sábado, 24 de agosto de 2013

Este no es mi "Público", que me lo han cambiao...

Comentarios: 103 | IÑIGO ADURIZ
Steinbrück, Bersani, Rubalcaba, Miliband e incluso Hollande han visto cómo en el último año diferentes circunstancias han hecho mella en sus expectativas políticas provocando, en algunos casos, una fuerte pérdida de popularidad, su eclipsamiento y hasta su jubilación anticipada.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Atención a esta curiosidad que aparece hoy, sábado, en el Público digital. 

¿Ahora va a resultar que Público tampoco es lo que parece, que en vez de estar en la vanguardia está en el mismo pozo decimonónico que Berlusconi o que Aznar o Rajoy? Sólo un partidario de Lepain podría decirte en Francia que Hollande no lo esté haciendo mil veces mejor que el monigote inflado de Sarkocy. Y en cuanto a Rubalcaba, Bersani, Steinbrück o Miliband puede asegurarse que si bajan en votos no es porque sean socialdemócratas, sino porque  son un remedo impresentable del socialismo, una caricatura cobarde, pretendiendo servir al mercado de los piratas y del desguace social y al mismo tiempo queriendo tener contentos a los ciudadanos mientras siguen los dictados del FMI y Wall Street pasados por Merkel y las agencias de rating como cancerberos dispuestos a hundir cualquier iniciativa que se salga de la raya marcada por el ojo en el triángulo del "gran hermano" vigilante. 

No es gafe la falta de valor y de inteligencia política. Es no avanzar y conformarse con la mediocridad de los acomodaticios. La Eurozona necesita un vuelco y un corte radical en este estado de falsa unión a cualquier precio. El euro es una moneda solamente, una herramienta, no el alma de Europa. Pero están matando el alma y colocando el euro en su lugar. Sin euro, pero con alma se sale adelante a pesar de todo. Sin alma y con euro la vida es una inmundicia y un patético hospital de terminales. Donde no hay vida, sino muerte a plazos y la depresión mucho más grande no es la económica, sino la humana, la de quienes no tienen más objetivo que matarse durante décadas para pagar una hipoteca soportando trabajos de esclavo, para que en una crisis programada y montada por los de siempre, acaben sin techo y debiendo dinero hasta que se mueran. No es gafe que unos líderes de supuesta izquierda adaptada al enjuague, con mente retrógrada que se han olvidado de aquellos a los que representan y reaccionan como la derecha, pierdan votantes por abstención y que los partidos de derechas, cuyos votantes no se cuestionan nada, sino que votan por inercia y puro instinto consuetudinario, se lleven la mayoría, no tanto porque arrasan, como porque hay una mayoría que "pasa" de votar. Eso no ha pasado en Francia, por fortuna. Y eso a la propaganda internacional le sienta como un tiro. Por eso falsea noticias indecentes y se calla las buenas que son las reales. Las que te cuentan en directo los franceses y las que ve uno mismo cuando les visita. No las agencias del chisme  de sobrelandia.


El socialismo real debe trabajar para salir del mercado del dinero, como aconseja el Presidente Correa, y comenzar a reorganizar las necesidades y derechos del hombre con una economía limpia y justa, no esclavizándose ante las cifras y dividendos-fraude ni pactando con el diablo de la explotación y el chantaje inmoral a cambio de trabajos forzados por los que hay que pagar, encima y perdiendo los derechos y libertades. Nacionalizar la banca y crear nuevas leyes que impidan la evasión y el imperio descabellado de la pasta monstruosa que se carga al hombre con el veneno de las mentiras y las trampas "legales" e ilegítimas. Recordar que sin trabajo no hay capital posible y que con trabajadores machacados dentro de nada no habrá ni siquiera trabajo ni personal que invente máquinas que sustituyan al hombre. Y Europa y el mundo serían una ruina completa al servicio de la nada. 

Es vergonzoso y el colmo de la superficialidad y del barullo mental llamar "gafe" a la complicidad insensata con todo un sistema devaluado y ruinoso, es trivializar y adjudicar a la "casualidad caprichosa" (¿?) unos resultados superlógicos en una estructura social  y económica, carente de la ética más elemental y podrida de arriba a abajo. Es como decir que un enfermo agotado por la quimio y la radio, se ha muerto por un "gafe" o por una maldición gitana.

