jueves, 15 de marzo de 2018

Greenpeace informa

Ante la falta de control de las administraciones españolas


Este correo es seguro. Puedes activar la visualización de imágenes de tu correo electrónico.
Madera manchada de sangre
El comercio de madera procedente de talas ilegales es un negocio muy lucrativo. Mueve miles de millones de dólares al año, degrada los bosques y está detrás de graves violaciones de derechos humanos. Ante la falta de controles eficaces, nuestro país se ha convertido en una de las puertas de entrada de madera ilegal a la Unión Europea.
Esta misma semana denunciamos cómo un importador gallego, a través del puerto de Vigo, ha introducido en el mercado de la Unión Europea una partida de madera procedente de una empresa multada reiteradamente por tala ilegal y que, además, está envuelta en una matanza de colonos en el municipio de Colniza, estado de Mato Grosso (Brasil). Aunque las autoridades portuarias de Vigo han querido desprestigiarnos negando los hechos, finalmente han tenido que reconocer que la madera llegó a ese puerto.
Se trata de otra pequeña victoria de nuestros socios y socias. ¡Hazla tuya también!
La Xunta de Galicia, por su parte, no está haciendo nada por investigar al importador de este cargamento de madera manchada de sangre y evitar este comercio ilícito. Ello a pesar de que las distintas administraciones autonómicas están obligadas a controlar que las empresas importadoras que operan en su territorio cumplan los requerimientos para evitar este comercio perseguido por la ley. Por eso es importante que presionemos a nuestras autoridades, como la Xunta de Galicia, para que asuma su obligación y establezcan inmediatamente controles a los importadores de madera.
Las talas ilegales son el primer paso para la deforestación de los últimos bosques primarios del planeta. Se estima que el 30% de la madera que se comercializa en el mundo es ilegal, y movió entre 50 y 152 mil millones de dólares en 2016. Se trata del primer delito medioambiental, según la ONU. La importancia de esos bosques para la salud del planeta es enorme y su destrucción nos afecta también aquí. La responsabilidad no es solo de los países que los albergan, sino también de los que reciben la madera.
Hemos evidenciado que la madera manchada de sangre se cuela en Europa por el puerto de Vigo. Pero tenemos que seguir trabajando. Ayúdanos a seguir presionando a las administraciones y seguir denunciando el comercio de madera ilegal. Porque la salud de los bosques afecta a todo el planeta.
¡Únete a Greenpeace!

No hay comentarios: