CARTA ABIERTA A LA UE

Queridos vecinos de barrio continental

voy leyendo vuestros comentarios sobre la preocupante economía española y me doy cuenta de que andáis informados a medias. Dice Draghi que ya está bien de que paguen los ciudadanos los platos rotos de la banca, que se las vea con sus acreedores que es lo justo. Y así debe ser, es una injusticia manifiesta que los parados, pensionistas, escuelas, enfermos, universidad, investigacion y trabajadores modestos tengan que pagar el latrocinio de una bancarrota por fraude y evasión. Pero eso es sólo la punta del iceberg. Si lo que la UE desea es cohesión, una federación de estados que compartan la honestidad y la transparencia fiscal para establecer una economía saneada en paridad, el primer estorbo es la opacidad y la corrupción más que manifiesta del gobierno español actual . Un berlusconismo a la carta.

Si Europa hizo lo imposible porque dimitiese Papandreu, no entiendo por qué no presiona para que dimita Rajoy, que es mucho peor que el griego dimitido a la fuerza. Cierto que era socialista, pero creo que aunque la Europa mayoritaria actual sea conservadora, debería valorar que es mucho menos peligroso un socialista inteligente y lúcido, que un conservador estúpido e inútil que no entiende nada, que no se atreve a gobernar porque cree que el gobierno sólo debe obedecer consignas bipolares y oscilantes que interpreta a su aire pasadas por el filtro de su escasez intelectiva. De hecho es evidente que para la UE fue mucho más fácil, fluído y nada problemático trabajar con Zapatero que ahora con Rajoy. Al menos Rodríguez Zapatero comprendía adecuadamente los términos del lenguaje  y del problema, mientras procuraba mantener el equilibrio entre el recorte y una sostenible inversión creadora de empleo.
Rajoy cada día cambia el programa sin programa, lo mismo dice que no habrá rescate como que el rescate sólo lo pedirá él porque nadie se lo va imponer y que gracias a él seremos rescatados y salvados con los euros de la BCE, que desde luego van a ser para la banca aborígen, su feudo natural, y no para el Estado que no necesita que nadie lo rescate, a continuación desaparece del mapa, pero ordena a los ministros económicos (que no sabemos por qué no los recorta y deja un solo ministerio ahorrando un pastón y viendo que ni Guindos ni Montoro valen para algo más que para ir de pajes llorones por el Parlamento y la BCE) que nos cuenten el cuento de que no hay dinero para servicios, pero sí lo hay para sus sueldos múltiples, sus privilegios, sus viajes, gastos astronómicos y sus reduplicaciones específicas.
 Con la misma escasez de recursos de que hace gala constantemente Rajoy elige los ministros y colaboradores, todos por debajo de su baremo intelectual, porque no puede elegir a nadie más despierto que él. No les comprendería ni admitiría colaboradores con más luces que las suyas porque creería que están locos. Rajoy es un cerebro del Paleolítico y no da para más. Es incapaz de traducir los signos del tiempo ni de aggiornar sus métodos que son tan primarios como ineficaces. Por eso, querida Europa, si quieres que nuestro euro nos siga uniendo, no se vaya a pique y vaya abriendo puertas más profundas como las sociales, fiscales, jurídicas y económicas, deberías presionar al pp para que cambie de política y de administración. Es imposible que en pleno siglo XXI este gobierno impresentable convierta a la cuarta economía de la UE en la sucursal de Jurasic Park.
Te adelanto que ese partido no te hará caso le digas lo que le digas, tendrás que imponerle un control superestricto, porque miente, calumnia y si es preciso mata para adquirir y mantener el poder; ya murieron 47 personas en el metro por no querer invertir en reparaciones y renovación de vías y convoyes -como iban a avisando los informes técnicos- mientras se gastaba un amillonada en una visita papal ostentosa e inconstitucional porque fue pagada con los impuestos de todos los ciudadanos, naturalmente incluidos los no católicos y los ateos; igualmente en Valencia se han gastado en eventos y despilfarros los fondos de cohesión europeos que se le concedieron para la agricultura, la inmigración o la industria, seguramente harán lo mismo en el gobierno central en cuanto se vean con el rescate en mano. Es un partido tan orgulloso, avaro y necio como obtuso. Todas las comunidades autónomas que gobiernan las dejan en bancarrota, no sólo por pésima administración, sino porque descaradamente usan la política como un grifo de dinero para evadir.
Creo que millones de españoles estamos muy preocupados, no tanto por el rescate como por lo que este gobierno de corruptos podría hacer con ese dinero cuya devolución además deberemos pagar los ciudadanos hipotecando el futuro de nuestros hijos y nietos creando una bolsa de miseria en todo el país. Sin perspectivas de trabajo ni de creación de empleo. Cerrados a cal y canto, diciendo que no hay dinero para la escuela o las medicinas de los más humildes y gastando millones en idioteces como imprimir y enviar vidas laborales, algo que sale gratis por internet, pero ellos prefieren conceder contratas a empresas conocidas y sacar comisiones y favores cuantiosos de cada anomalía o para promocionar las corridas de toros y la "marca España" o en vez de dar trabajo a los diseñadores y artesanos españoles hacer que el espantoso uniforme del equipo olímpico lo fabriquen en Rusia.
Draghi me entendería muy bien, porque en su país la cultura mafiosa y caciquil se parece mucho al pp. 