Nunca me imaginé que Público, jugase tan sucio entre una de cal y otra de arena, ni que nos contase y analizase la actualidad con el mismo sentido político y crítica visión profunda que el HOLA o cualquier gaceta palurda o de cualquier chismorreo insignificante más propio del horóscopo del día que de una publicación inteligente y fiable. Está visto que al más pintado se las cuelan en cuanto se descuida.

Para quitar el mal sabor de la incongruencia y del fuera de tiesto intelectivo, o sea, del patinazo "publiquero", que acabo de comentar, aquí pongo  a otro cooperante en la misma publicación que sabe de periodismo lo suficiente como para no perderse sus post. Por inteligentes, agudos y divertidos: Moncho Alpuente. Un comentarista de mi generación que sabe donde escarba y como decir la verdad con ironía e ingenio. Vale más un "viejo" sabio que una juventud en la inopia del servilismo. Ahí va:

Pesadilla en la roca

por Moncho Alpuente

23 ago 2013

 Al enemigo, ni arena. El Imperio Británico amplía sus posesiones coloniales con arena de las doradas playas españolas. “¡Hasta aquí podíamos llegar!”, exclama el patriota en su rincón y maldice a los empresarios vendepatrias, en la absoluta literalidad del término, que nos quitan la tierra sobre la que asentamos nuestros pies y se la dan al enemigo, a la siempre pérfida Albión y a sus piratas ultra periféricos. El patriota se está convirtiendo en fiel devoto de García Margallo, gallito de cresta roja que ha comenzado a sacar los espolones, ya veremos lo que pasa si le da también por sacarlos a Morenés que anda muy preocupado con esa idea de la Comunidad Europea de embargar los envíos de armas a Egipto cuyo ejército es uno de los clientes más fieles de la industria española de armamento, del propio  Morenés y de sus colegas. Ya le han puesto coto al contrabando de arena, menos da una piedra, y ahora los gibraltareños importan rocas para su roca emblemática y polémica .
(Si me permiten la digresión, me viene a la cabeza un chiste polaco de la guerra fría. En un colegio de Varsovia el maestro pregunta: Vamos a ver niños, ¿Qué ocurriría si mañana se impusiera un régimen como el nuestro en el desierto del Sáhara?… Que tendrían que importar arena de la Unión Soviética contesta el más espabilado de la clase que pocos años después se convertiría seguramente en líder de la disidencia)
Estábamos con lo de “Al enemigo ni arena” a no ser que sean arenas movedizas para que se hundan. Más se perdió en Trafalgar. Los patriotas no tienen sentido de la medida y menos cuando se ponen a divagar, que es libre, y este patriota desvelado se consuela imaginando soluciones radicales y patrióticas, hazañas bélicas y acciones de comandos asaltando el Peñón de la discordia. ¿Asaltar? Y por qué no volarlo, desmenuzar esa roca que nos oprime y humilla. El Peñón, a él ya se lo contaron en el colegio, está casi hueco y alberga en su seno secretísimas bases e instalaciones militares de la Royal Navy… Entonces Morenés se saca de la manga unas cuantas toneladas de explosivos sobrantes desde que La ONU prohibiera las bombas de racimo y otras delicatessen elaboradas con muy mala leche en fábricas españolas…Volamos el Peñón y…el patriota queda en suspenso, si vuelan el Peñón es posible que sus restos acaben diseminándose por la bahía y creando un archipiélago de islotes británicos, los enormes fragmentos de roca se convertirán en pequeños gibraltares sin necesidad de recurrir a los bloques de hormigón con pinchos…
El ensueño se vuelve pesadilla que se muerde la cola y el patriota cae en un bucle de patrióticas gestas y sublimes gestos. “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra” que dijo un almirante español momentos antes de perder los barcos, la honra y unas cuantas posesiones coloniales. “No hemos mandado a nuestra escuadra a luchar contra los elementos”… Pues deberíamos haberla mandado porque salir a los mares del norte sin prever tormentas y temporales, amparados por el signo de la Cruz es tentar a la suerte, a los dioses y al Destino que no aguanta muchas bromas… El patriota se está poniendo derrotista: “Vinieron los sarracenos/ y nos molieron a palos/ que Dios apoya a los malos/ cuando son más que los buenos”…El patriota también se está poniendo nostálgico y rememora viejas salmodias patrióticas que recitaban de viva voz en el colegio, pero le salen, heroicas pero desesperadas lamentaciones, las grandiosas combustiones de Sagunto y de Numancia, la Armada Invencible, la cabeza de Viriato traicionado… Y a mucha honra, muchísima honra, sangre de mártires y de héroes fecundando la tierra: “Ínclitas razas ubérrimas/ sangre de Hispania fecunda”… ni el verso optimista y colorista de Rubén Darío sirve para aliviar la depresión pospatriótica…Al patriota le duele España de tanto comulgar con tan patrióticas ruedas de molino. A veces no sabe si realmente le duele España o solo es la próstata: “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la mar…

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Y para rematar la recuperación del sentido de la realidad, y el sentido común, en plan técnico,de Público, cuelgo este otro artículo de Viçens Navarro, que publica ese diario digital, y que profundiza y aclara las ideas, como diosh manda y como hay que aclarar lo que se aclara cuando hay que aclarar lash coshash...

