La sociedad que ha acogido todos los activos tóxicos de la
banca rescatada ha contratado una suerte de blindaje para 42.000
millones de euros de deuda contra la escalada del euríbor para
garantizar la rentabilidad de sus operaciones.
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Qué ridículamente absurdo es el lenguaje "técnico" y saltimbanqui de la indecencia. ¿Pero es que hay algún "banco bueno" que se pueda distinguir de un "banco malo"? Lo justo sería llamarle "banco peor" o "banco pésimo". A ver, a las enfermedades y a las desgracias no se las califica comparativamente. Todos sabemos que no hay enfermedades buenas ni desgracias de poca monta. Una enfermedad y una desgracia se definen en grado positivo nominal. Tal cual son. Al accidente del tren gallego, por ejemplo, a nadie se le ocurriría calificarlo de "accidente bueno o regular", porque los muertos no han llegado a la centena; el atentado de Atocha en esa estadística de baratillo podría alcanzar el grado de accidente "preocupante" y "peor" y el del metro de Valencia, sería catalogado como un accidentito de nada...por eso se le ninguneó desde el principio, se liquidó en una investigación invisible y se cerró el proceso judicial en cinco días. Que para eso era una desgracia de mucha menor cuantía.
Lo mismo sucede con los bancos. Son la enfermedad clarísima y redundante de nuestra especie. Son la desgraciada legalización institucional de la avaricia, de la gula carpanta de lo peorcito de cada casa. De los complejos de inferioridad innata parcheados con chapa y pintura monetaria. El maquillaje de la mugre que decora los abetos de Navidad con caspa de peluquín trepador. La prótesis ortopédica de la inteligencia real. El manifiesto hortera y fardón de la soberbia, el baboseo libidinoso de una lujuria enrarecida que degrada su sexualidad a través de las rentas cuantiosas y hace que una ruina de individuos se coticen fraudulentamente y por inflación verificable, como supermanes, batmanes, casanovas de todo a un "eulo" o héroes y heroínas homéric@s, versión abufonada y abochornante. Primeras páginas de la prensa del sonrojo y cabecera de portada en el catálogo diario de inmundicias.
Sin embargo, los torticeros agentes del lenguaje fabricador del consentimiento, como lo define Noam Chomsky, no cesan de darle a la tuerca. Y, ¡hala!, cogen las palabras, los adjetivos, los morfemas, los fonemas y los sintagmas, los llevan a la tintorería del trapicheo y los dejan irreconocibles. Centrifugados, tintados y planchados. Deformes, encogidos o estirados hasta deshilacharse, y enjuagados en purpurina y arropados en papelalbal simulado y en diferido. Tanto que una ya no reconoce su lengua materna. Y se hace un lío entre el diccionario de la lengua y los despropósitos del habla. Entre el acento redicho y engolado de los parlamentarios y el contenido deforme de su semántica escurridiza. Entre el sofisma del banco-bueno, banco-malo, lo importante es que se lo lleve crudo, igual que aquel gato taoista de Felipe González y Lin-Biao, el chino transversal y adaptable a cualquier cosa que, maquiavélicamente, le diese el poder y sus derivaciones más sustanciosas.
Resulta que el banco "malo" no es sólo malo porque es banco, con todo lo que eso conlleva, es que además ejerce a jornada completa. ¿Qué que hace? Pues va y se apodera de los pisos y casas desahuciados, sí, del botín procedente del saqueo a la ciudadanía del área "quesejodan", y los saca al mercado para que el resto de banca "buena" se lleve los dividendos y multiplicandos de la venta por un lado, y, por otro, las hipotecas que durante toda la vida seguirán pagando los abusados puestos de patitas en la calle, a cambio de vivir bajo un puente o directamente a la intemperie, pasándose la Constitución por el arco de triunfo de la Moncloa (la plaza), con todas las connotaciones históricas que sugiere el símil. Con este panorama forraminífero a la vista, ¿qué defensora del pueblo osaría apoyar la reforma de la ley de desahucios que presentan la PAH y el sector de la oposición menos impresentable?
