martes, 17 de diciembre de 2013

Pobre Blesa; qué vida más dura y qué cara más...¿cómo llamarla?

El diccionario español define como delirio la construcción patológica de un conjunto de ideas deformadas, que sin presentar relación con la realidad, se acompaña de una firme convicción acerca de su existencia. Cuando ese delirio, además, es intencionado para justificar delitos gravísimos de los que no se quiere responder, el delirio alcanza la categoría de delito.

El mismo diccionario, transcribiendo la definición del Derecho Penal,  confirma que  estafar es "cometer algunos de los delitos de apropiación patrimonial, en perjuicio de tercero, caracterizados por el lucro como fin y el engaño como medio"  y lo sigue definiendo como "privar a alguien con engaño, de dinero o de otros bienes valiosos, con intención de no pagar/No satisfacer lo que uno ha prometido pagar". 
La realidad confirma que la estafa de las preferentes es un hecho más que comprobado. Los e-mails entre los autores del delito y sus cómplices, están ahí. La compra con el dinero de las preferentes, por parte de Blesa, de un banco de Florida arruinado, también es un hecho comprobado. La fianza astronómica que Blesa pagó en 48 horas, para salir de la cárcel, es otro hecho irrebatible. 
¿Es justo que un individuo que ha arruinado a cientos de ahorradores, la mayoría modestos, pensionistas que confiaron sus ahorros a "su banco de toda la vida", disponga de un patrimonio de millones de euros para pagarse esa fianza? ¿Por qué, directamente la Justicia no le obliga a devolver lo robado con ese capital? ¿Qué retruécanos usa el "derecho" para justificar algo así y, además, que se descalifique, se insulte y se vaya contra  el juez que pretende aplicar la Ley tal y como es y no como los pperos quieren que sea, buscando tres pies al gato y retorciendo argumentos para deformar la realidad, creando delirios que anulen las pruebas reales? ¿No es acaso una realidad indiscutible que la estafa ha dejado sin blanca a miles de personas, que Blesa hizo la compra fraudulenta y que se ha podido pagar una fianza multimillonaria, mientras sus víctimas no disponen de sus patrimonios perdidos a causa o bien de su torpeza, su negligencia o bien de su voluntad de robar dineros ajenos que gestionaba en nombre de los bancos metidos en el enjuague? El resultado está clarísimo: los que estafó se han quedado sin blanca y él está forrado. ¿Se puede llamar Justicia al sistema de leyes que permite la impunidad del ladrón y el expolio de sus víctimas? ¿Tiene autoridad legítima para gobernar un gobierno cuyo partido está hasta el cuello implicado en esta basura? ¿No se le cae a Rajoy y  a su equipo la cara de vergüenza? ¿Hasta dónde va a llegar la acumulación de basura, que sólo la Justicia puede obligar a limpiar, penalizando y haciendo devolver hasta el último céntimo? ¿Podrá hacerlo una justicia cuyos tribunales, fiscales, vocales y presidentes los han nombrado los mismos que han hecho la estafa de las preferentes?
Blesa, ahora, se queja y se victimiza. ¿Qué tendrían que hacer sus víctimas? ¿Y la sociedad española con lo que quede limpio en sus instituciones al frente de la defensa ética de la Justicia, que, por cierto, un fiscal hace poco ha declarado independientes la una de la otra? ¿A caso es posible justicia sin ética y ética sin justicia y que eso se llame "civismo y democracia"? ¿Siempre va a ser así? ¿Es lícito y legítimo estar obligados a obedecer la ilicitud y la ilegitimidad 'legales' de leyes que protegen a delincuentes y condenan a los perjudicados a perderlo todo y defenestran a los jueces que pretenden que se cumpla la Justicia?

Esta situación ppera e impresentable, reproduce la escuela, donde niños inadaptados, pijos, mal criados por sus padres irresponsables, cuando reciben alguna reprimenda o corrección por parte del profesor, se quejan de que éste les tiene manía y les acosa. Y le acusan de que "la tiene tomada conmigo". Y los padres, en vez de hacer equipo con la escuela, hablar y cooperar con el maestro, para ayudar a su hijo a madurar y a crecer sanamente, le protegen en plan mafioso, disculpan sus mentiras sin averiguar por qué las dice, ni cuál es el trastorno que le afecta para comportarse así, y es que creen que ante todo hay que defender "lo que es de uno", sea como sea. Porque le hijo, como la tierra, eñ dinero o la casa, es propiedad y prolongación de los padres-propietarios. Y los hijos objeto de consumo y manipulación mutua. Y le encubren contra el maestro, aunque sea esa "protección" basura moral, deterioro educativo y daño indeleble en la psicoemocionalidad del hijo al que dicen querer tanto. Si eso es querer ¿qué sería odiar?
Así sucede en los partidos, en las timbas de intereses y dinero sucio que llamamos corrupción, en la religión fanática, en los regionalismos nacionalistas, y en la hinchada del fútbol o de los toros. Inmadurez. Incultura -o sea falta de "cultivo", no de información, que hasta puede sobreabundar y ser usada para manipular y engañar aún más, cuando la ética y la conciencia están missing-. Palurdez absoluta. Primitivismo mafioso, clientelista y caciquil. Y en resumen, una sociedad cutre, casposa, mediocre, cretina y enquistada en unos vicios que a base de repetirlos y "normalizarlos" ha transformado en 'virtudes', en idiosincrasia precaria y miserable, en "personalidad propia", en ese Spain is different basado en la picaresca, que en vez de orgullo, debería provocar vergüenza si la inteligencia superase la del homo habilis y rozase al menos la del homo sapiens. Y no se usase como si fuese un hacha sílex. Como si la convivencia y el gobierno de la res publica, imaginaria hasta ahora, estuviesen a la altura de Jurasic Park.

