martes, 3 de diciembre de 2013

Borrachera de éxito y crónicas marcianas

El Consejo de Europa ve la Ley de Seguridad “desproporcionada”

El comisario europeo de Derechos Humanos muestra su “seria preocupación” y espera que el Gobierno reformule la norma.



España es el segundo país tras Siria donde más aumenta la corrupción

Es la peor calificación en 15 años. Solo Gambia, Guinea, Malí y Libia han empeorado tanto, según Transparencia Internacional


España mejora levemente en PISA pero sigue bajo la media de la OCDE

Los alumnos españoles de 15 años apenas levantan sus notas en matemáticas, lectura y ciencias, según el informe de 2012. El país queda en el puesto 25 de los 34 del organismo


El paro baja en noviembre por primera vez desde 1989

El número de desocupados cae en noviembre en 2.475 personas. La Seguridad Social registra 66.829 inscritos menos

El PP veta la comparecencia de Rajoy por los “indicios” de cuentas b

Anabel Díez Madrid
El portavoz del PP reprocha al PSOE que no preguntara la semana pasada, aunque Rubalcaba sí interpeló al presidente
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El paro baja ¿seguro? Si no se crea trabajo ¿en qué están trabajando los parados que no cotizan o es que como Rajoy están cobrando en "b" y se vetan reconocerlo para no pagar a Montoro? ¿ o es que se les está acabando el subsidio y se borran automáticamente cuando dejan de cobrarlo? 
Las cuentas no salen. Y cada vez la gente se da más idem de lo manipuladas que están las informaciones al respecto. Empeñados como están los gestores de la ruina en ir haciendo trampantojos por encima de los "Derribos La Gaviota".

Y ¡Qué maravilla es haber alcanzado el nivelón de Libia, Siria, Mali , Gambia y Guinea en cuestión de respeto a los Derechos Humanos! Jo, qué guay, ¿no? Eso, ossssea, si lo pillan Margallo, Cospedal  o Ana Botella, lo califican de feeling intercultural y alianza de civilizaciones externalizadas en simulado y diferido. Aunque si lo pillan Floriano o Pons, como son los portaquejas, seguro que lo ven desde el ángulo de la calumnia contra su ppartido y lo llevan como un borrón sin cuenta nueva a Transparecia Internacional, considerando que el sólo hecho de que algo transparente los califique ya es un insulto y una provocación. Siendo ellos la opacidad por antonomasia. Que sería como mirar mal a un pederasta por montar una guardería o señalar a un alcoholico por montarse una bodega.



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Herminio Tabalet era un alcalde muy popular y un modelo de eficacia gestora. Todo aquel que necesitaba un permiso para abrir un taller o una tiendecita en Villacutre de Abajo lo conseguía enseguida, sólo tenía que llevar a la conserjería del Ayuntamiento una sencilla bolsa del super con un par de millones de pesetas de la época y en veinticuatro horas, el permiso estaba listo. Veinte años llevaba en la alcaldía y todo el pueblo, tan contento. Cambiaban los gobiernos y el parlamento, pero nunca el alcalde. Además era una víctima, un hombre de bien al que había abandonado su mujer hacía varios años, para irse a vivir al extranjero con un bailarín de flamenco. Herminio era de costumbres muy ordenadas y muy normales. El fútbol, su trabajo de tendero especializado en aperos de labranza, menaje de cocina y herramientas, hornillos eléctricos y transistores, las partidas de mus y dominó en el 'Bar Juanito', y poco más. Un hombre normal. Un buen alcalde. Y todos felices con él.

