Alberto Garzón ha sido el portavoz, ante el máximo representante del BCE, en este momento Mario Draghi, no sólo de los españoles en particular, sino de los europeos en general. Mucho más víctimas pasivas que participantes democráticos y activos en el destino y gestión política de Europa. Es gran alivio comprobar que en el Parlamento español ya se escuchan voces que denuncian la barbarie del mercado financiero contra la especie humana.
En el otro polo también está Rajoy, sus esbirros y Toni Cantó. Que nos gustaría que ante las bobadas y estupideces se llamase Toni Calló.
De momento, en el Par-lamento somos minoría, pero en la calle pasa lo contrario. Lo que es una buenísima noticia. Es mucho más fácil cambiar a los diputados de lugar que a la ciudadanía quitarle la conciencia despierta. Todo tiene arreglo con un buen voto aplicado donde toca. Y todo se va a freir espárragos con un mal voto aplicado sonde se roba, se humilla y se esquilma. Y para eso en realidad sólo necesitamos un par de millones de firmas pidiendo la reforma urgente de la ley electoral.
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