Descansa en ti mi alma, Dulzura sin paredes,
creadora y madre nutricia de todo bien
y de toda belleza. Principio personal intransferible
y al mismo tiempo Todo
en un suspiro cósmico expandido
Inmerso ya en tu luz se despereza cada día
el despertar sereno de mi alma
rebosando en tus aguas infinitas
se deslizan los versos que me escribes
así, como volando, sobre el tacto profuso
de las letras
en la rima invisible de otra aurora
Sigue el giro veloz de esta indefensa bola planetaria
que atraviesa las selvas imposibles inhóspitas
pobladas de fantasmas y de máscaras
son como de papel y cartulina
creadora y madre nutricia de todo bien
y de toda belleza. Principio personal intransferible
y al mismo tiempo Todo
en un suspiro cósmico expandido
Inmerso ya en tu luz se despereza cada día
el despertar sereno de mi alma
rebosando en tus aguas infinitas
se deslizan los versos que me escribes
así, como volando, sobre el tacto profuso
de las letras
en la rima invisible de otra aurora
Sigue el giro veloz de esta indefensa bola planetaria
que atraviesa las selvas imposibles inhóspitas
pobladas de fantasmas y de máscaras
son como de papel y cartulina
flotando en los espacios
cuando expandes la voz de tu silencio
y todo se reduce a un soplo irregular
de hojas que vuelan en esta brisa cálida
de un Julio enneblinado y pegajoso
Momentos que se tejen a sí mismos
con hilos y colores siempre nuevos
¿Por qué será, Dulzura sin aristas,
que en tu Presencia no se repite nunca
ni una miga, ni un ápice de nada
sino que todo nace simplemente?
Dicen las religiones y los credos
que como eres creadora no sabes repetirte
ni lo intentas. Que fluyes y te olvidas
de las calcomanías que derivan en sombra
y terraplenes negros
Dice de Ti la vida que inventas al instante
que sólo en el presente te deleitas
que para Ti el pasado es la ceniza
y el futuro es el humo de un pitillo sin fuego
que llevarse al cilindro de la quema
Dice de ti el paisaje del alma
que has bordado en el tiempo
un mantel con festones de seda
y un toque Richelieu,
para servir la mesa en el banquete
de la misericordia solidaria
y que quieres tenderlo
cuando expandes la voz de tu silencio
y todo se reduce a un soplo irregular
de hojas que vuelan en esta brisa cálida
de un Julio enneblinado y pegajoso
Momentos que se tejen a sí mismos
con hilos y colores siempre nuevos
¿Por qué será, Dulzura sin aristas,
que en tu Presencia no se repite nunca
ni una miga, ni un ápice de nada
sino que todo nace simplemente?
Dicen las religiones y los credos
que como eres creadora no sabes repetirte
ni lo intentas. Que fluyes y te olvidas
de las calcomanías que derivan en sombra
y terraplenes negros
Dice de Ti la vida que inventas al instante
que sólo en el presente te deleitas
que para Ti el pasado es la ceniza
y el futuro es el humo de un pitillo sin fuego
que llevarse al cilindro de la quema
Dice de ti el paisaje del alma
que has bordado en el tiempo
un mantel con festones de seda
y un toque Richelieu,
para servir la mesa en el banquete
de la misericordia solidaria
y que quieres tenderlo
en medio de los prados
para que todos tengan
para que todos tengan
el plato favorito de su dieta
y el vino de tus viñas
que en vez de borracheras y resaca
produce lucidez
Este menú que ofreces
guisado en el fogón de tus delicias
se adapta a los rincones de cada paladar
sólo pides a cambio unas ganas enormes
de cambiarse a sí mismo y de reconocerte
de abrir de par en par la puerta cuando llegas
que en vez de borracheras y resaca
produce lucidez
Este menú que ofreces
guisado en el fogón de tus delicias
se adapta a los rincones de cada paladar
sólo pides a cambio unas ganas enormes
de cambiarse a sí mismo y de reconocerte
de abrir de par en par la puerta cuando llegas
y llamas con toque reverente delicado
como si en vez de Dios fueses el siervo
que espera un gesto leve
para servir la cena que enamora y transforma
la mente troglodita
como si en vez de Dios fueses el siervo
que espera un gesto leve
para servir la cena que enamora y transforma
la mente troglodita
en corazón que piensa y en la verdad que ama
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