Las calles de valencia se convirtieron ayer en una auténtica marea humana para rechazar los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy j. aleixandre
*****************************************
El objetivo ya no es evitar recortes ni reclamar nada. Es directamente, echar a los Trolls del gobierno. Ayer sólo en Valencia 250.000 personas salieron a la calle con ese propósito. Una marea humana inconmensurable. Incluídos los policías que se manifestaron en grupos numerosos con sus chalecos y sus banderines. Los militares de paisano. Y su reivindicación, que es la de todos. La ciudad entera era pura ebullición. No había aire festivo ni gestos pacientes. Tampoco hubo violencia alguna. Había determinación y hartura. Un civismo saturado. Ganas de asaltar el Tsarkoietselo, el palacio invernal de nuestros desastres y liberarlo de los parásitos e incompetentes zares de la inutilidad y la malversación. De los "líderes" y lideresas del "qué se jodan!"
Los parados, los excluidos, los recortados, los despedidos, los abandonados, eran el espejo del futuro inmediato. Y no sólo de España, porque los próximos objetivos del rating-FMI serán Italia y Francia. Es un plan estratégico de esta Tercera Guerra mundial que estamos soportando como si sólo fuese una "crisis natural". Y todo continuará mientras los ciudadanos lo consientan y no se planten a pie quieto en las calles. Sin disturbios. Sin gritos. Parados. Quietos. Indefinidamente. En una huelga interminable y silenciosa. Que no funcione nada. Nada de nada. Que cuando sus señorías quieran ir a su trabajo tengan que ir a pie, porque no funcione nada. Ni teléfonos. Ni luz. Ni tráfico. Ni comida. Ayuno para todos hasta que los piratas salgan del Congreso con las manos en alto y hagan pública su dimisión.
Queremos que se vayan. Una dimisión en bloque. Empezando por la Zarzuela y acabando por La Moncloa mientras pasa por las Cámaras, exterminadoras, como las de gas nazis. España. La España temerosa que heredó las esposas morales y psíquicas de la dictadura ya no está. Ha desaparecido sacudida por la realidad de esos no-representantes desvergonzados y delincuentes. ¿Qué harían sus señorías si en sus empresas hubiese gestores y trabajadores como ellos? Forzarían despidos inmediatos. Pues eso es lo que están haciendo los españoles: levantar un ERE en las instituciones irrelevantes, vacías de sentido y nada representativas de la realidad social.
Pues eso es lo que hay. Y menos de lo que habrá si esta panda de no-representantes inútiles no se va o no cambia de raíz, algo que ni en Lourdes tiene arreglo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario