Mariano o la saga de escracheman

Rajoy impondrá medidas al Peñón hasta que Cameron dialogue

Andreu Manresa 

El presidente acusa a Londres de incumplir la promesa de diálogo y pide una mesa con Reino Unido, Gibraltar y Andalucía.
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Ay, Marianico, qué vueltas da la vida, ¿verdad? Quién le iba a decir, señoría-niñería, que como medida política de presión contra el compadre Cameron, iba usted a terminar copiando, nada más y nada menos, los métodos de una rebelde, insumisa, enrabiada, agresiva y maleducada ILP o sea, de la PAH, por ejemplo y sin ir más lejos. Arrieros somos, don Marianete, y antes de lo que imaginamos este bromazo cósmico que llamamos vida nos coloca en tesituras idénticas, holográficas, como de cajas chinas o de matrioskas rusas, a aquellas que denostamos, despreciamos y perseguimos en nuestros tiempos de ridículas ínfulas egocéntricas y antes del desinfle asegurado; todo lo que sube baja y todo lo que se forra a calzón quitado se acaba apolillando por exceso y llenado en imposible crescendo. ¿Recuerda usted el relato evangélico del Rico Epulón engreído y majadero y el pobre Lázaro hecho un guiñapo? ¿y recuerda como acaba la parábola? Pues eso. No se lo voy a contar ni voy a entrar en detalles de logística. Pero ahí está, cumpliéndose cada día con más evidencia. 

Llegar a la jefatura del poder ejecutivo para acabar siendo ejecutado como la Armada Invencible de Felipe II, a manos de los ingleses y la climatología de los elementos, pero esta vez en plan sainete bufo, es muy heavy, don Rajoy.  Y másh todavía lo esh, shi como defensha y razón de pesho shólo she cuenta con el cabreo sordo, la cabezonería del miedo y la incapacidad para distinguir un elefante de una bicicleta. Y que se ponga usted como un basilisco, ofendido y humillado por la posesión virtual un pedrusco, que lleva tres siglos hablando inglés y otra centuria, más o menos, traficando con todo lo que pilla a bajo precio y fuera de legalidad, ya que no tiene otra forma de supervivencia ni de economía, sin que se haya hundido el mundo por ello y sin que usted, su partido y la dictadura que les dio el master, hayan  dicho o hecho algo más que bravuconadas, chulerías irrisorias, tontunas sin fuste o medidas absurdas sin resultados dignos de tener en cuenta. Y que en cambio acepte usted como lo másh natural que, no el Reino Unido, sino la UE y el FMI, estén dejando España en puro corralito, en puro chasis, con su consentimiento y cooperación inestimable, sin que usted diga algo más que "eshtá haciendo los deberes que hay que hacer como su diosh le ha mandado", suponemos que como también le mandó a Aznar rescatar Irak de la media luna infiel, con el resultado que ya conocemos...

Este estado de enajenación pseudopolítica no tiene más que dos explicaciones: O usted no se entera de por donde le da el aire y funciona a pilas, según le colocan la directa, o está usted más despistado que un dromedario en un bar de alterne y por eso, su partido y usted son un cumplimiento del Apocalipsis con pelos y señales. El fácsimil en cutre de los cuatro jinetes que Blasco Ibáñez entrevió hace casi un siglo.
¿O, quizá, simplemente es usted un cínico de órdago al que le resbala todo lo que no le entregue sobresh a mano forrada, para blanqueo y reciclaje "legal" de la indecencia política como tocateja económica?

También es un curioso dato antropológico que a su gobierno le preocupe tanto el fraude fiscal en Gibraltar mientras ustedes se llevan financiando con el fraude desde los tiempos fundacionales del contubernio pperil. El fraude es interdisciplinar. O sea, que admite tantas variantes que es muy fácil de camuflar como donación, refrigerio inocente, iluminación nupcial, jaguaridad cumpleañera, bolso y traje, sobre de ida sin vuelta, de viajes alrededor del mundo y de mundo al rededor de cualquier cosa que tenga forma de billete de 500. El fraude no sólo es cuestión de dineros, también está en las urnas cuando se promete la prosperidad y la solución de los problemas pero se perpetra lo contrario: la miseria y el reconvertido de la sociedad en el problema mismo.

Por mucho que se aplique, don Marianejo, su práctica del escrache nunca será lo que pretende. Porque usted mismo es un escrache truño-político contra toda política real y seria. Un gestor hierático de gestos inútiles y de plasmas subalternos. Una caricatura obnubilada de lo que nunca fue. Ni es ni será: el presidente de Gobierno que España necesita más que el comer. Que ya es. Pero no.

La chapuza de ese falso escrache contra Gibraltar no conseguirá nunca tapar el pozo negro de Bárcenas ni la financiación ilegal del pp y sus pperías , tampoco su escurridiza condición de escaqueador parlamentario y balones fuera le va a resultar rentable; los españoles no le creen, señoría-alegoría. Le identifican más con un desafortunado invento de Barrio Sésamo que con su representante oficial junto al malestad heredado por ósmosis ruinogenésica, vía dictadura in articulo mortis.Ya pueden ustedes, a dúo y en comandita, hacer el pino-puente. La apariencia se vuelve del revés y deja su cháchara vacía a nivel de tasca veraniega, a la sombra de un Marivent, con olor demasiado pringoso y nauseabundo a Matas, a Urdangarín, a Camps,  a Rita Braberá y a chanchullo pillárquico que atufa.

Que no, que no nos representan. Que no. Y a estas alturas, si usted y su malestad no se han dado por aludidos oficialmente, o sea, a título de dimisión y  cese inmediato del juego de tronos zarzueleros, es porque ambos no quieren perder el chollo del siglo, que un país catatónico, como éste, les ha permitido disfrutar hasta que los abusos de tales des-representantes, o sea de ustedes, les han despertado a leñazos. Tienen que dejar las elucubraciones estivales y marcharse por donde vinieron: por las alcantarillas de la indecencia y del mejunje.
Au revoire sûr vôtre miroir
ou -tant mieux!-, adieu, 
monssieurs les voleurs!

Copiar el escrache como sistema de presión es lo que les faltaba