Por favor, Europa, haz un esfuerzo civilizado y no le des ni un euro a ese partido. Sométele a un control férreo y lleva las cuentas minuciosamente, porque el pp delinque por naturaleza cuando ve dinero por delante. Lo más grave es que ni siquiera distingue el delito de apropiación indebida, de la normalidad. Y cuando se protesta en nombre de los parados y arruinados por sus barbaridades, responden simplemente con todo el cinismo: Que se jodan! Fuck they! Son impresentables. Han llegado al poder por la abstención y el descontento con la crisis, de la que el mismo pp se encargó de culpar al anterior gobierno, como si la crisis sólo fuese española y como si ellos, no fuesen los responsables principales de la burbuja inmobiliaria que comenzó y floreció con Aznar y de las evasiones fiscales de sus capitales y empresas privadas en las que transfunden el dinero público, como en el caso del yerno del Rey o EMARSA o un aeropuerto sin aviones pero con personal que trabaja para  cuidar una estatua gigante del presidente de la diputación de Castellón que ha costado una fortuna y es obra de un íntimo amigo del susodicho presidente, o la gürtel, la cadena corrupta que  llenó los bolsillos de una mafia dedicada a los eventos. O como el conseller de "bienestar social" que se apoderó de los fondos destinados a las ONGs y los invirtió en construir 2000 viviendas a su nombre como propietario y promotor. Por eso insisto, Europa, en que si hay que rescatar a España se nombre un grupo administrador de la BCE de Bruselas y nos se les deje tocar ni un euro. Son un verdadero peligro.

Los españoles estamos esperanzados con el proyecto de que este gobierno dimita después del verano por agotamiento y falta de recursos para seguir al frente de la situación y que unas nuevas elecciones den lugar a una coalición de fuerzas políticas limpias con talante europeísta y una visión mucho más real, positiva, inteligente y creativa del momento actual, para levantar la economía y recuperar los daños sociales y financieros gravísimos que esta plaga de depredadores está causando en nuestro país y acabará por causar en Europa si no se les para a tiempo y se  impide que permanezcan al cargo de unas responsabilidades que les superan absolutamente.
Si los conservadores europeos viesen este panorama de cerca no se reconocerían como colegas de ideología. No me imagino a ningún alemán, belga o francés viendo con toda normalidad a su país en unas manos semejantes. Es como si en Alemania gobernasen ahora los restos de las SA y las SS nazis o en Francia gobernase Le Pen con los residuos de Petain, o una coalición entre Franco y Mussolini y todos ellos volcados sólo en la banca y en apoderarse del dinero público por encima de la legalidad, la responsabilidad y la lógica. Sólo es comparable a una catástrofe natural, pero mucho peor, porque de una calamidad natural se sale con responsabilidad solidaria y trabajo duro, con la fuerza de todos, pero de esta desgracia no se puede salir si no hay algo gordísimo que les haga dimitir en bloque. Y quizás ahí sí que podríais presionar junto a la ciudadanía que ya lo hace con determinación persistente, para que la dimisión se produjese cuanto antes. Estamos en un momento semejante al  fin del reinado de Nerón, con el imperio arruinado, Roma quemada, el pueblo en la miseria por los impuestos desorbitados que subvencionan los caprichos lujosos del oligarca, los pretorianos y las legiones al lado del pueblo contra el tirano y éste ciego e idotizado por su mismo poderío yéndose a recitar incoherencias memorizadas sin sentido alguno a Río de Janeiro, en la cúspide del ridículo intercontinental y a tocar la eurolira a Ucrania con La Roja mientras Valencia sufre y no puede apagar el peor incendio de los últimos veinte años porque no se envían medios eficaces sino empresitas precarias y amigas, por contrato, y el gobierno  autonómico de la bancarrota, al olor del rescate futuro, ya anda componiendo otra burbuja inmobiliara recalificando para la construcción los montes y bosques achicharrados en los incendios incontables y provocados. ¿Quién da más motivos para que les echemos definitivamente del poder que han usurpado con engaños y fraudes y sólo manipulan en propio beneficio? Rien ne va plus. Ya basta.

Por favor, amigos y eurovecinos, help! No les deis dinero, ni un céntimo; pero dadles caña y obligadles a que en vez de amnistiar a  los evasores, sus amigos y "familia", les hagan pagar los impuestos que no pagan. Y ponedles como condición que a un gobierno corrupto no se le subvencionan los vicios cleptómanos. Enviad por sorpresa inspectores financieros que se quedarán de estuco cuando vean lo que hay si es que les dejan verlo y antes no destruyen los documentos con las cuentas que no cuadran. Me atrevo a intuir que la lentitud de Rajoy en aclarar el estado de cuentas nacional, se deba más a la intención de destruir y falsear los documentos que certifican el estado real de los trasvases millonarios, más que al "despiste" aparente y así ganar tiempo para falsificar los datos bancarios y la titularidad de los evasores, entre los que posiblemente encontraríamos al círculo íntimo de la corona, a la "nobleza" millonaria y a múltiples políticos de "profesión" que han actuado y actúan de tapaderas a cambio de porcentajes y prebendas.
Los impuestos que nos ponen se los llevan evadidos en sus bankios con  finiquitos multimillonarios y en sus empresas evasoras que privatizan los servicios sin ofrecer calidad ni atención. En las clínicas privadas no hay recursos para atender adecuadamente a los enfermos y les mandan  a los hospitales públicos que están muy bien dotados de tecni¡ología y grandes médicos, pero recortados, los tienen bajo mínimos, la cuarta parte de su funcionamiento normal y sin fondos.
Así funciona el pp, querida Europa. Tratando de que España se convierta en Eritrea o en L-iberia. Deben irse cuanto antes si es que quieres que el euro no se arruine y la UE retroceda cuarenta  años o se rompa definitivamente. Y si me apuras, te sugeriría que en las presiones no te limites al mero Parlamento Europeo, tal vez deberían intervenir el Tribunal de la Haya y la Interpol. Por desgracia, creo que no es una hipérbole sarcástica, sino la descripción terrorífica de la realidad.

RESPUESTA DE LA UE


“La credibilidad financiera de España es cercana a cero. La credibilidad fiscal es cero. La credibilidad política es cero. Los inversores han sentenciado a España. El Gobierno ha perdido el tiempo en estos últimos meses; ha dilapidado el crédito que le concedía su mayoría absoluta; ha perdido parte de la confianza de las instituciones europeas y toda la de los mercados con una sucesión de errores, muchos de ellos por una pésima estrategia de comunicación, que ahora trata de subsanar sin éxito. ¿Demasiado tarde? No se pueden decir este tipo de cosas en público, pero sin un cambio de actitud están ustedes abocados a un rescate completo”.


“El mercado barrunta un segundo rescate, incluso una suspensión de pagos, y ya está pensando cómo hacer dinero con eso. Los inversores se han ido para no volver; al menos durante un tiempo. ¿Vamos a una intervención completa? De seguir por ese camino, posiblemente sí. Pero España, si arrastra a Italia, es un problema mayúsculo: nadie con dos dedos de frente puede dejar de pensar en las graves consecuencias que eso traería”, indica una alta fuente europea, que se agarra a la posibilidad de una varita mágica de última hora —la del BCE— que no acaba de aparecer.


“Veo pocas posibilidades de que España se libre”, asegura Ken Rogoff, profesor de Harvard y execonomista jefe del FMI. “España va a seguir con graves problemas de crecimiento y de paro hasta que se produzca un desendeudamiento masivo. Eso puede conseguirse con dolorosas reformas estructurales, especialmente en el mercado de trabajo. También con una inflación sostenida en países como Alemania, algo que puede descartarse dado el grado de obsesión del BCE. Y con reestructuraciones y quitas importantes en la deuda, el mejor enfoque pero políticamente el más difícil. Lo más probable, es que eso se haga con más de una década de crecimiento anémico y alto desempleo, combinado en mayor o menor medida con las recetas anteriores”


El Nobel Joe Stiglitz hablaba hace unos días de algo parecido. Pero explicaba que la forma de hacer menos dolorosa esa píldora es levantar el pie en las metas de déficit. “Alemania sigue endureciendo la disciplina fiscal en lugar de hacer algo por promover el crecimiento. Ya se ha visto en tres casos [Grecia, Portugal e Irlanda] que eso es contraproducente. En el caso español, que el Gobierno rescate a los bancos y los bancos rescaten al Gobierno es además algo que ni está funcionando ni puede funcionar”, reiteró a Reuters. Wolfgang Münchau, que dirige el think tank bruselense Eurointelligence, asegura que las medidas de austeridad en plena depresión “son una auténtica locura, prologarán y profundizarán la recesión, incluso elevarán el déficit por su efecto contractivo. Es asombroso que los Gobiernos sigan repitiendo errores cometidos hace décadas”. Con esos mimbres, no hay mucho margen: “España ya no es plenamente soberana, porque el Gobierno ya no puede financiarse. Sí, espero una intervención completa”, añade rotundo Martin Wolf, comentarista económico de cabecera del Financial Times.