 

“Han cercenado mi vida profesional”

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, sostiene que la animadversión del juez Elpidio Silva le ha obligado a abandonar consejos de administración

EL PAÍS

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, acudió el pasado 31 de octubre a declarar en calidad de testigo ante el Tribunal Superior de Justicia por la querella de la fiscalía contra el juez Elpidio Silva. Blesa ejerce también la acusación particular contra la persona que le llevó a la cárcel en dos ocasiones; en la primera estuvo dos días hasta reunir el dinero de la fianza, y en la segunda, 16.
La fiscalía sostiene que el juez Elpidio Silva prevaricó en las decisiones que tomó en relación con Miguel Blesa, hasta dictar su prisión incondicional en relación a distintas operaciones que aprobó durante su etapa al frente de Caja Madrid, tanto la compra de un banco en Miami, por un precio supuestamente superior a su valor real, como la concesión de un crédito de 26 millones de euros al expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que a la vez era consejero de la entidad financiera.
En su declaración judicial, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, Blesa evitó contestar a las preguntas del abogado defensor de Elpidio Silva sobre los correos electrónicos que envió o recibió durante su mandato al frente de Caja Madrid y que delataban una relación especial con amigos y conocidos políticos en relación a gestiones de la entidad financiera que presidía.
Tanto el juez instructor de la querella contra Silva como la fiscalía consideraron impertinentes la inmensa mayoría de las preguntas formuladas sobre el contenido de esos correos electrónicos. Lo que sigue es un resumen de algunas de las respuestas de Blesa:
» “Afecta a mi imagen y a toda mi familia”. “Me considero gravemente perjudicado, esto ha afectado a mi imagen, a mi honorabilidad, ha afectado a mi familia, socialmente y profesionalmente. Me ha cercenado las posibilidades de incorporarme a mi vida profesional. Formaba parte de consejos de administración y por mi condición de imputado he debido abandonar, claro que me ha hecho daño, mucho daño”.
» “Animadversión del juez”: “No conozco motivo por el que el señor Silva tenga la animadversión que ha puesto de manifiesto durante todo este proceso. Alguna razón habrá, pero yo la desconozco. (...) He tenido que escuchar expresiones tales como que estamos ante un grupo criminal en una confabulación para delinquir, el juez se negó a tramitar las recusaciones, cómo no va a hacer pensar que hay animadversión”.
» “Pena de pasillo y de televisión”: “Mis perjuicios se han derivado y mis penas de pasillo y de televisión se han derivado de las dos causas instruidas por el señor Silva. Eso es a todas luces clarísimo”.
» “El juez no conoce las prácticas bancarias”. “No tiene conocimiento alguno de las prácticas bancarias. Le hice saber cuáles eran los trámites y los pasos que lleva la adopción de medidas, los comités que intervienen y solo recibí una contestación, usted era un presidente muy presidencialista y las decisiones las tomaba usted solo. Una cosa falsa desde todos los puntos de vista”.
» Díaz-Ferrán a Blesa: “O impulsas el crédito o no sale la operación”. El abogado de Elpidio Silva preguntó a Blesa si Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE, le había mandado el siguiente texto: “O impulsas tú el crédito o no sale la operación”. Blesa dio por bueno el contenido de ese mensaje y afeó al abogado defensor que no leyera otros de Díaz Ferrán que decían: “Siento mucho que no haya podido salir, te agradezco el interés que te has tomado”.
» Los contactos con José María Aznar. Aunque Miguel Blesa se negó a comentar correos electrónicos donde se narraban algunas gestiones del ex máximo responsable de Caja Madrid relacionadas con Aznar, si contestó a la pregunta del abogado defensor sobre contactos con el expresidente del Gobierno en relación a su causa judicial. “He hablado de mi caso como se comenta con un amigo. Claro que he hablado como usted habla con otras personas, pero no le he pedido su apoyo para esta causa. He hablado con muchísima gente, con muchísimos amigos”.
Durante toda la declaración, el expresidente de Caja Madrid sostuvo que desde el primer momento que el juez Elpidio Silva comenzó a instruir la causa contra él, observó muchos detalles irregulares en su actuación, aunque insistió en que desconocía los motivos de esa animadversión.
Blesa llegó a sugerir en su declaración en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que ya sabía que tendría problemas con el juez Elpidio Silva porque mucho antes de que él fuera encausado, el instructor había tenido incidentes por los que había sido expedientado por el Consejo General del Poder Judicial.

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