¿A cambio de qué, tanto esfuerzo bancomalista? Pues de unos sueldazos de los de 30.000 euracos al mes para la directora del enjuague "legal" y lo que te rondaré para el resto, que por supuesto no les pagan los bancos "buenos" beneficiados por el dichoso banco "malo", sino el Gobierno con los fondos del préstamo europeo para pagar la deuda de los bancos "buenos", que no sólo desahucian ciudadanos y los esquilman, sino que evaden y usan las preferentes e inversiones de los ahorradores para comprar bancos ruinosos en Florida, que se sepa, vía judicial, y en cualquier parte, que ya se da por hecho vía escarmiento ciudadano.
Abreviando: que con los "rescates" innecesarios que el experto intermediario Rajoy ha conseguido del BCE, se está financiando, una vez más, y en nuestras propias narices, y "legalmente, por supuesto, -¡faltaría más!, otro "negocio del siglo" para estos ppiratas desalmados y sinvergüenzas, que con el beneplácito y el consenso del PSOE y del resto de mudos escañeados a golpe de urna tergiversada, nos está dejando en la espina, en todos los aspectos. ¿Qué transparencia argumental podría explicar este saqueo del Estado? Ninguna. De ahí el silencio sepulcral y los insultantes acertijos cottolengo fashion, un silencio sólo interrumpido, cuando la evidencia se desborda, por ese lenguaje inentendible y sin contenido alguno.
Pero con esto del banco "malo" ya están empezando a no cortarse y a llamar por su nombre a las cosas. Y con todo el cinismo del mundo definen su negocio redondo, para ellos, como banco "malo" para el resto de españoles no delincuentes y pagadores a la fuerza de impuestos contra sí mismos y a favor del trinque institucional, que roba a saco y desecha jueces titulares como Silva por detener a Blesa, alias "el floridita preferente" y a Carmona para colocar a interinos bambantes y neófitos ad hoc, como Ruz, que interroguen a Bárcenas, alias "el vendetta", y le dejen descansar del estrés en Soto del Real, mientras amplían el show con Cospedal, Cascos, Arenas y la comparsa-guarnición procesional, del brazo en alto hitleriano-franquista, para que con la llegada de septiembre toda la romería ppera vuelva a su estilo habitual: o sea, a la nada. Comparecencias e interrogatorios que no acaban en el banquillo ni en la devolución de los sobres y sólo son excusas para que pase el tiempo y prescriba todo el merder, y son como ir a la verbena de la Paloma. Además de una burla indecente para los ciudadanos, es una atracción más de feria ppoppular para cubrir expedientes inútiles que no engañan a nadie pero se costean con dinero público. Muchísimo. Todo un derroche de medios y fines para seguir en el tajo del desguace ruinoso de España. Por si no era suficiente, los mismos gestores del derrumbe español, también se han lanzado a la aventura del Peñón "malo" y se la han encargado a los andaluces del Peñón "bueno", por si no tenían bastante con el peñazo de los ERES.
Mira por donde, los amantes compulsivos del cemento y del chapapote, que nos están dejando la Península como una pista infinita de aeropuerto sin aviones, de incendios que sólo se apagan cuando ya no queda nada más que quemar y mucho por seguir encementando, y ciudades llenas de basura, porquería y pésima organización, se ponen como fieras corrupias cuando esos mismos materiales los lanzan al mar los llanitos de la Commonwealth. Y llaman a Inglaterra tramposa, ellos, que son los reyes de la trilerología y la estafa sobrecogedora, de la gürtelería, del urdangarinazo, del peor estado en que la pobre España se ha convertido, -y no estamos seguros de que haya sido voluntariamente, porque viendo lo visto, es muy posible que algunas manos sucias y negras hayan hecho la cuna donde duerme el dragón de una mayoría absoluta imposible, que exige cada día más sacrificios humanos- .
(Esto no lo ha hecho Gibraltar; es Valencia siglo XXI, en pleno centro histórico de la ciudad, bajo la bota del pp desde hace casi veinte años...y porque las fotos no pueden olerse, que si se oliera el ambientazo que rodea los contenedores habría que cerrar la página y borrar la foto)
¿Había otras soluciones mejores que hubiesen evitado la sangría sin sentido del banco "malo"? Por supuesto. La solución más lógica en un estado de derecho es proteger a los ciudadanos más perjudicados por causa dela crisis económica e indefensos por falta de medios, subir los impuestos a los más ricos y poderosos , y desde luego, hacer que la banca negocie con ellos y con el Estado, una salida que les permita seguir en sus casas mediante un pago de alquiler con derecho a compra o una dación en pago voluntaria si se prefiere.
A cambio de inyectar dinero público en la banca privada, el Estado debería exigir a ésta, hasta que se devuelva el pago del préstamo estatal, la cesión del parque inmobiliario sustraído a los compradores insolventes, precisamente porque la banca ha arruinado la creación de empleo con su evasión de capitales a paraísos fiscales camuflada de "inversiones" muy rentables, que deberían potenciarse en España y no fuera de ella; el Estado debería haberse convertido en el casero de los desahuciados, cobrando alquileres adaptados a los ingresos de cada familia o comprador en ruinas, ocupante de las viviendas. Así no habría ni siquiera que haber pedido ningún "rescate" que es ahora una deuda inmensa sobre una economía esquilmada y unos ciudadanos agotados de intentar sobrevivir cada día. No habría ningún banco "malo" que sostener con los impuestos cada vez más difíciles de pagar, sino una banca controlada por una democracia verdadera, nada de sueldos y finiquitos de escándalo a los banqueros, a costa de las ayudas del Estado. Si la banca no tiene suficiente para derrochar, que se atenga a una ley que ponga un tope en las pensiones y finiquitos de asesores, presidentes y comparsas políticos en los bancos, que no se sabe qué pintan en ellos, si no es para cobrar una fortuna por hacer el vaina-piraña.
Ahorrando en gastos institucionales absolutamente prescindibles, de protocolo, guardaespaldas, viajes oficiales para pasear malestades y altezas, que son un estorbo para civilizarse de verdad en el siglo XXI, suprimiendo subvenciones a la iglesia católica, que no paga IVI, que tiene más viviendas y posesiones que la banca ladrona y se lleva un pastón; en alquileres a parlamentarios y a cargos oficiales, que no los necesitan porque viven en su casa propia, en potenciar la ridiculez de la "marca España", que ya vemos como está cada vez peor debido al caos, al ridículo y al saqueo ppoppular; ahorrando en coches oficiales, en dietas de figurantes, en corridas de toros, fallas y horteradas por el estilo, en eventos gürteloides, en sueldos triples y cuádruples de políticos incompetentes, etc, etc...estaríamos sorteando la crisis como Francia o como Alemania.
Pero aquí hay vocación gubernativa de camareros perpetuos, de asistentes de hotel turístico, de pinches de cocina televisivos, de extras en todo y maestros de nada, de bocazas que presumen de lo que ni saben ni entienden, de equipos de limpieza sempiterna cuyo mayor interés es que brille el pavimento y los retretes reluzcan como diamantes, ya que son los lugares donde la sociedad se encuentra desde hace siglos: por los suelos, en la mierda y los orines. Que estudien otros. Que inventen ellos, como decía Unamuno. Que el que estudia y piensa se vaya cuanto antes, que molesta e incordia. Por eso los alemanes, los ingleses, austriacos, yankies, chinos o suecos, se divierten y revientan en Mallorca o en Cadaqués o en Aguadulce o en Fuengirola, en Marbella, en Canarias o en La Manga.
