lunes, 26 de marzo de 2018

Zafarrancho patriotero



Acabo de colgar aquí, a continuación, tres artículos de lo más esclarecedor sobre el te-mazo del momento. Un profesor de Derecho Constitucional (Pérez Royo), un profesor de Ética (Pérez Tapias) y un periodista lúcido y decente (Suso de Toro), ya que los tres, a  tenor de lo que llevan aportando desde que les conocemos como columnistas y en el caso de Pérez Tapias, también como político en activo, ex-miembro del PSOE, -opción coherente que le honra en todos los sentidos- saben distinguir perfectamente la normalidad democrática del disparate aberrante de una dictadura inoculada por goteo coloreado con los santos óleos de la manipulación y la demagogia más repugnante. Y sobre todo porque con ello garantizan que aún están en sus cabales y no han perdido el oremus. Un gran alivio, además de un rasgo fundamental siempre, pero de extrema necesidad en momentos tan graves y transcendentales como los que estamos padeciendo ahora.

Estas tres miradas complementarias sobre la misma realidad son de un valor impagable. Ayer mismo escuché en vivo(¡?) y muy directo des-argumentos ciertamente monstruosos acerca del tema catalán. Una exaltación demencial del significado "patria" matarife, cínica casquería degradada, cerril y vergonzante. Patria delincuente. Patria  desequilibrada, hundida desde siempre en un patriarcado sin matria complementaria y maestra en igualdades. Gracias al régimen medieval recuperado en pleno siglo XX-XXI y al mix entre corona cómplice y dictadura de facto, lo mismo que en los tiempos  de Espartero o Primo de Rivera de la mano de Isabel II o de su nieto Alfonso XIII respectivamente, España está siendo un prototipo en retropropulsión anti-política, una máquina del tiempo descerebrada y destroyer en medio de un mundo que no entiende y por ello vegeta autoencadenada al suplicio de Tántalo o de Sísifo, a elegir...

