EL TOQUE QUE REMATA LA HAZAÑA

Rajoy asegura que se ahorrarán 65.000 millones en dos años y medio

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Vale, guapo, si después de cerrar la boca para que la fonética logopeda no se te eszszszscape,  recortas todo para ahorrar en dos años 65.000 millones de euros, que por supuesto no van a crear empleo, porque según el pp el dinero público debe ir a los bolsillos de los empresarios amiguetes, porque el empleo público es demasiado cómodo y da pocos beneficios a los piratas de las comisiones y subastas amañadas, el régimen que ha arruinado a Valencia en veinte años. O sea que ese ahorro se irá a los bancos amigos y a los paraísos filibusteros que tanto os gustan.

A ver, si el problema de la deuda española no es del Estado sino del capital privado ¿por qué no recortas al capital privado para hacerle pagar su deuda y dejas en paz a la mayoría de ciudadanos que no tienen culpa de nada y están pagando los platos rotos? O sea, obliga por ley a que los ladrones que han arruinado la banca devuelvan lo que han robado; nada de amnistías. Una búsqueda y captura por la Interpol, de todos los capitales y bancos fraudulentos y cómplices. Cárcel para los ladrones con devolución y desahucio de las propiedades de sus patrimonios hasta que paguen las cantidades sustraídas y malversadas, y premiarles con un proceso rehabilitativo en servicios públicos como la limpieza de calles y de alcantarillas. Recogida y selección de las basuras. Especialidades que las ratas de cloaca  se conocen al dedillo. Y por supuesto en plan trueque: comida y techo por trabajo realizado y la ropa, de Caritas.

Claro que un tratamiento tan contundente como ése conlleva el riesgo de que todo  el pp acabe de ese modo. Quién sabe...a lo mejor se cumple, porque es el deseo de millones de oprimidos. Y la voz y el pensamiento de los que sufren injusticias bestiales como éstas, tienen mucho poder en el universo. Ya lo dice el Magnificat. Si yo fuera Rajoy no me conformaría con ir a misa y luego pisotear a los menos favorecidos...porque las tortillas de la vida, se dan la vuelta cuando empiezan a tostarse demasiado. Es una ley física, cósmica y de sentido común, que visto y comprobado en la práctica de la filosofía rajoyana, que tanto lo cita en sus discursos, está resultando ser el menos común de los sentidos.

Este terminator de la política, empeñado en "hacer los deberes" cada vez recuerda más al niño tonto de la clase, que cuando le dictan un texto para mejorar la ortografía, que dice "romper los cristales es un acto vandálico" , cuando acaba de escribir la frase, se levanta, coge el borrador de la pizarra, lo tira contra una ventana y destroza el cristal. Cuando todos, profesor y compañeros, le miran alucinados, él se queda mirando con la boca abierta y expresión ida y susurra: "Ah, ¿pero no era esto lo que había que hacer?" Voilà, cherchez le President...Dios, qué aberración de "lider" y qué ripio de "equipio"!