domingo, 11 de agosto de 2013

El turista 15.000.000 y la marca Ehpaña

Soy un turista viajero
de los que emigra en verano
como las aves de paso
cuando cruzan el Estrecho
y también los Pirineos
en la ruta del comer
como hacen cada semana
los divos del  Cuéntame
detrás del jamón serrano
la paella y el gazpacho
la tortilla de patatas
el vinillo de Jerez
y el chocolate del loro
que es más bien un  Cómeme
una invitación servida
en el menú del pp
siempre con ese apetito
con esa bulimia aviesa
que convierte sus gobiernos
en inicuo paripé, en trámite
del forramen, en el triste DNI
de una casta siempre hambrienta
de dinero y de poder,
que nunca tiene bastante
si se trata de parné
y sociedad mendicante
con que afianzar el caché.

Amo el turismo de riesgo,
por eso me gusta España
como destino estival
y sobre todo este año
que el escenario se anima
alargando el carnaval
entre el plasma de Mariano
acosando a Gibraltar
con su cara de holograma
su elocuencia magistral
en esa pantalla plana
de pito institucional
y flauta desafinada
y un bromazo de programa
en el quid de gobernar
sin fundamento y sin ganas.
Pero con tal apetito
de trinque institucional
como de negacionismo
que es más bien
obstruccionismo
a la hora informar.

He recorrido países
por todo el mundo mundial
y en ninguno me he encontrado
jamás otra cosa igual
ni siquiera parecida
a lo que pasa en España;
en cosa de dos veranos
esa marca demencial
que por donde pasa, araña,
que no es la bola del drack
sino el bolo de Mariano.

No es ya por la corrupción
porque todos cuecen habas
desde Rusia hasta Japón,
desde Italia a las Bahamas.
de Chicago a Tanganika
y de Londres a Chinchón,
sino por esa dentera
por ese fario estridente
por esa cara tan dura
y esa mangancia insolente
de corte tan popular
con que suelen comportarse
tesoreros, presidentes,
jefes de estado, bedeles,
ministros y secretarios,
"honorables" timadores
de autónoma propiedad ,
monaguillos y quiosqueros,
banqueros y churumbeles,
pescaderos del mercado
barrenderos y furrieles,
generales y soldados
desde el vecino de enfrente
hasta el farlopa de al lado;
España es una zarzuela
sin marisco ni pescado
España no es diferente
sino la cutrez de siempre
con signo centuplicado
por la clase dirigente
que no llega a ningún lado;
sólo al club de una comedia
que no se acaba jamás
y que deriva en tragedia
si se trata de olvidar
historia, trenes y asado
de bosque sin desbrozar,
aviones de baratillo
alquilados al azar. España
es como un bazar
pero de diseño chino,
un sainete tuneado, un astrakán
indecente; el gran teatro del mundo
de un Calderón en picado
cayendo del pentagrama
al son de las preferentes
en el que la vida es sueño
mientras los jetas se forran
y la peña se les duerme
con tan mísera "performans"

Yo al principio aquí venía
para hacer lo que en mi tierra
me multaban y prohibían,
para ponerme morado
con todo lo que pillaba
para vomitar a gusto
por las calles y las plazas
y mear donde apetezca
sin que te digan ni pío.
Borracheras, porros,  juergas
flamenco, toros y bingo,
sexo con otr@s turist@s
que venían a lo mismo.

Pero en estos dos veranos
la cosa se ha removido
con giro copernicano
y además de lo de antes
he descubierto que España
presenta un inmenso circo;
desde la televisión
donde se debate a gritos
sin que importen argumentos
tan sólo la militancia
de quien logra abrir el pico
para aullar más que los otros
usando cada opinión
de alfiler en acerico,
no tanto por la razón
que aporten los argumentos
sino para que se callen
todos los del bando opuesto
por los berridos que rugen
y crecen en decibelios,
como los telediarios
retorciendo las noticias
para transmutar en crema
de vainilla y de canela
el tufo de los chorizos,
que todo es gastronomía
en el país de De Guindos
con mermeladas supremas
donde se cuecen recortes
para pillar de lo lindo
y se salva de la quema
al que más sobres recoge
al que en vez de correr vuela,
quien la ley carameliza,
quien más togas se camela
y más puñetas encoge
para sentarse a la mesa
de la prebenda y del moje.

Un malestad de viñeta
en lujosos ajedrezes
con una reina passssando
en la eterna melopea
del cónyuge mequetrefe,
de corinnas y botswanas
de veleros y de leches;
en la partida final
ella va a lo que conviene
y él a lo que le apetece.
Y así se escribe la historia
de una España que decrece
cargando sobre los lomos
lo que no le pertenece.

Un parlamento tan cutre
tan tímido y tan parado
que es incapaz de mojarse
pa' que no le den de lado
los que el enjuague recuecen
con un poder judicial
que en nada se le parece
a la justicia real.
Y si sale un juez honrado,
le dan lo que se merece:
matarile virtual, difamación
chinchorrera y una fama
de pringado o de loco impenitente,
el exilio o el  parado,
no vaya a ser que remueva
la mierda que crece y crece
en ese cutre mercado
donde siempre permanece
el dictador camuflado
con su patata caliente
bajo la losa de piedra
y el sable desenvainado.

España se me convierte
con tal extraño verano
en un hollywood real
en un thriller  sin fisuras
en una larga aventura
o en un patético western.
Tengo el cine asegurado
de la mañana a la noche
y a tamaño natural
con efectos especiales
que son la vida real
y sin pagar suplementos
a ningún "touropereitor"

¿Qué más se puede pedir
que pasar un mes de Agosto
alucinando en colores
y con los ojos a cuadros
por las calles de Madrid,
de Valencia, de Galicia
de La Línea o de Tarifa?

Un espectáculo así
conmueve más que divierte
deja k.o. la expectativa
de la España divertiente,
donde los trabajadores
ahora son los penitentes,
los dependientes mendigos,
los ancianos un estorbo
que deberán aprender
a dejar de ser engorro
muriéndose cuanto antes
para aumentar el ahorro
en fármacos y asistentes,
las escuelas e institutos
y las univerisidades
sólo serán para ricos
y sólo podrán vivir
los más turbios e indecentes
los caciques y banqueros
que arramblan el presupuesto
las viviendas embargadas
como buitres carroñeros
que se llenan los bolsillos  
con el dolor de la gente.

Ya no es la España de antes,
aquella que sonreía
y te mirabade frente
y no con esa vergüenza
del que ya a nada se atreve;
sólo manifestaciones
donde se grita el dolor
y eso ya no me divierte
que me ha empezado a pesar
y diría que hasta me escuece
y se me quitan las ganas
de andar con ánimo alegre
por sus calles y sus plazas
por sus negocios cerrados
por los carteles de oferta
para ninguna demanda
y haciendo fotografías
al mapa de su desgracia.

Es como una bofetada
que revuelve las entrañas
de cualquier indiferente.
No entiendo como votaron
por mayoría absoluta
al pp de las burbujas
sabiendo como las gasta
su siniestro "aguanta y calla"
y a ese aquelarre de brujas
que son ministras-morralla
al lado de unos ministros
que nunca han dado la talla
por mediocres y por fistros
que pintó en sus pesadillas
Chiquito de la Calzada.

No sé si es amor al riesgo
compasión enajenada...
será solidaridad,
o será por simpatía
o tal vez por masoquismo
por lo que estos dos veranos
he querido hacer turismo
en los parajes de España.
Aunque como no se arregle
el cambio de panorama
y se vayan al garete
esos verdugos cretinos
estoy por asegurar
que otro año más no repito.







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