Es descorazonador comprobar que cuarenta años de democracia no han hecho el menor efecto civilizador en este gatuperio chiflado y que el mejor psicólogo social que ha pasado por aquí haya sido Frank(o) el destripador desde su pazo de Me-irás y no volverás ("lo dejo todo atado y bien atado, no os abandonaré nunca" sentenció).
 La encomiable y autobombeada transición, honestamente, si fuese tan inteligente como presume, debería reconocer su espléndido y apoteósico fracaso. Si tras cuatro décadas de verdadera democracia hemos llegado a ese pp, a ese psoe y a ese c's como relevo, es más que demostrable y evidente que se ha conseguido dañar y bloquear a la izquierda hasta lograr un psoe de derechas, capitalista, corrupto y construir una cárcel ideológica con el miedo a los cambios imprescindibles, que aísla y deja fuera de juego a la verdadera izquierda que nunca ha podido gobernar precisamente debido a la carencia de educación, de formación  y de información sin sesgos ni partidismos. 
La democracia, a través de la Historia, ha ido creciendo en todos los países normales. Obviamente no es el caso español.
Comenzó con las reformas religiosas del XVI, donde la conciencia con sus valores libres, igualitarios y fraternos fue sustituyendo a las mitologías litúrgicas, los dogmas postcocinados junto a la hoguera y con la fe del carbonero (está visto que  las fallas y la combustión de lo que sea, son lo suyo). La reforma fue dejando bien claro que la Ley de Dios,  y, cómo no, las leyes de los hombres,  solo son válidas y verdaderas  cuando sirven para mejorar a las personas y a la sociedad creando y educando en  lucidez, responsabilidad, amor, justicia igualitaria y conciencia colectiva. No era ni es  el caso del catolicismo marrullero y sus secuelas, ni de coña.
Lutero lo dejó escrito y bien claro en sus tesis  pinchadas en la puerta de una iglesia alemana. Guttemberg, en poco tiempo, se encargó de imprimir el mensaje y difundirlo, lo que significa que las Escuelas Palatinas patrocinadas por Carlo Magno, en la Alta Edad Media con ayuda impagable de Alcuino de York y Rabanus Maurus, entre otros maestros, hicieron su función sin remilgos; las crónicas de la época lo relatan con detalle: restauración cultural, alfabetización y escritura, lectura comprensiva y explicada (comentarios de textos antiguos) ,gramática, etimologías, junto con  el arte de hablar y escuchar razonando, con belleza  y literalmente, sin "la violencia sajona", conservación y reproducción escrita de manuscritos para no perder los conocimientos y mantener la memoria de los hechos. Todo ello contenido en  la  Opera Didascalia de Alcuino. Añadamos la música y las matemáticas, la astronomía, medicina, el estudio de la Naturaleza y de la tierra y obtendremos un resultado admirable, en un Medievo sumido en la oscuridad aparente. Y todo desarrollándose en el siglo VIII. En fin...
Una parte importante de aquellos pueblos en proceso de despertar fue precisamente la organización de las Escuelas Palatinas que se extendieron por  ciudades y pueblos teniendo en cuenta las dificultades de aquel tiempo y la falta de medios materiales que hoy nos parecen tan naturalmente asequibles,( y fue la escuela de Tours tan eficaz y conocida como la de Aquisgrán) El caso es que una parte importande del pueblo sabía, al menos elementalmente, leer, escribir y comprender. Ergo, también sabían pensar por sí mismas.
Con  ese bagaje no resulta tan raro e increíble que  los príncipes alemanes desde sus landers se plantaran ante el mismísimo Carlos V para decirle que lo sentían mucho, pero que en la revolución luterana que pretendía hacer democrática la lectura de la Biblia en los idiomas no "sacros", en el conocimiento directo del mensaje evangélico que significa una relación directa y sin interferencias del ser humano con su origen promordial, iban a desobecedecer al Sacro Imperio sí o sí.  Que dispusiera de sus vidas y haciendas como quisiera, ya que él era su señor por juramento de lealtad, pero entendiendo que esa lealtad no incluía en absoluto el terreno de la conciencia que compartían por completo con Fray Martín, el respondón y constatador in person de una verdad como un templo y que ha pasado al italiano con toda su crudeza en esta frase: Roma veduta, fede perduta.
En su visita al Vaticano, que coincidía en aquel entonces con la recogida en masa de un dineral para el pago de bulas compradoras de parceleas celestes para los difuntos, y así reformar, ampliar y redecorar las "divinas" instalaciones -solo en la estructura arquitectónica, of course, lo importante era lo de menos-  Lutero quedó espantado de lo que vio tanto como de lo que jamás se podría ver de Evangelio ni de compasión en aquel tugurio de corrupción bendecida para recolmo de males. La obediencia a los ritos terminaba donde empezaba su libertad de verdadero hijo de Dios, hermano del prójimo  y seguidore del Evengelio  sin  decorados ni retoques vaticanos imperiales como mediadores. Martin comprobó en carne viva que aquella iglesia fraudulenta no era lo que Jesús predicó sino todo lo contrario. Y además ya  iba descuibriendo que la coherencia con uno mismo era fundamental para salvarse del infierno terrestre, y más importante que el miedo para unas personas de mente  y sentimientos normales, que una vida sin sentido al margen de lo que ya se ha descubierto dentro de sí mismo y en realación con el mundo circundante.

Fue el principio del fin de una era de mordazas y de castigos a los herejes que decidieron separarse de lo que no podían aceptar sin degradarse como seres humanos. Y la primera lección de libertad y dignidad de un pueblo frente a los poderes del fanatismo legislador político y religioso.
Iban descubriendo paso a paso que la verdadera espiritualidad es el legado  más insumiso, crítico y lúcido, por su honestidad esencial, que  podemos heredar y desarrollar. El mismo Karl Max es verdaderamente espiritual cuando afirma científicamente que la religión es el opio del pueblo, aunque es una pena que esa reflexión no haya impedido a sus más empecinados seguidores hacer una religión del marxismo, sin entender el mensaje analítico  y lúcido de su honestidad primigenia. Lo mismo pasó con el mensaje de Jesús el Carpintero sin fronteras y primer comunista de la Historia. En realidad las religiones se parecen más a las legislaciones políticas que a ese  espíritu universal que ellas pretenden poseer en exclusiva, como si fuera posible ser los amos del mar o del aire,del viento, de la lluvia o de la libertad de una conciencia libre.