Gracias, profesor Navarro. A base de leerle y reflexionar despacio sobre sus textos, he cambiado la idea que tenía de usted y sus fundamentos.

El fracaso del socialismo liberal

Por Viçens Navarro

23 ago 2013

Ya en 2006 predije qué era lo que ocurriría en España y también lo que le pasaría al partido mayoritario de las izquierdas españolas, el PSOE. En mi libro El subdesarrollo social de España: causas y consecuencias, escrito aquel año, hice una crítica del pensamiento económico del PSOE prediciendo lo que pasaría. Y ha pasado. La caída casi en picado del apoyo popular al PSOE a partir de la crisis (y, lo que es más importante para explicar el declive, a partir de la respuesta del equipo económico a la crisis) era totalmente previsible.
En lugar de alegrarme de haber acertado en mis estimaciones, me apena llevar razón, pues hubiera sido mejor para el país que yo estuviera equivocado. Las consecuencias de lo ocurrido para España han sido enormemente negativas. En realidad, la respuesta del equipo económico del gobierno Zapatero a la crisis preparó el terreno para el desarrollo de las políticas neoliberales del gobierno Rajoy. El camino a seguir lo estableció el gobierno Zapatero, aunque el Ejecutivo de Rajoy lo haya transformado en una autopista muy ancha, con cinco carriles, por los cuales pasan todas las políticas más duras del neoliberalismo.
Ni qué decir tiene que el gobierno Zapatero dio pasos positivos -algunos muy positivos- en las áreas de defensa de los derechos humanos, de igualdad de género y también en varias áreas sociales. Pero en las áreas económicas su comportamiento y respuesta eran de libro de texto liberal. Esta doctrina económica quedaba bien plasmada en el libro titulado De nuevo socialismo, del que era mentor en Economía del candidato (y más tarde presidente) Zapatero, el economista Jordi Sevilla.
En el libro, Sevilla subrayaba la necesidad de bajar impuestos, establecer un tipo único de gravamen, quitar énfasis de las políticas redistributivas, no subir el gasto público, liberar lo que llamaba las energías del sector privado y priorizar el mercado como sistema de reparto de recursos mejor que la intervención pública. Este libro utilizaba un discurso, una narrativa y una argumentación idénticos a los utilizados por los autores de inclinación liberal, a la que debería referirse ahora como neoliberal por su dureza. El famoso discurso del presidente Zapatero en 2005, en el que sostuvo que “es de izquierdas bajar impuestos”, derivaba directamente de ese pensamiento económico (ver el capítulo 1.3 “El debate sobre la estrategia socialista: el nuevo socialismo” de la cuarta parte de El Subdesarrollo Social de España, páginas 276-283).
Al discurso del presidente Zapatero siguió la reforma fiscal de 2006 que rebajó sustancialmente los impuestos, creando, en 2008, un agujero en las cuentas del estado de nada menos que 27.223 millones de euros, que se intentó tapar, al iniciarse la crisis, a base de, entre otras medidas, la congelación de las pensiones. En realidad, el ahorro que el gobierno Zapatero intentó conseguir con esa medida (1.200 millones de euros) se habría podido conseguir revirtiendo la bajada del impuesto de sucesiones (2.552 millones de euros), la del impuesto de patrimonio (2.100 millones) y/o la de impuestos de las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año (2.500 millones de euros).
Jordi Sevilla había incluso propuesto la introducción de seguros privados en la sanidad pública, a fin de corregir los déficits de gasto público existentes en el sector sanitario. El impacto de esta medida habría facilitado la polarización por clase social de la sanidad pública española, tal como ocurre en Catalunya.
La línea liberal aparecía también en las posturas defendidas por Miguel Sebastián, coordinador -al principio- del programa electoral económico del PSOE y, más tarde, asesor económico del presidente Zapatero, antes de pasar a ser ministro de Industria. Coincidiendo con Jordi Sevilla, subrayó en varias ocasiones (ver su artículo en El País. 14 de abril de 2002) la necesidad de bajar impuestos y no aumentar el gasto público, lo cual significaba que España continuaría siendo uno de los países de la Eurozona con menos ingresos al Estado y menos gastos en su Estado de bienestar. Las propuestas de no aumentar el gasto público de Jordi Sevilla y Miguel Sebastián se hacían en uno de los países, España, con el gasto público (incluido el social) por habitante más bajos de la UE-15, el grupo de países con un desarrollo económico similar al de España.
Por si fuera poco, Miguel Sebastián, en una entrevista en El País (21 de septiembre de 2003), indicó que estaba totalmente en contra del intervencionismo público. Y, mostrando un notable desconocimiento de la realidad estadounidense, se refería al Partido Demócrata (al cual atribuía políticas económicas anti intervencionistas) como modelo para el PSOE. En realidad, el gobierno federal de EEUU es el más intervencionista de los países de la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo. A través del sector militar, el gobierno federal ha configurado la economía estadounidense. Como bien dijo en su día el secretario de Defensa de la Administración del Presidente Reagan, nada menos, el Sr. Caspar Weinberger, “el gobierno federal de EEUU tiene la política industrial más avanzada de la OCDE”. Ambos partidos, el Demócrata y el Republicano coinciden en ello. El sector militar industrial está en el centro de la economía estadounidense. Y este sector está dirigido por el Estado, gestionado por la Administración Pública. Esto ocurre tanto con las administraciones republicanas como con las demócratas. En realidad, este sector es incluso mayor con la Administración Obama de lo que lo ha sido con administraciones anteriores.
Su otro comentario en la misma entrevista, señalando el Estado de bienestar estadounidense como un referente político para España, también refleja su escaso conocimiento del estado de ese país. En realidad, hay casi un consenso en el panorama político estadounidense acerca de que la sanidad por ejemplo, en EEUU, es un ejemplo de ineficiencia. Una ineficiencia altamente costosa y sumamente impopular. La privatización de la sanidad y su gestión por las compañías de seguros privadas han sido un “desastre” (mess en inglés, término utilizado por los presidentes Nixon, Bush Sr., Clinton, Bush Jr. y Obama).
Los puntos de vista de Jordi Sevilla y Miguel Sebastián eran representativos de la cultura económica dominante en el gobierno Zapatero, aunque no siempre en el partido PSOE. El carácter presidencialista de exjefe del Gobierno explica que se rodeara de economistas que compartían su ideología. Como resultado, el presidente Zapatero pasó a ser uno de los presidentes menos populares que han existido en España durante la época democrática.
El declive político del PSOE y del PSC
Estas medidas fueron las responsables del colapso político del PSOE, arrastrando con él al PSC en Catalunya. La identificación y defensa del altamente impopular gobierno Zapatero por parte del PSC contribuyó en gran medida a su derrota.
Pero todos los indicadores parecen señalar que no hay plena conciencia de las causas del error de esas políticas económicas. La falta de cambio en la dirección del PSOE es un factor causante del continuo declive. Y su falta de autocrítica contribuye a esta sensación de continuidad. Esta situación se da también en el PSC, donde un economista, Maurici Lucena, que se considera discípulo de Julio Segura y Miguel Sebastián, es el segundo de a bordo del PSC y, a la vez, su portavoz parlamentario. Lucena, siguiendo la línea liberal responsable ha escrito un libro, En busca de la pócima mágica, donde, sorprendentemente, continúa defendiendo estas políticas.
Mientras tanto, todo el debate dentro del PSC se centra sobre su falta o su exceso de catalanismo. Parece que el PSC no entiende lo que ha pasado, ni en España ni en Catalunya. El tripartito, en contra del mensaje promovido por las fuerzas conservadoras, fue un gobierno progresista que, en muchas áreas, incluso las económicas, llevaba -antes de que llegara la crisis- la marca socialdemócrata en sus leyes y propuestas. En las áreas sociales, los cambios fueron significativos. Eso explicaba su popularidad, a pesar de tener a los medios -incluidos los públicos- en su contra. Pero fue su defensa de las políticas de Zapatero y su respuesta a la crisis las que determinaron su gran bajada electoral. Hoy, en toda Europa, el fracaso del neoliberalismo es absoluto. Todos los gobiernos socialdemócratas que llevan a cabo este tipo de políticas han colapsado. Y España, incluyendo Catalunya, no ha sido la excepción.

No hay comentarios: