martes, 23 de octubre de 2012

Un mal pequeño no nos libera de otro más grande. Lo multiplica por sí mismo

Acabo de eliminar un video que me ha llegado con una canción dedicada a maldecir a la Merkel. Dicen que ahora es el turno de la poesía para denunciar las barbaridades de la crisis, del invento horrible  y artificial que llamamos crisis. La poesía, en efecto, en manos de los genios, como Machado, como Neruda o como Czeslaw Milosz, como Silvio Rodríguez, como Homero o el anónimo autor del Poema de Mio Cid o de la Chançon de Roland o Wislawa Szimborska, puede ser y lo es, un arma cargada de futuro, pero no puedo considerarla nunca un disparo de mala leche contra nadie. Porque la poesía hermosea, embellece y eleva. No está hecha para maldecir ni para repartir odio. Aunque sea contra Merkel. El odio es odio siempre y es un veneno para sus poetas (?) y sus difusores, aunque esté escrita en verso y musicada, no deja de ser un arma negra cargada de miseria. Y ya hay demasiada repartida por toda la geografía del mundo, como para seguir haciéndola rular, como pide el post. 
No quiero hacer propaganda de los aborrecimientos machando la poesía con el mal gusto y el exhibicionismo del "poeta" ad hoc, que aprovecha la ocasión como vehículo de su ego y resplandor miserable de su "minuto de gloria". Poetas fueron Méndez y Toxo cuando se remangaron y sin recurrir a You Tube, ni con coros añadidos, se plantaron en Berlín, pidieron una audiencia y se entrevistaron con la Merkel, con la que conversaron durante una hora y que se quedó a cuadros cuando le dijeron que le pedían audiencia para que les informase sobre los recortes españoles, ya que Rajoy se negaba a recibirles y a darles explicaciones con la arrogancia pueblerina del dueño de un cortijo. Eso es poesía hecha vida. Eso es un acto poético y solidario. No un conjuro para maldecir a nadie. ¿Por qué ir contra las personas, en vez de denunciarel modo de malvivir de nuestra sociedad en su conjunto? Los malos políticos, los corruptos, los capitalistas salvajes, los ladrones de la banca, son iguales que quienes les denigran. Se han criado en el mismo caldo nutricio y malaventurado; si ellos estuviesen gobernando serían tan mezquinos y crueles como quienes gobiernan en ese plan. 
El mal no se combate con maldiciones, al contrario, se amplía y se extiende porque destruye la esperanza y aumenta la oscuridad del ánimo y de la mente. Esa misma canción tiene un tinte suicida deseando la muerte a sí mismo para no tener que ver a la Merkel. Piden que rule. Yo os pido que si os llega, primero la escuchéis y veáis el video. Y luego haced lo que os dicte vuestra conciencia.

Nota posterior. Puede que parezca una macabra casualidad. Pero a continuación de haber recibido esa canción-cenizo que comentaba en este post y que aludía a las ganas de morirse cantadas por el bardo de la torpeza, para no sufrir los efectos secundarios del merkelismo, ha habido un suicidio y un intento de lo mismo en pocas horas consecutivas, a causa de los desahucios.
Ya he comentado muchas veces que nuestra sensibilidad energética se ha agudizado mucho en los últimos tiempos, que la mente y la sugestión del inconsciente tienen mucho más poder del que se les atribuye y que la sustancia cuántica del universo está cada vez más activa en nosotros, -por el despertar energético del pensamiento-,  hace el resto. Si cada vez vamos siendo más sensibles energéticamente, es absolutamente necesario, por seguridad, que cada vez vayamos siendo más conscientes y responsables de esas potencias. De lo que pensamos y decimos,además de lo que hacemos. Que no nos dediquemos a propagar los peores pensamientos.
Cuando no haya más remedio que dar una pésima noticia, que se haga lo posible por acompañarla de ideas constructivas y de esperanza; todo tiene solución, sólo hay que estar convencidos de ello y ponerse manos a la obra de la creatividad solidaria, en vez de encerrarnos en las ideas fijas y repetitivas de la catástrofe. Y contar que muchos desahucios se han conseguido parar, que hay bancos que ya admiten alquiler con derecho a compra en sustitución del pago imposible de hipotecas impagables por culpa del recortismo compulsivo de un gobierno atroz. Que hay que hablar con el prójimo y dar la confianza suficiente para que una persona agobiada y aplastada por una situación horrible, no se sienta sola ni aislada; que nadie olvide que su vida y la de cualquier semejante, valen más que los bancos, los desahucios, la vergüenza y el "deshonor" de verse reducidos a la miseria por quienes son todo, menos honorables.
Nadie debería pensar en el suicidio, pero en casos extremos los suicidables que aliviarían al Planeta de su presencia, en tal caso, no son los oprimidos y maniatados por la maldad, sino los merecedores de tal "premio". Los que están impidiendo que la humanidad progrese y crezca hacia niveles superiores. No es cuestión de desear que se suiciden, y mucho menos de dañarles ni eliminarlos, pero sí de desear que se hagan responsables de los males que causan con  su ceguera, su inconsciencia y su egoísmo depredador e indecente. Y para eso estamos manos a la obra. Cada vez con más intensidad y más razones. Ánimo, compañeros de odisea. Lo conseguiremos. Seguro

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