domingo, 24 de julio de 2016

Que no te conviertan en el Electorado



Publicada 24/07/2016 (Infolibre) 
     

Todas las personas son muchas cosas a la vez. Uno es, por ejemplo, hijo, padre, escritor, lector, médico, paciente, alguien que sirve una cerveza y alguien que se la bebe. Una es, por ejemplo, madre, hija, alumna, profesora, candidata, votante, alguien que emite una opinión y alguien que escucha opiniones.
La periodista Svetlana Aleksiévich hizo numerosas entrevistas y escuchó muchas opiniones pare escribir El fin del Homo soviéticus (Acantilado, 2015). La gente recordó delante de ella sus vidas con una incertidumbre y una desorientación propia de las voces que han sufrido el derrumbe de un mundo. Eran al mismo tiempo testigos del terror estalinista y cómplices, víctimas y verdugos, corazones conscientes del terror y corazones nostálgicos del sueño socialista que habían vivido. Una mujer de 61 años, castigada por la historia, recordó los campos de castigo, la victoria sobre Hitler, la dureza implacable de la represión y el deseo compartido de transformar el mundo… para concluir con tristeza: “Ahora nos llaman electorado”.

La frase, claro está, se enmarca dentro del libro de Aleksiévich en las contradicciones producidas por la caída del imperio soviético y por la difícil puesta en marcha de una libertad democrática que acabó en manos de las mafias económicas y del más zafio imperio del dinero. La mujer soviética dudaba de la realidad de la democracia.

Pero en otro contexto, enemigo de cualquier totalitarismo, y sin poner en duda la realidad de la democracia (con sus virtudes y sus imperfecciones), la frase puede ayudarnos a pensar en nosotros mismos. Convencido de la importancia de las urnas y de la responsabilidad del voto personal, yo no quiero que me reduzcan a ser el Electorado. Y creo que eso es lo que están haciendo desde muchos frentes mediáticos, intelectuales y económicos los que exigen un Gobierno Estable presidido por Mariano Rajoy. Una y otra vez se repiten argumentos naturales para que el PSOE pacte con el PP o no se oponga a la investidura de Rajoy.

Si además de ser elector cree usted en la sanidad pública universal y ha participado en la marea blanca que defiende nuestros hospitales de las agresiones privatizadoras del PP, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en la importancia de la educación pública y ha participado en la marea verde que defiende nuestros colegios de las agresiones privatizadoras del PP, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en la virtud pública y se avergüenza de la corrupción sistemática del PP, las comisiones de investigación manipuladas, el uso partidista de la policía y el sometimiento sectario de las instituciones y los medios de información pública, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar su Gobierno.

Si además de ser elector cree usted en el trabajo digno y el salario decente y se avergüenza de que se legalice el manos libres para la explotación, el desamparo laboral, la desigualdad entre hombres y mujeres, las agresiones a los sindicatos y la conversión en delito del derecho de huelga, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar un Gobierno del PP.

Si además de ser elector cree usted que el miedo al cambio es un arma utilizada para perpetuar privilegios, que no se puede perder el respeto por uno mismo, que no se puede ser tolerante con el desmantelamiento de las arcas públicas, que estar a favor de la virtud política es la primera exigencia de una sociedad democrática, que España produce pena y da dolor, que exigir decencia no es una locura ni un hecho temerario, sino el ejercicio máximo de la voluntad prudente, comprenderá que es una irresponsabilidad muy grave facilitar un Gobierno del PP.

Si además de ser elector piensa usted con tranquilidad los resultados, comprobará que el PP ha obtenido 7.941.236 votos. No se indigne con España, ni maldiga el país en el que vive, porque el censo electoral español tiene 36.518.100 votos. Y, entre las personas que han acudido a las urnas, un 67% ha decidido no votar al PP. Ninguna ingeniería electoral y ninguna mezquindad política justifica que tengamos que olvidarnos de todo lo que ha hecho el PP y de que es temerario dejar nuestro futuro en sus manos.

Los aliados de los verdugos argumentan siempre que no se trata de buscar culpables. Es una cantinela que he oído muchas veces y que me cansa y me incomoda, incluso cuando yo no pretendo buscar culpables, sino dialogar con todos aquellos que quieren una España y una Europa distinta a la que representa Mariano Rajoy. No dejen que los altavoces del PP nos reduzcan a ser el Electorado que ansía un Gobierno Estable. Sus privilegios dependen de una dolencia crónica, un enfermo Estable dentro de la gravedad.

