Nuestro mensaje es claro: UNRWA no se vende.
La
decisión del gobierno de Estados Unidos de congelar su contribución a
UNRWA no tiene nada que ver con el trabajo de la Agencia, sino con el
deterioro de la relación entre Estados Unidos y la Autoridad Palestina.
UNRWA
es una agencia de ayuda humanitaria y su financiación no pueden
depender de una situación política sobre la que la Agencia no tiene
control.
Estados
Unidos es el mayor contribuyente de UNRWA a nivel mundial, y esta
decisión sin precedentes pone en grave riesgo la vida de los más de 5
millones de refugiados de Palestina, que llevan casi 70 años esperando
una solución justa a su situación.
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