Esto de Grecia no es un pacto ni un acuerdo. Es una tenaza estúpida y cruel, una prueba de fuerza y de soberbia ciega,para bloquear y cortar el paso a la conciencia social de Europa que era nuestro patrimonio, el signo de la dignidad europea. De la civilización occidental. Europa, tras la recuperación de la II Guerra mundial, se había convertido en el símbolo mundial de los DDHH y de la democracia libre y solidaria. Evidentemente ese puesto en el ranking del progreso no era de recibo para una economía como la yanky, que se sentía despojada de su glamour como árbitro mundial, gestor y paradigma de libertades y derechos, "supermán" político-militar siempre al quite de los conflictos internacionales de los que sacaba y sigue sacando, tajadas estupendas sin ser jamás atacada en su territorio inexpugnable, pero en realidad careciendo de valores prácticos que se concretasen en una seguridad social, en una educación gratuita con universidades accesibles y careciendo de motu proprio de la igualdad de oportunidades, e incluso practicando aún el apartheid en tantas zonas conflictivas del país y manteniendo en muchos Estados de la Unión la pena de muerte.
Europa se estaba saliendo de madre. La Europa súbdita se había organizado en base a unos valores socialdemócratas, que combinaban la libertad, los derechos y los deberes con un progreso económico espléndido, con un fuerza sindical potente y particiaptiva y una gran preocupación por la justicia social, esto era un bofetón declarado para los USA y un desprestigio dentro de su propio país. Es una curiosa coincidencia que la crisis del euro estallase un año después de que Michael Moore estrenara su documento cinematográfico de denuncia "Capitalismo mon amour" poniendo de manifiesto la cutrez social norteamericana respecto al verdadero progreso social europeo. Era una crónica crudísima de lo que sucedía cuando los norteamericanos venían a Europa y se encontraban una atención sanitaria universal y de gran calidad que les hacía sentirse tercermundistas a pesar de ser los amos financieros y estratégicos del Planeta. Por aquel entonces el dolar estaba debilitado y el euro alcanzaba niveles universales de valor. No podía consentirse semejante derrota moral, social y económica.
La estrategia comenzó con el aumento masivo del wikicontrol sobre los gobiernos, estamentos y hasta ciudadanos, de Europa; Assange y Snowdon lo saben demasiado bien. Siguió con el acoso de las agencias de rating y el ensañamiento del FMI con la exigencia de austeridad extrema, justo para los países europeos de economías menos fuertes y más vulnerables; hay referencias que relatan el por qué del escándalo del Presidente del FMI, el francés Strauss-Kahn, al parecer él no estaba de acuerdo con ese plan antieuropeo y se oponía a ejecutarlo, por eso fue ejecutado políticamente tendiéndole una trampa fácil, porque es muy mujeriego, lo mismo que muchos otros, que seguramente hacen lo mismo todos los días, y jamás lo sabremos, porque son afines al plan demoledor de competencias incómodas.
El caso es que USA consiguió su objetivo: divide y vencerás para cargarte el euro y eliminar a un rival que por entonces daba muy mal ejemplo y ponía de manifiesto que se puede vivir con justicia social y progreso económico cuando son los valores humanos los que regulan la política y no sólo los mercados y las bolsas de Wall Street. La soberbia del gigante desalmado, como en los cuentos antiguos, exigía el sacrificio del hombre. Y entonces se facilitó la propaganda del recorte, la necesidad de que la austeridad se convirtiese en arma socialicida, porque no es un 'austericidio', sino un socialicidio premeditado y planificado con la peor de las alevosías, utilizando la austeropatía como arma letal y pagando a economistas borderline para que diagnostiquen y condenen desde el otro lado del Atlántico los malos hábitos europeos. Demasiado humanos para alcanzar la rentabilidad exigida por el dragón rupestre de las barras y estrellas.
Para esa tarea, USA tenía preparado un equipo de demolición en plenas facultades: la camarilla de europeos procedentes de los bancos norteamericanos arruinados, como Draghi, Monti, De Guindos y Papademos (todos procedentes de la Europa del Sur). Un verdadero 'comando desguace' aplicando su tecnocracia y jugando al Monopoly con la bendición de la UE y de la CE, que no se sabe si por incompetencia o por complicidad, se entregaron de lleno a los manejos de los "expertos" con tales curriculums. El fatal resultado no está provocado ni por casualidad ni por los birlibirloques caprichosos del dinero, como si el dinero pensase por sí mismo la estrategia. Están calculados céntimo a céntimo y lo único que está por desvelarse es si la actitud de Alemania y secuaces es por ignorancia redundante y cabezona o por la misma amoralidad y desvergüenza que mueve a sus socios transatlánticos.
El caso es que USA ha encontrado en la Europpa más carca y retrógrada al mejor aliado que podría imaginar, hasta ir envenenando con prebendas y cantos de sirena perezosa a la mismísima socialdemocracia, y hasta a la mismísima izquierda de toda la vida , que ya había llegado a ver hasta con normalidad dos cosas tremendas: ganar una millonada como europarlamentarios y poner a rentar esas fortunas rebosantes e ingastables en un mes, en un banco-buitre de Luxemburgo, otro miembro de rango y abolengo en la UE cuya riqueza más notoria y rentable consiste en ser el paraíso fiscal oficial del invento. Con tal degradación, con tal laissez-faire, laissez-passer, la crisis lo tenía de lujo para hacer de la eurozona su más exquisito boccato di cardinale. Delikatessen, por decirlo con más propiedad y justeza. Relamiéndose está Don Obama, mientras retoma el rol de 'polibueno' a favor(¡?) de Grecia, tanto como simultáneamente lo está del TTIP que la acabará de arruinar, a Grecia y a los demás a continuación.
Este mejunje idiotizante es un canto al euro-Cottlengo. Y sería un tema de opereta bufa si no fuese a la vez el apocalipsis de la propia UE , diseñado por su socio preferido y siempre tan benefactor: los USA, que han conseguido inyectar en Europa su sistema destroyer y fatal, empeñado en morir con el dolar puesto en cabeza del mundo y a que el mundo se inmole encantado con él. Antes muertos que humanos. Antes muertos que justos. Antes muertos que honestos. Antes muertos que sencillos.
La Europa de antes jamás habría llegado a estas tesituras tan obscenas como gilipollas, con perdón. De la Europa de ahora podemos esperar lo peor, porque está en modo "Loco del Tarot" mezclado con el aroma de Babia. El empecinado ensañamiento con Grecia lo demuestra clarísimamente. La lección y advertencia del merkelato es que este drama no se habría producido jamás con un gobierno afín, o sea ppero. Y que esto le pasará a todo país que saque los pies de la urna y vote en democracia y libre de presiones que no quiere ser maltratado ni arruinado por cargas financieras que son cosa de negocios sucios de la banca internacional empeñada en esquilmar a lo ciudadanos de Europa para llevarse crudo su sudor, su trabajo y sus privaciones, porque su estado del bienestar ya no existe desde hace años gracias a la misma banda de facinerosos con portafolios y corbata.
O Europa reacciona y obliga a Merkel y a sus compinches transoceánicos a recoger velas o la Europa Unida del futuro que todos queríamos, como el Capri de la vieja canción, c'est finí. Un proyecto roto por la injusticia, la crueldad, el desamparo, la miseria de miras y la estupidez, no puede perpetuarse por mucho tiempo sin arruinarse a sí mismo y acabar siendo una colonia sometida por el Imperio del desguace.
La ciudadanía europea de base debería tomar el relevo y convertirse en la euro-Syriza.
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