Fue una mañana fría al inicio de la Primavera. Mario y Luisillo no fueron a la escuela, andaban a la caza de colorines, como llamaban a los jilgueros, para meterlos en las nuevas jaulas que se habían construido en la clase de manuales. Salieron del pueblo y enfilaron la Cuesta de la Cruz, una calle ancha y corta que desembocaba en el arroyo lleno de cantos marmoleados y brillantes bajo el sol de las 10. Y se detuvieron delante de la casa del Alcalde. Grande, aislada, con una gran higuera a un lado de la fachada. Siempre con los balcones cerrados a cal y canto y las ventanas  con las persianas bajadas. Estaban encaramados y a punto de sorprender a los jilgueros en el nido de la higuera cuando escucharon aquel grito horripilante. Se volvió a repetir una vez más. Y cuando iban a salir corriendo se quedaron paralizados. Uno de los balcones se abrió de golpe y un ser espantoso se asomó llamándoles "¡Niños, niños, venid! ¡Sacadme de aquí, no os vayáis, por favor!" "¿Quién eres?" "Remedios, la mujer de Herminio" "Pero si la Remedios está en el extranjero con otro" "Que no, que soy yo, andad, ir al cuartelillo y llamad a la Guardia Civil, pero no llaméis al Herminio que me matará". La figura gritaba, con el pelo encanecido, suelto, en greñas que le llegaban a media espalda. Llevaba una especie de camisón amarillento y roto que le dejaba un hombro al descubierto, no tenía dientes y estaba ojerosa y esquelética.

Los chicos corrieron asustados, si iban al cuartel sus padres se enterarían de que habían hecho novillos, pero si no lo hacían y llegaba Herminio, a lo mejor mataba a la Remedios. 
El cabo de la Guardia Civil con un agente les acompañaron. Fue el final de Herminio Tabalet como alcalde casi vitalicio.

El piso de arriba era un basurero, cerrado, maloliente y en la zona del palomar, que daba a las cuadras por la parte de atrás, encontraron un camastro sin sábanas, con una vieja manta cuartelera llena de insectos y agujeros, entre cajas de cartón, botellas y damajuanas vacías, telarañas infinitas que eran como tapices y colgaduras negras. Un orinal roto y restos de no se sabía qué, pegados al suelo y a las paredes. El hedor era insoportable. Remedios estaba en la piel y el hueso. Sucia, medio ciega y sorda, deformada por las malas posturas y por andar agachada bajo el techo abuhardillado de su prisión. Hablaba a veces sin coherencia y otras gemía que daba escalofríos. Se la llevaron al Hospital Comarcal en el Land Rover del cuartel. Luego fueron al Ayuntamiento.Herminio no estaba. Le encontraron jugando al mus, con la partida del aperitivo; una caña, aceitunas y un pincho de tortilla recién hecha. "Buenos días, Cabo y la compaña". "Acómpañenos, por favor, señor alcalde; está usted detenido" dijo el cabo poniéndole las esposas. "Pero ¿qué pasa? ¿qué he hecho?" "Tiene usted que dar cuenta a la policía y a la justicia de su terrible delito" "A ver, ?qué delito? ¿quedarme con la huerta del Ovidio a cambio del permiso para hacerse el hueco del tractor o porque he subido el precio de los permisos en general a tres millones?" "No, Herminio, por tener secuestrada durante un montón de años a Remedios" "Eh, vayamos por partes, que eso es un asunto familiar que a nadie le importa" "Eso es un delito y le importa a la justicia y a la pobre víctima" "¿Víctima, la Remedios? "Menuda arpía, que se negaba a firmar los papeles para cederme su herencia" "Pues ahora va tener usted ocasión de explicarlo todo a las autoridades" "¡Que soy el alcalde y soy la autoridad!" "La autoridad ya no la tiene"

El tribunal condenó a Herminio Tabalet a veinte años de prisión por crueldad, abusos, tortura física y psicológica, con premeditación, alevosía y crueldad mental, con el resultado de daños irreversibles para su víctima.

Ahora te propongo una lectura interactiva: sustituye a Remedios por España. A Herminio Tabalet por Rajoy y el pp, y habrás comprendido lo que nos está pasando. Como Mario y Luisillo, sal a la calle, denuncia lo que ves y exige que la justicia actúe. Si en el cuartelillo español no te hacen caso, ve al del Consejo de Europa y al de  Estrasburgo. Pero no sigas siendo cómplice de ningún Herminio Tabalet, porque acabará contigo antes de que puedas defenderte. Como Remedios. Y sobre todo, cuando lleguen las elecciones ni se te ocurra volver a votar lo mismo o no votar. A no ser que ya te hayas hecho al rol de Remedios, tengas las neuronas al bies por los malos tratos, estés disminuido por los abusos y, además, tengas el síndrome de Estocolmo.




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