Por algo se empieza

Jueces y fiscales acusan a los bancos de especular con los desahucios

ELSA GARCÍA DE BLAS Madrid 23

“Convierten a los juzgados en sus oficinas de recaudación”, critica la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Ahora sólo queda que además de acusarles, sus responsables se sienten en el banquillo, como todo ciudadano que delinque. Si por robar un coche o una moto se merece una condena en prisión, por apropiación indebida, ¿qué condena merecen quienes especulando y prevaricando, o sea, abusando de su situación privilegiada, despojan de sus casas a quienes han engañado para que las compren a precios mucho más elevados de su valor y con créditos engañosos que suben a su antojo euriborero cuando les parece que no ganan lo suficiente en sus manejos bursátiles, mientras recortan salarios y puestos de trabajo al mismo tiempo? ¿Por qué no convocar un tribunal internacional de justicia para juzgar la corrupción y la especulación, como delitos contra la propiedad, contra la integridad psíquica, la dignidad y los derechos humanos? Si ya se hizo contra el nazismo político, ahora es imprescindible hacerlo contra el nazismo económico y sus vínculos políticos. El mundo, si sigue así, pronto tendrá un nuevo Nüremberg, donde se pedirá cuentas a los delincuentes del portafolios y la cartera ministerial. 

Pasará su tiempo y su tecnología del miedo usada como arma disuasoria. ¿Nadie se ha preguntado por qué en EEUU, donde las tormentas y huracanes nunca pasan, misteriosamente, de Lousiana, Florida o Alabama -tierra de "negros"- de repente, en vísperas de elecciones, se ceba en los estados que más votan al partido demócrata que preside un negro, y deja el símbolo, N.York, hecho unos zorros? ¿Fue casualidad o causalidad que cuando Obama intentó reformar el sistemas de impuestos y crear seguridad social para todos, estallase la tubería de conducción del petróleo en la costa sur del Atlántico -la misma tierra de "negros"- y todas sus playas se contaminasen hasta el punto de sufrir el mayor desastre de envenenamiento de costas conocido hasta entonces en ese país? ¿Creeis que es "casualidad" que un tsunami, como consecuencia de un terremoto en Canadá, que por cierto nadie ha notado en Canadá, teniendo un apotencia nada menos de de 7'7 escala Richter, en el fondo del mar, por supuesto, amenace de repente el estado norteamericano de Haway, de donde es oriundo el Presidente Obama? ¿Y qué pasó con Fukushima cuando Japón estaba saliendo de la recesión económica y el yen cobraba fuerza frente al dólar lo mismo que el euro, porque EEUU se había hundido hasta el cuello en el estallido de su burbuja? ¿Nadie ha sospechado nunca de las "cenizas" del volcán insignificante de Islandia, que invadieron de repente los cielos de toda Europa cuando la isla dejó de pagar la "deuda externa" y se salió del mercado ladrón internacional para ser la única economía europea independiente capaz de crear empleo y tener un paro mínimo, mientras el resto, de Europa se hunde en el abuso de Alemania y satélites pasteros, que  viven de lujo y se  llevan las mentes más preparadas del resto de Europa, completando así el estado de ruina absoluta, pues al "robar" la élite pensante y organizativa se aseguran de dejar sin futuro a los países del Sur? La misma mano negra mueve todas las cunas. Y no es la de Obama, precisamente, sino la que quiere impedir que haya algo de igualdad, de justicia y de derechos. La que gobierna desde la confusión y el anonimato, manejando los sistemas electrónicos, las agencias de noticias y el dinero. Ni siquiera son los aparentes "poderosos", van más allá de club Bilderberg; son una secta depravada y megalómana, con un ejército de millones de idiotizados anónimos, de orcos con el cerebro lavado, teledirigidos  y sin conciencia de lo que hacen. Adictos al consumo feroz de tecnologías alucinantes y "conectadas", a  los videojuegos, que según ellos "agudizan los reflejos y avivan la inteligencia", pero que en el fondo destruyen las capacidades creativas reales, la autonomía intelectual y cognitiva y la voluntad, acrecentando los reflejos automáticos y eliminando la capacidad de discernir. Obedientes en lo fundamental y "rebeldes" en lo insignificante, o sea, que un rockero rebelde y antisistema en apariencia es consumista  a tope de drogas, motos carísimas, sexo de pago con Visa Oro o Master Card, ropa de diseño, etc, etc, mientras va de "rebelde". Orcos descerebrados y sumisos a la nada y al negocio, que sin saber por qué pulsan una tecla y cambian el mercado en los tableros, sin saber por qué suben solos o bajan los valores en bolsa, sin saber por qué ni siquiera la propia OPEP entiende ni controla el sistema de subida del barril de crudo, ni un banco sabe por qué ayer estaba en la cúspide y hoy en el underground.

Mientras, el mundo se agita, condenándose unos a otros,haciéndose la vida imposible. Montando disturbios y contra golpes. Endureciendo leyes cada vez más injustas y respuestas cada vez más fuertes y violentas. Todo es un tinglado. El juego cruel de la locura, que sólo se diluye cuando se recupera el alma perdida y destrozada en los pantanos de miseria, en las ciénagas del engaño y la compraventa. Una tela de araña monstruosa que el mismo ser humano teje y en el que el mismo ser humano se paraliza, se utoaprisiona y se autodestruye, destruyendo a su vez su entorno y a sus semejantes. Hay que pararse en seco y salirse del manicomio, para poder comprender sus métodos y dejar de obedecerlos. Sólo cuando una identidad crítica de extensión suficiente se despierte, esta locura destructiva cesará por sí misma. Ningún soldado querrá pelear para ganarse la vida provocando muerte,ningún político querrá aplastar a los que debe servir, ningún abogado se pondrá al servicio de la delincuencia para defenderla y "lagalizarla", ningún comerciante querrá enriquecerse a costa de empobrecer ni robar a nadie. El cambio esta vez no pude venir de ninguna institución ni corriente ideológica externa y proselitista. De ninguna religión corrompida. Esta vez sólo puede venir del despertar en cadena, por contagio espiritual y psicoemotivo. Por amor. Por misericordia compasiva. No hay  otro camino capaz de hacer ese milagro planetario que necesitamos tanto como respirar.