Desde California y tras un efímero paso por España e Italia en las últimas semanas, el historiador económico Barry Eichengreen es extremadamente duro tanto con el Gobierno como con las instituciones europeas. “El nuevo paquete fiscal, al igual que sus predecesores, no va a funcionar. Y la inyección de dinero de los fondos de rescate europeos en los bancos no será suficiente. Crecen a diario las posibilidades de que España tenga que pedir una intervención de la troika en toda regla. Eso es atribuible en parte a errores propios, pero sobre todo al fracaso sin paliativos de la estrategia europea anticrisis", critica.


Desde California y tras un efímero paso por España e Italia en las últimas semanas, el historiador económico Barry Eichengreen es extremadamente duro tanto con el Gobierno como con las instituciones europeas. “El nuevo paquete fiscal, al igual que sus predecesores, no va a funcionar. Y la inyección de dinero de los fondos de rescate europeos en los bancos no será suficiente. Crecen a diario las posibilidades de que España tenga que pedir una intervención de la troika en toda regla. Eso es atribuible en parte a errores propios, pero sobre todo al fracaso sin paliativos de la estrategia europea anticrisis", critica.


James K. Galbraith, hijo del mítico John K. Galbraith, apunta que el liderazgo europeo “tiene como prioridad preservar el sistema bancario y el euro, como si eso fuera un fin en sí mismo, en lugar de activar el crecimiento para dar alguna posibilidad a los millones de parados españoles”. “Para cambiar esa realidad, el Gobierno de España debería ser atrevido y perspicaz. ¿Tienen ustedes un Gobierno así?”, inquiere.


Paul De Grauwe, investigador de la London School of Economics, vaticina una intervención completa en otoño, ante los vencimientos de 27.000 millones que el Tesoro —que tiene colchón para aguantar hasta entonces— debe refinanciar. “Si los mercados vuelven a tener un acceso de pánico las cosas se pueden precipitar y en agosto podríamos ver lo que hasta hace poco parecía impensable”, afirma. “Las crisis se toman mucho tiempo a veces en aparecer, pero de vez en cuando se precipitan en una sola noche: Europa está haciendo todo lo que está en su mano para adelantar el reloj. Con la imposición de duras condiciones repite los errores de Grecia y compañía. Con el dogmatismo de Berlín y su cabezonería en que esta es una crisis de chicos buenos (el Norte) y chicos malos (el Sur), ha sembrado una peligrosa semilla: Alemania, Francia, incluso Bélgica se financian más barato ahora que al inicio de la crisis. Incluso a tipos negativos. El mismo mercado que cometió errores de bulto en el pasado inflige un castigo desproporcionado a España e Italia mientras el BCE sigue de brazos cruzados”.


“Esto es una guerra”, decía hace unos días el primer ministro italiano, Mario Monti. También De Grauwe cierra su discurso con una referencia bélica: “Antes de las guerras mundiales nadie pensaba que en último término los países pudieran tomar ciertas decisiones que se revelaron gravísimas. Ahora la cascada de errores, puede llevar a otro tipo de conflicto. España es una economía enorme. Italia lo es aún más, y corre serio peligro. Aún hay posibilidades de detener una fractura del euro de consecuencias imprevisibles: quizá una depresión. Pero ni en Bruselas ni en Berlín parece haber una sensación de urgencia como la que hay en Washington. Y lo más peligroso es que Europa se está metiendo en una trampa: obliga a los países rescatados a someterse a remedios durísimos; a cambio los ciudadanos ni siquiera vislumbran una ligera mejoría. Ese prolongado sufrimiento solo puede provocar desencanto, desafección”, acaba.


Los responsables europeos saben que tienen ante sí un tablero de ajedrez con dos escenarios probables. Una de las salidas del callejón es hacer algo más por Grecia —la crisis va a volver por ese flanco más pronto que tarde— y establecer el paraguas adecuado para proteger a España e Italia: más solidaridad, lo que equivale a más Europa (unión política, unión bancaria), porque nadie, y menos aún Alemania, va a dar ayudas sin extremar el control. La otra dirección, más aventurada, es permitir la salida de Grecia y replantearse qué países deben formar parte del euro. Cualquier cosa es posible a estas alturas. Pero solo cuando la marea llegue a Francia y Alemania, a través de una recesión o una crisis bancaria, podrá verse qué ruta prefiere Europa, empeñada en usar la crisis como método de gobierno.