Pero aquel mensaje sano, curativo y liberador del primer 15M europeo, nunca llegó a España. Ni las católicas majestades que se vienen sucediendo infinitamente en el chollo de la entronización hereditaria de jamelgos endosados, ni el clero predicador de miedos, amenazas y condenas al fuego (¡cómo no!) temerosos ambos de perder la unilaterlidad del chollo y el poder de abrir y cerrar botswanas, yates, solemnes cornamentas, vidorras dobles y escandalosas más cielos e infiernos según se presenten las ganancias, coronas , prebendas, mitras y tiaras, no estaban obviamente interesados en que España se hiciese protestante y los mandase a todos al cuerno, como sucedió en Alemania o Inglaterra o en las zonas euro-calvinistas. Así que, era mucho mejor y más coherente disfrutar de una contrarreforma de lo que nunca se reformó ni se conoció en directo, solo mediante sermones terroríficos y sambenitos inquisitoriales. Igualito que el timo de la Transición ejpañola: que ha sido igualmente la contrarreforma política de un reforma ilusoria que  nunca se hizo de verdad al morir el tirano banderas y cunetas a tutiplén. Para camelarnos se nos domesticó con la zanahoria montoriana de una Constitución pensada por la versión cacique de los supertacañones del Un dos tres institucional , que  a la hora de la verdad cuenta lo mismo que el pito del sereno y mucho menos que las porras policiales ( o sea, pp-psoe-c's). 

Ni que decir tiene que la patología del patrón histórico se ha ido repitiendo tacita a tacita, desde entonces con las revoluciones industriales, con la Ilustración y las revoluciones cívicas y filosófico-socialistas, a partir de Hegel, Marx, Engels, la vena menos retorcida de Lenin y Gramsci, partiendo de los primeros esbozos en la Inglaterra de los siglos XVII-XVIII y sus trabajadores inquietos, artesanos y campesinos en marcha por los barrios, tabernas y grupos religiosos protestantes de la Pérfida Albión, que fueron deportados por sus reyes y clero a las colonias de ultramar o condenados a muerte y colgados en la maléfica Torre de Londres, como también sucedió en las revoluciones francesa y norteamericana, esos procesos colectivos imprescindibles para el despertar social, en España no tuvieron más eco que el rechazo de plano, la persecución, la condena  o la guerra contra cualquier "modernidad afrancesada", como la de la Independencia. Tanteando en un eterno "no estaría mal, tal vez podría, pero en realidad ni puedo ni quiero; Virgencita y ángel Marcelo, que nos quedemos como estamos" que ha venido siendo hasta aquí la principal virtud política y consigna mediática de la marca España por mayoría absoluta. ¿Hasta dónde llega el poder de los merluzos millonetis y corruptos y hasta dónde el encerrinamiento y la tontuna general durante centurias que los reelige una vez y otra, incluso cuando la democracia aunque fofa y debilucha, podría hacer en las urnas que no levantasen cabeza política y hasta tuviese que emigrar para buscar trabajo el clan de la chacutería, despues, naturalmente, de ser obligados por una justicia -que no existe- a restituir lo chorizado, en vez de ser el  pueblo el expoliado y exiliado a la fuerza? ¿Hasta dónde puede ser democrática una monarquía reinsertada en el engranaje de una dictadura por el propio dictador cuyo primer ejemplar reentronizado con calzador  juró los principios del movimiento, más inmóvil que otra cosa, y que jamás llegó a jurar la Constitución, que hipotéticamente, se había dado a sí  mismo un pueblo tan soberanamente engañado por el uno y los otros, y que jamás ha podido experimentar qué se siente al elegir en referéndum libre y soberano cómo y con qué modelo de estado quiere funcionar, que es lo mínimamente justo y lógico en una democracia normal?

