miércoles, 19 de febrero de 2014

Y además de verdad, un tostón cum laude




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¡Qué tostón de país!

EL PAÍS
No es por desmoralizar, es por simple constatación de lo evidente. Este país es un verdadero peñazo. Una castaña político-plasta. Un tostón, como dice Iñaki, como esas películas pesadísimas que la crítica ha puesto por las nubes y de las que acabas por salirte después de una hora de penitencia en la que te has propuesto darle sesenta oportunidades, de minuto en minuto, sin conseguir ni un solo resquicio para esperar algo que valga la pena y el despilfarro de tu tiempo. Pues esto es igual. Lo malo del caso es que no tienes la misma facilidad para irte y no volver que si fuese una sala de multicines. Es que resulta que esa peli de pesadilla es tu país, donde has nacido pero no te encuentras, donde tienes tu casa para vivir atrincherado, aunque tú no quieras vivir en una trinchera cómoda y agradable, pero trinchera al fin y al cabo. Tú aspiras a con-vivir, a compartir, a cooperar, a desarrollar tu potencial junto a los demás y faclitar el potenciaĺ de todos, a tener el apoyo de unos representantes dignos que también convivan, cooperen, compartan con claridad, transparencia y honradez. Con respeto. Pero nanay. Tienes que conformarte por fuerza con lo que encuentras. Una caca de país. Donde hay que elegir entre la trinchera del aislamiento, las anteojeras y los trapones para aislarte, o la tortura de oir sin poder escuchar porque no hay materia escuchable y lo que oyes son tracas repetidas, el tambor granadero y los flautines de las chirigotas carnavalescas, donde todo parece un sueño pesado del que no consigues despertar aunque te empeñes, porque va y resulta que es una realidad como de pintura negra goyesca, pero sin el talento de Goya y con la jeta de Wert, losh pashmos del plashma que consiguen que Mariano resulte igual en vivo que en pantalla. Inerte. Hueco. Volando como una cometa pascuera. Perdido en suhs coshash. 
Ni quince vidas humanas descerrajadas  porque sí, en una costa da morte, de verdad, que para el poderío chulesco  y analfabeto geográfico universal es española y para el crimen injustificable resulta, que mira por donde, fíjate, es marroquí, pues ni todo eso es estímulo sensitivo-racional suficiente para que Mariano reaccione baje de la hamaca del Peridis, deje de colocarse con el puro de la indiferencia y se moje de una puñetera vez en las aguas de la honestidad. Mariano huye; no sabe adonde va, pero el huye por shi acasho. Y huye en la patera del chanchullo, en la lancha sin combustible del birlibirloque insustancial, se esconde bajo la alfombra sucísima de la marca Eshpaña. Y saca del micro-ondas roñoso la bazofia de shiempre. El retruécano patriotero de shiempre, el rollazo de aburrir que es lo shuyo. El muermo. El factor X de su mediocridad inconsútil. Mientras tanto quince despojos, que hace unos días eran seres humanos que sentían, reían y lloraban, buscaban el futuro como nuestros chicos estafados en busca de trabajo, pero en mucho peor, se han quedado varados ante el estupor de todos y el cinismo de sus liquidadores a sueldo. Mercenarios de la crueldad. Y atascados en el  lodo argumental de los periodistas tertulianos de profesión tan cerebralmente planos y desérticos como emocionalmente  castrados. "No podemos dejar las puertas abiertas para que nos invadan" rezongan los maruhendas y demás colegas de fabricación consentimientosa. "Eso hay que pararlo como sea" "Te refieres a los abusos violentos de los guardianes de las costas, ¿verdad?", "No, hijo, no, me refiero a los negratas y moracos invasores" "Puesh esho mishmo quiero decir yo, sheñoríash de la oposhición" "O sea, que entonces, Presidente, ¿cómo se va a solucionar esta investigación con unos videos manipulados por los ejecutores del acoso y derribo al inmigrante?" "Puesh se hará lo que hay que hacer y fin de la cita" "Ah, Presidente, una última pregunta: ¿no tiene nada que añadir sobre estas muertes violentas estando ustedes tan interesados en salvar la vida de los fetos de seis semanas? Esta atrocidad, con lo sensibles, buenos católicos y compasivos que son todos ustedes, les debe haber  espantado ¿No?" "Puesh no". "¿Cómo?" "No va ushted a comparar la vida de un feto eshpañol, blanco y futuro bautizando como boccato di cardinale, con la míshera exishtencia de unosh desharrapadosh ashalta patriash y aguash eshpañolísihimas, que por no tener, sheguro que no tienen ni alma que redimir con el shanto bautishmo, que hasta shon mushulmanes, o shea infielesh" "Disculpe, Presidente, ¿dónde está el baño? es que creo que le voy a vomitar encima el café y la madalena del desayuno..." "Qué periodishta más hishtérico, ¿verdad Shorayín?" "Eso es que le falta curtirse con un buen despido. Pero eso también tiene arreglo, ya he visto la acreditación de su periódico y se va a enterar de lo que vale un peine o lo despiden por bocazas o los crujimos". "Jo, Shoraya eshtásh en todo". "Ay, si no fuera por mí, Mariano, la prensa te habría dejado hecho fosfatina el primer día de gobierno. Tú no sabes el juego que da una vicepresidencia plenipotenciaria con un teléfono al lado...ufff, si yo te contara..." "No. No digash nada. Prefiero el encanto de tu mishterio" "Más te vale, creti...digo, Presidente"

Sí, Iñaki, sí, un verdadero tostón, pero además tóxico y repugnante en tal grado, que faltan palabras en el léxico del buen gusto para atribuirle su propia denominación de origen.


Peridis

Forges

 

 

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