que por lo pronto, ya está matando la libertad, la igualdad y la fraternidad, la confianza en el ser humano y el gozo de vivir libres y alegres. Y Juntos. Está matando la vida.La del Planeta y la nuestra.
Compadezcamos a las víctimas y también a los verdugos, ayudemos a mejorar la salud social del lugar que nos es más próximo en vez de angustiarnos y paralizarnos por lo que sucede en lugares a los que no tenemos acceso por la distancia, no hagamos el juego al terror del sistema y vivamos cada instante como el único de que disponemos. Porque así es. Solo disponemos en realidad de dos adverbios para manejarnos con eficacia y atención: el tiempo del ahora y el lugar del aquí.
'Dejad que los muertos entierren a sus muertos', dice Jesús de Nazaret en el evangelio a alguien que le hablaba de la muerte ... 'y tú ve con gozo a propagar la buena noticia del Reino del Amor '.
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