Y la verdad es que tenemos derecho a pedirle a la vida mucho más.  
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Pues hoy discrepo, Luis, de esa invitación a más paciencia; reclamo mi derecho al disgusto y al cabreo que me produce co-habitar este estado sumiso y bloqueado  de cohecho y de prevaricación dominante en todos los niveles representativos; porque tragar con la corrupción es ser corruptos también. Corromperse no está reducido solamente a trincar a saco, sin una situación de conciencia social en déficit constante la corrupción es el pan podrido de cada día, y corrupción también es consentir resignadamente, y en mayoría pasota  permitir que siga gobernando la indecencia cum laude que nos tortura, porque es "lo menos malo"; abomino de una mediocridad que se sigue llamando  "socialismo obrero" en evidente eufemismo, mientras solo le interesa su secta de poder, que nada tiene ni de socialista ni de obrera y que se queda impasible haciendo la plancha en la piscina de su estúpido orgullo de casta farisea, mientras permite lo que hay y entorpeciendo lo que al parecer no puede haber. Abomino de la mediocridad de un podemos(¿?) incapaz de apoyar a Patxi López -que dentro de lo que hay disponible y posible sin realismo mágico de por medio, es lo menos malo-, para colocar lo suyo; un presidente que podría haber impedido la invasión de la mesa del Congreso presidido ahora por la ex del Alvia, de Rajoy y del chapapote, y que desde ya será un bunker, enemigo feroz de cualquier cambio a mejor. Mano a mano psoe y podemos (qué simbólico, otro p&p, a los que dejo en minúsculas hasta que hagan algo digno de mayúsculas), siguen aferrados a las viejas tácticas políticas de Maricastaña: olvidar las necesidades y urgencias de la ciudadanía para atrincherarse en sus aparatos de poder e impedir el diálogo si cada uno de ellos no es el primero y el más cacique. No solo no han aprendido la lección magistral de IU, de Compromís y de Equo, es que ni siquiera se han dado cuenta de que además de ellos hay unos cinco o seis millones de españoles que no tragan con lo suyo y que en las terceras elecciones que no van a tardar en producirse, mientras el pp se frota  las manos con tanta incompetencia, ya no sabrán a qué votar...,( por lo pronto se nos han pirado ya más de un millón de votos, debido a los remilgos y estupideces del 20D), si lo decente sigue quedando en minoría y no es aceptado por los aparatos socialista y podemita, porque ambas formaciones juegan irresponsablemente al Scrable de sus manejos 'sorpassistas', mientras la hucha se vacía, los empleos son irrisorios y los salarios miserables y los recortes amenazan con multiplicarse en cuanto se confirme un gobierno del pp, por no hablar del déficit y de la deuda ya impagable y sin perspectiva alguna de auditoría ni revisión. 
Precisamente son los programas que tocan ese punto,IU, Compromís y Equo, los que han sido arrinconados por el tandem del puñetero "sorpasso". ¿Cómo explicar a una panda de viejóvenes especuladores del tacticismo político (¿!?), que a la ciudadanía le importan un pimiento sus sillones en subasta de zancadillas? 
Precisamente ayer estuve haciendo limpieza de papeles inservibles y fui repasando las carpetas de mi época en podemos, las propuestas, los preborradores, y los borradores, la montonera de horas de trabajo inútil. Cientos de folios de mi puño y letra o tecleados e impresos, montones de notas en las que constaban  espléndidos aportes de la ciudadanía reunida en asambleas quincenales, en la plaza del barrio, con las sillas de la Asociación de Vecinos, cuya cantidad, 150, superábamos y suplíamos con sillas plegables que se traían de casa, y eso en pleno verano de Valencia donde a las  19'00 hace un calor infernal; un círculo riquísimo en iniciativas de todo tipo, que sufrió el apagón definitivo tras la Asamblea de Vista, poquísimo, Alegre; lloré, sí, lloré, de rabia y de impotencia mientras rompía a pedazos los folios para echarlos al contenedor de papel y cartón. Y me reconcomía el mantra de que no hay derecho a que los presuntamente "tuyos" y "nuestros" hagan estas malandrinadas. Algún día una legislación justa debería penalizar por malos tratos sociales,  por fraude político-emotivo, a los partidos que solo parten y reparten cargos, sillones y escaños, mientras se cargan y desactivan la energía colectiva de miles y miles de ciudadanas, que pese a los cacareos estúpidos de la seducción y el ilusionismo de la comedia depredadora de cargos, aportaban mucho más de lo que el gerifaltado aparatista estaba dispuesto o capacitado, a recoger y asimilar. 
He llegado a la conclusión de que ese ninguneo no solo era parte del juego atrapavotos para sorpassar a todo quisque, sino también un reto, un desbordamiento de material intelectivo y de altura política tan elevada , que , simplemente, desbordó las capacidades asimiladores de unos chavales más frikies que políticos de verdad, que hablaban de lo "nuevo" desde el micro y los bafles del paleolítico en conserva leninista, gramsciana y laclausista. Teorías y más teorías. 
En la Comisión de Análisis aquello daba pena; llegábamos de las asambleas con todo un depósito de ideas realizables, de problemas urgentes con soluciones... pero allí solo importaba la calculadora demoscópica, los contactos con la zona más proclive de IU, para desactivarla desde dentro. Era la estrategia; y cuando ponías objeciones éticas o comentabas los verdaderos problemas sonreían beatíficamente con una especie de comprensión incomprensible, "Uy, ¿pero  aún no te has dado cuenta de que es inútil todo eso de los círculos? Lo  único que cuenta a la hora de la verdad no es la gente, es el poder; la peña no se entera de nada, eso que ahora dicen es porque les hemos creado la ilusión mediática del empoderamiento...No te canses y olvida el valor pedagógico de lo asambleario que tenemos prisa, es el tiempo de la oportunidad y hay que pillarla como sea, porque, además, la gente no consigue nada sin una hegemonía que la dirija y le dé todo precocinado, ¿no ves lo que mola Pablo? Eso es lo que quieren, no tener que luchar en la calle, porque ya hay en la apolítica gente joven y preparada, caras nuevas con ideas nuevas, que en realidad son las de siempre pero en otro lenguaje más actual."

Se han salido con la suya. Al menos por ahora. Han minado el campo social con falsas esperanzas y con triquiñuelas y casi nos dejan fuera del Parlamento, total para  ser el remake de F.González, Guerra y el Patio de Monipodio político en versión Complutense. 

Creo, y estoy segura, de que a la izquierda auténtica, territorial,municipalista, sectorial, ecologista, feminista, pacífica y solidaria, activista, humana y limpia de  miras, acogedora, humilde, dialogante y sabia, después de ese minado submarino del camelo y el postureo, al que podemos y el ex-psoe la están sometiendo desde el mismo nido condiviso -según demuestran-, de ametralladoras y misiles aire-tierra, saldrá mucho más fuerte y convencida de que su camino no es el magreo con intereses y enjuagues pseudo políticos y de que la política se puede mejorar mucho en la universidad, claro que sí, pero se queda en muy poca cosa si nunca se llega a la Universidad de la Vida, que es la que cuenta a la hora de la verdad social, política y antropológica, sin la escuela básica y el instituto de la calle y la plaza. 
Sin tocar tierra no vale de nada asaltar los cielos desde la Enciclopedia Británica y los textos aúlicos, que sin estar en la sustancia de la inteligencia colectiva solo  son un eco pedante   y hueco  de la voz que clama en el desierto del verdadero progreso alternativo y sostenible. El progreso de la humanidad auto-consciente. Sin ciudadanía, sin la frescura de la tierra fértil, las panoplias, las orlas, los doctorados, las cátedras y los títulos ilustres, se nos quedan en ná. No hay más que echar un vistazo y ver lo que no hay, para comprender. 

Así que, querido amigo Luis, poeta y maestro, disculpa que hoy no esté mi horno para bollos tolerantes en demasía y que mi enfado haga patente lo que si nos callamos, acabarán gritando las piedras en ruinas, porque, como en aquella frase atribuida falsamente a Brecht, -y que en realidad pertenece al argumentario del pastor protestante Martin Niemöller-, tras haber venido  por los trabajadores, por la escuela pública y la educación sana y justa, por la sanidad, y por los pensionistas que son la casa de socorro para el paro y el expolio salarial de las familias, "ya no quedará nadie que nos defienda". De eso se trata, más que de dejar, como se hecho siempre en la política convencional, que el tiempo solucione lo que los implicados no quieren solucionar ya sea desde la fraudulenta política cómplice, ya sea desde la ciudadanía agotada por el sistema.  

No sé como se aplicarán los demás el título de este artículo, amigo Luis. Solo respondo por mí. Yo no soy electorado por sugestión política consensuada por quienes no cuentan conmigo ni me preguntan si estoy de acuerdo o no con lo que  pergeñan una vez conseguida, con la patente de corso del voto, la bula del aforamiento y el sillón. Soy conciencia que vota y que puede elegir no votar si no encuentra opciones decentes para ello. Ains!

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