miércoles, 28 de febrero de 2018

Barbaridades reales


Cuanto más lo pienso más alucino. Cada vez que hay alguna movida con la corona me asaltan sin compasión un montón de escrúpulos de conciencia como inoperante y telerigida ciudadana de un país capaz de consentir un sin fin de barbaridades convertidas en legalidad pisoteando la mas elemental de las legitimidades como es el respeto a la libertad de los seres humanos y a su libre elección de oportunidades desde que nacen. Y zas, me encuentro de morros con la ínclita corona de marras que ningún español ni española ha tenido la oportunidad de poner en tela de juicio formalmente  en un referendum al respecto, porque se trata de una comida de tarro amasada con la harina de la Constitución. Y es pastiche se da por bueno diga lo que diga y se haga lo que se haga invocando su nombre, como si cualquier atropello lo hiciese válido el hecho de estar escrito en un listado bendecido por los votos de la ignorancia manipulada, pero eso sí, legal como la que más. Que a legales no nos gana nadie. Aunque lo legalizado sea una aberración, qué tendrá que ver eso a la hora de lagalizar e imponer las cosas, ¿no? Como es el caso absolutamente demencial de establecer una dinastía por parte de un dictador e instalarla en modo democracia, siendo el concepto del "monos arjé" absolutamente opuesto a "demos jracía". Bueno, ¿y qué? ¿Vamos a ser menos que los ingleses, los noruegos, los suecos, daneses, belgas y monegascos, que mira que contentos están con sus reyes y príncipes? Pues de eso se trata, que esas coronas fueron en su día elegidas por sus pueblos. No como aquí. No impuestas por Hitler. Ni por Mussolini ni por Stalin, ni por Franco. Esos pueblos el día que decidan ser república lo serán sin traba alguna, podrán elegir en las  urnas su opción y nadie les va a meter en la cárcel ni les va a apalear por no estar de acuerdo con que los gobierne una testa coronada que jamás osaría soltar discursos como el de  Felipe VI en pleno apalizamiento de catalanes por orden del gobierno tan "legal" por el hecho de estar gobernando y no por hacerlo bien y con justicia. ¿Qué habría pasado en Inglaterra en un caso así? Es más ¿habría habido en Inglaterra un caso semejente, si todos hemos visto la reacción del gobierno y del estado inglés ante el tema de Escocia y su consulta acerca de una posible secesión?

¿Qué pensaríamos de un país democrático en pleno siglo XXI, donde una familia por el mero hecho de tener un determinado apellido heredado deba suprimir los derechos de sus primogénitos y someterlos desde niños a la fantasía de una herencia futura para la que  se les prepara  sin tener en cuenta sus inclinaciones, su interés cultural, ni siquiera sus dotes personales o su coeficiente intelectual, y que ese particular marque para siempre el carácter, la vocación, las circunstancias y el futuro de esas personas, cuya manipulación constituye un delito de lesa libertad y lesos derechos, que se le respetan a todo el mundo menos a ese pobre y manipulado sujeto hereditario , sometido como los caballos o los perros con pedigrí desde su nacimiento y por lavado de cerebro a una vejación constante de su persona con el fin de convertirla en objeto dinástico, del que se aprovechará su familia en pleno y una casta de validos que vivirá a su sombra, con el agravante de la ilegitimidad democrática que supone la implantación forzosa de ese sistema a las voluntades ciudadanas que se han visto obligadas a admitir semejente absurdo por miedo y amenazas por parte de un tirano queen su día  dispuso como herencia el atropello democrático, ya que él mismo consideraba en vida la democracia y la libertad como los grandes males de la sociedad de su tiempo, sin cortarse un pelo al afirmarlo en discursos y sentencias de pena de muerte contra quienes durante su mandato de cuatro décadas intentaron reivindicar libertades y democracia?
Me gustaría ver qué pensarían los españoles ante un caso así, cuando  despellejan a Maduro o a Evo Morales por asuntos mucho menos inquietatantes que el tema del secuestro dinástico y la implantación por narices de una casa real al final de una dictadura hereditaria de la que aún no hemos podido librarnos por un ataque de miramientos imbéciles y sobreactuados entre parlamentarios adeptos al enjuague constitucional aun siendo de izquierdas y socialistas. 

Aunque bien  pensado no sé por qué me extraña tanto algo así en un país donde el primer presidente socialista de la  democracia se iba a veranear en El Azor, por alta mar, el yate del dictador, en vez de  darle  arcadas semejante ocurrencia y caérsele la cara de vergüenza por haber vivido tantos años a la sombra del Pazo de Meirás callando y tragando encantado de que un rojo teórico por fin pudiera estar a la altura del betún más "sosialihta"  y vacacional... Y no sólo él, sino también con el beneplácito de toda su camarilla que no dijo ni mú ante el evento presidencial del cacique de turno . Claro ¿que qué podría decir un viciepresidente que utilizaba los avinones oficiales para evitar los atascos al regreso de sus vacaciones personales porque quería llegar puntual a la corrida en La Maestranza, como Arfonzo Guerra?
Casa Paco a tutiplén, para servir a los señoritos, que ahora, como dijo entonces Juan Guerra, hermano del prenda anterior que le hizo dimitir porque aquello ya era demasié, y en plena tele a Mercedes Milá:"por fin nos toca a nosotros forrarnos después de cuarenta años, ¿no?"
De aquellas polvaredas sin limpiar vienen derechitos estos barrizales a montar escuelas-teller de gobienno sosialihta en el nuevo Psoe que alardea de ser la izquierda fetén. Ains!

Tengo la plúmbea sensación de que la desvergüenza y la falta de inteligencia verdadera no la curan las leyes ni la democracia, ni el derecho, ni que el cinismo y la falta de conciencia se puedan  rellenar y sustutir por ninguna ideología por estupenda que sea, guarrean todo lo que rozan, lo ppringan y lo ppudren.
¿Qué hacer cuando no hay nada dentro de los individuos que estudian leyes o altas tecnologías y hasta son números uno de lo suyo? ¿Qué contenido consciente manejará las normas y canalizará las herramientas dentro de 'seres' que no son sino trozos de carne con ojos y un batiburrillo de deseos insaciables a disposición del mejor postor sin más y capaces de lo peor por el gusto de machacar al prójimo y "hacer carrera"? 
Las leyes sin base moral, ni orientación ética ni ejercico autoconsciente no se distinguen de una copla, de una juerga de botellón , de una jugada en bolsa  o de una estocada al toro de turno. 

Si falta humanidad y la responsabilidad de ser humanos en vez de funcionar como pelusas al pairo de los vientos que corren, todo lo demás está de sobra y hasta es un peligro que haya algo más a disposición de semejante patulea.

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