(Para todos los noviolentos que han cooperado a la pacificación y han comprendido la importancia de no aplicar la doctrina Parot, aquí llega el fruto de una labor justa y humanitaria; sí, también con los culpables, porque la misión de la Ley no es machacar por los siglos de los siglos a delincuentes ni a culpables, sino recuperar al ser humano que llevan dentro e integrarlo en la sociedad civil con todos los derechos que se vayan ganando con su cambio y su civismo.
La venganza social es la ruina ética de un Estado de Derecho, donde perdón , arrepentimiento y justicia van de la mano. El más maduro de los elementos en un conflicto es el más generoso y el más consciente y el que debe dar el primer paso para que el conflicto termine y llegue el consenso y la armonía para ambas partes. Patxi López, el socialista que no se achica, con Basagoiti, un popular civilizado y despierto, abrieron el camino del cambio y Rubalcaba como ministro de Interior bordó las negociaciones. ETA dejó la violencia y renunció a las armas como resultado de esa labor. Luego Estrasburgo ha completado el trabajo de que la Justicia brille con la aplicación humanitaria del Derecho Democrático Europeo. Y la mayoría de los españoles han comprendido la situación y han pasado , generosamente, por encima de su propio dolor para lograr el Bien Común de la paz social y política. El terrorismo fue un castigo terrible e injustísimo para todos, sobre todo para las víctimas y sus familias, cuyo dolor desgarrado hemos compartido y seguiremos respetando siempre; pero la solidaridad con ese dolor no podía nublar la necesaria visión del fin completo de ETA y su inercia violenta sin sentido alguno. Los familiares de las víctimas que han accedido a perdonar personalmente y hasta abrazar a los culpables de los asesinatos de sus seres queridos, para hacer posible el fin de la locura y sus venganzas, nos han dado un ejemplo espléndido de civismo y generosidad que nunca podremos agradecerles lo suficiente. Gracias, mil gracias a todos ellos y ellas. Viudas, madres, padres, hijos, hermanos, amigos y compañeros. Sois excepcionales en un país dividido desde siempre entre la generosidad y la grandeza de alma de algunos y el rencor y la miseria emocional más primitiva de muchos, que nos ha deparado tanta guerra fratricida, tanta dictadura y oligocracias y tanto retraso en evolucionar. Hoy me siento orgullosa, por primera vez en mucho tiempo, de ser compatriota de tanto español vasco y no vasco, con tan buena pasta. Benditos sean todos los que anteponen el Bien Común a la rabia, a la indignación, a la revancha y a los intereses personales y partidistas. Sólo así se puede salir de lo peor. Gracias otra vez a todos y a todas)
HACIA EL FINAL DE ETA
El colectivo de presos de ETA reconoce el daño causado
- El Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos (EPPK) acepta la legalidad penitenciaria española en un comunicado
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