sábado, 6 de octubre de 2012

IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

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Hay que añadir que comer en el restaurante del Congreso cuesta 3 euros. Lo mismo que a cada niño le cuesta sólo usar el tupper vacío; teniendo en cuenta las diferencias de  sueldos entre el ciudadano medio y las señorías, y que es el ciudadano medio quien les paga comida y sueldo quitándoles a sus hijos el comedor escolar, y a sí mismo el subsidio de paro, las inversiones para crear empleo,los repagos múltiples...en fin, la cosa es una indecencia. Otra más en esta cadena de sorpresas diarias que nos depara la oligarquia de siempre sometida a la tecnología informativa del ahora. Ea, señoríos y señorías, a practicar el autoabucheo del sonrojo por inútiles y a disfrutar esa mayoría absoluta de la pedorreta casera y nada silenciosa. Lo siento, Mariano, pero es lo que hay.
Tómenselo como un  maldeojo crónico e inevitable si no hay dimisión el bloque de por medio y como un riego por aspersión de indignaciones millonarias en quorum; pónganse los impermeables, porque desde luego les está cayendo de todo y Mas que les va a caer, menos empatía y gratitud, bonicos. Y evocaciones a sus parentelas, ni les cuento ni se cuentan ya. Y vosotros, los del chiste, no les déis más idea recortables, porfa, que sólo falta nombrar la soga en casa del ahorcado y que alquilen también el metro cuadrado de suelo habitable, catastral y pisable que ocupan el niño, el pupitre y el tupperware. Capaces son de eso y de mucho más, si se lo seguimos consintiendo, claro está...

2 comentarios:

Sol Ruiz dijo...

Para "campeonas@puntocom"
No sé como acostumbran ustedes a leer los blogs ajenos. Tampoco alcanzo a entender qué motivación les ha llevado a identificar el título de un post de este espacio -"igualdad de oportunidades"- que tiene un significado irónico y crítico hacia una de las muchas e inauditas aberraciones del gobierno actual, con una idea de igualdad de género específicamente dedicado a exaltar a las mujeres deportistas. A las que, por supuesto,respeto muchísimo, tanto como a los hombres deportistas, y a las mujeres y hombres igualitariamente negados para el deporte.

Si a ustedes les hace ilusión darle cera y brillo al ego campeón de la peña femenina, están en todo su derecho, como lo están si quieren hacerlo, en el de participar en cualquier foro o blog en los que se haya diseñado la entrada libre.Como en este caso.
Y dado que el texto de ustedes es inocuo, ni se mete con nadie ni molesta, aquí queda publicado como fruto cívico de la libertad de expresión, que es un derecho inalienable cuando respeta el derecho de los demás.
Y también aquí queda como ejemplo de despiste argumental. Y que haya constancia escrita del peligro que supone para las entendederas desconocer las distintas posibilidades de expresión literaria,y lo que significan términos como "alegoría" y "analogía".

Es muy posible que obsesionadas por hacer panegíricos a las campeonas del deporte, no se le dedique tiempo suficiente a estudiar un poco de lenguaje, de comentario, análisis de textos y de asimilación de conceptos y significados. Simplemente para distinguir lo que se lee escrito por otros, de lo que uno y quiere escribir y expresar.
Como no nacemos sabiendo, sino que hasta los genios necesitan desarrollar su genialidad con un sistema pedagógico adecuado, no estaría demás que la preocupación por localizar campeonas no se limitase el deporte, sino que también se buscasen mujeres campeonas en otras especialidades como la inteligencia, la generosidad, la bondad y el sentido común que impidan los patinazos nada artísticos ni campeones, en los que pueden incurrir cuando no se sabe donde se escribe o se habla, ni si lo que nos apetece decir tiene alguna relación con lo que se está tratando en el contexto al que se pretende hacer aportaciones.
Si eso no se practica, es muy fácil confundir el queso con las témporas y la velocidad con el tocino.

Campeonas, sí, desde luego, pero no de la antología del disparate, porfa.

Sol Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.