Así ha venido sucediendo en todo menester político-religioso-económico y a-cultural. Siglo tras siglo de tavestismo marrullero y atávico para adaptarse formalmente, como un camaleón,  a lo que sea con tal de seguir chupando del bote público mientras se va trasvasando el pastizal al bolsillo privado y España es la reina de los mares, por el paso constante de ofshores en vayvén caminito de Panamá, de las exóticas islas-depósito o cualquier otro paradero salvífico de impuestos y nimiedades sin fuste. Pero nada más.
La cabra tira al monte y no van a cambiar de tendencia en cuatro días lo que llevan praticando desde hace... la intemerata. Sólo una ciudadanía lúcida, despierta, exigente, intransigente con la podredumbre  y responsable de que su destino es lo que ella decida hacer con su libertad -y con la lógica conciencia que sostiene y da sentido a esa liberatad-, que no es una 'unidad destinataria en lo universal' teledirigida desde el Valle de los Caídos por los fantasmas de una dictadura fascista terminator, como lo son todas las dictaduras, (aunque se llamen proletarias en teoría y hasta cínicamente 'democracias' como el destrozo-engañifa que padecemos en la práctica). La decencia inteligente aquí es la excepción que confirma la regla de las españolidades resumida en este axioma: si la mayoría es indecente y estúpida, todo lo que no coincida con ella será anómalo y hay que ir a por ello oé oé, y cuanto antes mejor , no vaya a ser que se nos convierta en una coleción de catalanes con los pies ligeros, como Aquiles pero con barretina y petición de asilo. Que aquí la ley es lo  que cuenta, aunque no haya por donde entenderla ni hacerla pasar de venganza a justicia.

Es completamente cierto e indiscutible que con un gobierno de coalición entre las izquierdas federales y solidarias, democráticas de verdad, siempre tan respetuosas como firmes en el bien común, y justas en esencia, pero secuestradas, desvalijadas  y desprestigiadas sin siquiera permitirles gobernar para demostrar como es su naturaleza política verdadera, la situación española no sería de ningún modo este manicomio delirante y delincuente. 
Como decía Anguita hace muchos años, y por eso le llamaban cascarrabias: se tiene lo que se merece, cuando se vota lo que nos hunde en vez de lo que nos ayuda. Más razón que un santo tenía este hombre honesto y tan raro como anómalo por estos andurriales fuera de todo pensamiento mínimamente potable.

Y basta ya con el mantra ppeppero. No, no todos son iguales. No todos roban, no todos prevarican, ni traman infundios contra nadie. No y no, las pensiones y los derechos no son un lujo, ni un regalo gratuito del estado manirroto que no tendría ni un euro si no fuera por la renta que apoquinan los trabajadores y no para  indeminizar empresas amigas e inútiles sanguijuelas del patrimonio común de estos pueblos tan mal gestionados como manipulados, son servicios que pagamos previamente, mes a mes, y en  todo con el IVA incluido. Aquí el único regalo-chollo es pagar sueldazos (ver el video tutorial de Teresa Rodríguez) a gente como M. Rajoy y su escuela de  depredadores instruidos y titulados en antros como la URJC, por ejemplo, o en los cursos de formación del Psoe andaluz, o los sueldos de Pedro Sánchez, García Page, Susana Díaz o Albert Rivera y Arrimadas, Cifuentes o Cospedal, esa Matahari del Club de la Comedia, por poner algunos ejemplos,. Tales para cuales. Demasiados rotos  para un pueblo descosido por todos lados, y que  a lo largo de siglos jamás ha sabido qué es, ni para qué existe, ni para qué trabaja, ni para qué vota, más allá  de la pasta qeu pueda manejar.  Ni qué significado real y humano, además de político, tienen palabras como libertad, ética, justicia, democracia y conciencia.

Puede ser que cada vez que ha aparecido o aparece por el mapa de las Hispanias un Carlo Magno, un Alcuino, una Hildegard von Bingen, un Lutero, un Spinoza, un Erasmo, un Kant, un Karl Marx o un Miguel Servet, un Antonio Machado, un Miguel Hernández, un Federico Gª Lorca, un Juan Ramón Jiménez, un Buñuel, un Alberti, o un Unamuno, un Pau Casals, un Lluis Companys, un Goya, un Ochoa o un general Escobar, los condenan al exilio o a la cárcel , los ningunean, los ridiculizan y hastasi pueden  los matan con la ley en la mano, para extirparlos de raíz in situ, o en su defecto, ahuyentarlos, amordazarlos y callarlos para siempre.

Catalunya, hoy, a 26 de marzo de 2018, es la prueba más triste y trágica de un curriculum tan demencial como miserable. 

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