Ese éxito turístico heredado del franquismo y del fragairibarnismo, y que tanto le pone a los gobiernos, de cualquier color, es nuestra ruina. Todo el empeño que se pone en servir de chacha con glamour al divertimento de los que piensan, inventan y realizan en otras lenguas y culturas, es una dolorosa tragedia para cualquier país, menos para estos restos patéticos mediterráneos: las tres penínsulas ruinosas, con ínfulas de imperio momificado; Grecia, Italia y España. Qué herencia nos ha dejado la chulería pretoriana y cesarista! El clientelismo, el acoplamiento a cualquier forma de ganar pasta con facilidad y poca preparación. El fanatismo por "lo nuestro". El talante mafioso...El barroquismo formal y complicadísimo del perifollo ornamental sin nada debajo. El apego ansioso a ser esclavos de un jerifalte bien situado o un jerifalte de muchos esclavos fatalmente dependientes, llenos de rencor contra el "señorito", o sea, un caciquismo pueblerino y forrado, garrulo y muy "señor". La mentalidad rastrera de sacar el máximo de lo mínimo. El no disfrutar de hacer lo mejor sino de ganar más con cualquier calidad y si se puede ahorrar en ella, mejor. El ir de listillos creyendo estar puestísimos porque uno no lee ni estudia porque lo tiene todo controlado, ni se interesa por nada serio, pero lee el marca, oye la cope y no se pierde a Ana Rosa ni a Terelu y a su mamá. El ingenio como arma para malversar, abusar y engañar...
El trío calaveras peninsulante, con verdadera propiedad. Y las tres marías en paralelo cartográfico, atacadas por el mismo mal de la piedra en pleno desmigue; de la ruina ética e intelectiva. Vivir del pasado, de desmembrarse a cámara lenta, del folclore, del jolgorio y del desorden de los que vienen para comportarse como jamás lo harían en sus países de origen, es un destino miserable. Como ser el orinal del Continente. O el triturador de basuras universal. Y encima, con orgullo de marca España o de La Roja...
España no es La Roja ni el gobierno es Vicente del Bosque. Por desgracia, ellos son el triunfo de la anomalía. Lo "normal" es la cutrez. El banco "malo" , el gobierno pésimo y la sociedad en Babia, cabreada e inmovilizada por la misma inercia de su mala leche, pensando que esta crisis acabará algún día por sí sola y que las vacas gordas de una Europa de dos velocidades incompatibles, volverán a pastar y a producir sobres en B y ERES como champiñones y quesitos el caserío, a tutiplén por las praderas de Gürtelandia. Pero ya no hay tiempo ni recursos ni planeta disponible para que las momias del imperio romano se repongan del shock posthistórico y metahistérico, en sus pomposas peanas de otrora.
O se cambia con lucidez y empeño o seremos cambiados a la fuerza en siervos de la gleba del tercer milenio y del neotercermundo ultraliberal cruzgamado, informatizados adecuadamente, vacunados con código de barras, masticadores compulsivos de wathssaps-consigna, marcados con el sello de la discoteca multimedia, al servicio de lo más bárbaro que pueda imaginar cualquier Mister Marsahll Feisbuken of Twitterland siempre tan bien venido y vitoreado por el orfeón multiusos de El Fary, Falete, Carmen de Mairena, Camilo Sexto, Manolo Escobar, Pedro Almodóvar o Belén Esteban, tal vez por el ectoplasmna de Lola Flores y de Tino Casal dando un concierto en los jardines de El Pardo por el 18 de Julio o disparando chupinazos en San Fermín o tracas en Valencia por fallas o paseando a caballo recortado, o sea con patas de una sola falange -como manda el espíritu nacional- , por las ferias de Jerez o de Sevilla. O en cualquier casino Lasvegaspanihs donde se pueda fumar hasta la alfalfa y el forraje de la burra Bernarda, mientras ella, con su máscara de anonymus incorporada en la jeta imperturbable, se matricula sin ningún complejo en un master de expansiones periféricas del turismo intramuros y marketing de estiércol underground a cascaporro externalizado.
Todos ellos envueltos en los bucles rojigualdos de la bandera y sumergidos en el apoteosis del himno nacional cantado por Julio, ya Catedrales Vetustas, que los años no pasan en balde, ni el reuma tampoco. La marcha real granadera ( ¿o más bien ganadera?) Qué passsada, ( de rosca, of course!), Borjamari Romualdez de Tirapelossss Patrás. ¿A que mola un mazo, happy happy flower del todo?
Un primor de futuro imposible. Una bazofia surrealista que hay que sacudirse ya mismo si queremos contarlo.
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