¿Y nosotros qué?

                                      


A esta Europa modélica y estupenda se le llena la boca de democracia, pero cuando llega la prueba del nueve de ese espíritu extraordinario y tan molón, se desinfla como cualquier dictadura y dice amén a todo lo que le impone la bota de sus 'demócratas' directivos de empresa, a los que les ha concedido una patente de corso absoluta y absolutista en las urnas y con eso cree que ya no tiene más responsabilidad de nada. Olvidando que la democracia, sobre todo, es amplia participación, escucha y transparencia. Decencia y humanidad. 

La ciudadanía, sin embargo, se lava las manos y deja en las de sus mediocres elegidos toda la responsabilidad, no sólo técnica y económica, sino también la ética y la moral. La humanitaria. La democracia real, como la vida, no existe si no se ejerce o sea, si no se respira. Porque desde que gobierna el pp en versión europea, Europa ha dejado de respirar, de ser democrática, para convertirse en un holding plutócrata piramidal. Cada vez más vertical. Adorador del dinero y machacador del ser humano para que produzca más dinero. Una orientación tan desastrosa es deformante de la sensibilidad ciudadana y en vez de ejercer una pedagogía cada vez más civilizada y despierta, vuelve a las inercias del clima "entre guerras" de los años 20 y 30 del pasado siglo, con una locura atroz por el control del dinero y los mercados; en realidad es una guerra solapada, cuyas víctimas no mueren bajo las bombas sino aplastadas bajo el poder de las finanzas.

Lo están advirtiendo autoridades económicas, intelectuales y hasta políticas, ya lo advirtió largamante José Luis Sampedro, y ahora economistas ¡ como Torres López, los Nobel en Economía Krugman y Stiglitz,  filósofos y educadores como Habermas, Chomsky o Navarro, políticos como Hollande, Obama y hasta el conservador y carca Cameron, pero mientras la ciudadanía europea no salga a la calle en masa e invada las redes sociales con iniciativas por el cambio ético de Europa, y mientras en el Parlamento de Bruselas sólo se oigan las voces de 'estigmatizadas' de la izquierda radical(¡?) -si fuese radical no estaría cobrando una pasta por tragarse sapos de tal calaña- , países como los del Sur de Europa seguirán siendo aplastados impunemente y el resto de europeos observando el partido y comentando incidencias de poco fuste. Es penosísimo escuchar o leer a la mayoría de los "políticos profesionales" y a los periodistas  adeptos al régimen depredador (que son la mayoría) en las tertulias y entrevistas. Cambiando el orden de factores y alterando el producto sin que lo parezca. Tratando de colocar en el mismo plano a la UE y a Tsipras con razonamientos como éste: "Bueno, ya has logrado ganar tu referendum rojeras, ahora te corresponde tomar la iniciativa en las negociaciones". Traduciendo a la realidad: "Muy bien, mendigo chuleta, ya te has salido con la tuya sacando a la luz la miseria de tu gente, ahora te toca ir a palacio y tomar la iniciativa del juego de tronos, a ver como te apañas en este trance, Gladiator". 

Si Europa fuese normal, o sea, si fuese eso de lo que tanto presume: civilizada, justa y democrática, en un caso como éste -que sería imposible en tal tesitura- su reacción sería la contraria: el pueblo griego se ha agotado, lo hemos agotado desde la cúpula sin escucharle, confundiendo a los ciudadanos con la red clientelista de sus pésimos caciques, exigiéndole que pague lo que no puede pagar aunque quiera porque tiene que elegir entre pagar una deuda infinita o hundirse en la miseria absoluta, y ha manifestado en las urnas que no puede soportar más tortura económica y social. Nadie, en una confederación de Estados Europeos puede llegar a ese nivel de atrocidad mecánica y autómata sin que los demás sean indiferentes, y Europa, la estupenda, lo ha sido. Lo está siendo. Si hasta ahora los griegos no han podido pagar la deuda, si renegociarla los va a seguir asfixiando y sangrando al resto de economías en precario, ¿no sería lo más inteligente borrar las deudas impagables y empezar en otra onda, un camino de recuperación y solidaridad, como hizo Europa con Alemania destrozada por una guerra que provocó ella misma? ¿Qué habría hecho esta Alemania de hoy consigo misma de encontrarse cara a cara en idéntica  situación, como ahora? ¿Cómo era la Europa de Willy Brandt y de Olof Palme? ¿Hubiese sido posible un estado tan atroz fomentado por Alemania en aquel tiempo? No. Jamás. Alemania era una potencia admirable, donde los derechos y valores humanos estaban por encima de cualquier negocio de Estado. Ahora es simplemente la usurera de Europa que intenta contagiar e imponer su mediocre visión al resto de  la Comunidad.

El mantra mediático "¿Ahora qué vas hacer Tsipras?", tiene que dar la vuelta y ponerse frente al merkelato: ¿y ahora qué vas a hacer Merkel? ¿Caín, qué vas a hacer con tu hermano? Llevas cinco años aplastándole con tu bota en su garganta para que no respire, pero además, con crueldad refinada, le has mandado un equipo técnico para proporcionarle una respiración asistida por el que le quieres cobrar la fortuna que no posee, ni poseerá nunca mientras no pueda respirar por sí mismo. ¿No lo entiendes? A un ahogado hay que reanimarle, devolverle la vida y el oxígeno, no acabarle de asfixiar acusándole de que no quiere respirar mientras le miran desde lejos a ver qué hace.
Pretenden hacer creer a la ciudadanía que oponerse a las políticas económicas del exterminio es oponerse a un futuro federal de Estados Europeos, y no es verdad. A todos nos interesa esa unidad, pero nunca al precio del sadismo cruel del socialicidio austerópata impuesto por la dictadura financiera de Merkel y su banca amiga.. Así no. Jamás. Y debemos dejarlo meridiano, cristalino, clarísimo.

La conciencia de Europa no puede estar muerta, no es posible. Y ya no se trata de nacionalismos ni de cabezonadas, tiras y aflojas, son seres humanos en emergencia, son ciudadanos que se han quedado sin derechos ni libertad ni soberanía para regular su economía y su moneda, que fueron inyectados en un consorcio económico sin calibrar primero el peso que arrastraba su Estado, igual que en España, Portugal. Irlanda e Italia. Rescatar una economía no es entramparla más, es quitarle los lastres para que produzca y se regule sin machacar a las personas, porque ellas son el motor y si no pueden comer ni pagar el alquiler, no podrán trabajar, ni las empresas invertir ni los proveedores ofrecer productos, ni los empresarios pagar ni los trabajadores hacer su función...ni los bancos ingresar dinero. Los ricos no pueden seguir desarticulando la economía con desigualdades cada vez más patológicas, sin una ley europea que condene la evasión de impuestos y capital con tanto ahínco como condena "el despilfarro social" o los pequeños desajustes y errores en el pago de impuestos de los pobres, así, nunca, nunca, podrá ser un proyecto político serio ni digno, ni siquiera realizable por completo. Y no es extraño que los miembros más castigados por esa arbitrariedad cegata, estén considerando,  a pesar de todos los riesgos, si no será mejor estar fuera del grupo y regular su miseria por su cuenta. Tiene toda la lógica. Y están en su derecho de elegir si prefieren miseria propia que puedan ir solucionando entre todos o miseria impuesta e irreversible. Al menos ellos pueden decidir con más autoridad que nadie, porque conocen su realidad, como gestionar lo mejor posible lo que les queda. Es el mismo caso de España. La diferencia estriba en que aquí la capacidad de mentir desde el poder y la aceptación acrítica de las mentiras como placebo, están, al parecer, mucho más generalizadas que en Grecia. Y de eso se está valiendo un gobierno de títeres, que en realidad están movidos por los hilos bilderbergianos de Merkel y del FMI.

He leído a periodistas y articulistas que me parecían lúcidos hasta descubrir  comentarios como éste, referidos a Varoufakis y a Tsipras: "No se puede maltratar a una autoridad como Lagarde llamándola criminal". "No se puede presionar a Europa con un referendum para lucirse como político" . "Un hombre con esa pinta de motero y macarra no es presentable ni serio". "Cuando se está necesitado no se puede exigir nada de ese modo" En cambio sobre Grecia todo es tibieza, anécdotas insignificantes y superficialidad. Y sobre la UE no se dice nada. Todo está bien. Prefiero atribuir esa actitud panfletaria a la pésima educación que llevamos a cuestas antes que aceptar que estén comprados. Seguramente la causa es que están domesticados, como la mayoría de españoles, en la rutina mental, en lo "políticamente correcto", y en considerar tanto las formas que se han quedado sin capacidad para ver el fondo.

Ante este panorama de pérdida de valores humanos por parte de los europolíticos, debe ser la ciudadanía la que salga a la calle, la que se mueva, la que se plante, la que exija a los eurodiputados que respondan a su condición de portavoces y bajo ningún concepto aprueben con sus votos la opresión y el castigo contra los griegos por parte del merkelato y sus cómplices. 

Los ciudadanos de Europa no pueden hacer lo mismo que Poncio Pilato, lavándose las manos de un crimen de lesa y humana europeidad en el que participan si se callan y simplemente observan desde las gradas una verdadera tragedia homicida como si fuese un partido de la Champion, comentando la habilidad de unos y la torpeza de otros, como si no estuviese en juego, no sólo la consistencia y el sentido de la UE, sino sobre todo, la vida, los derechos fundamentales, la dignidad y el futuro de la ciudadanía europea. Lo que hoy están haciendo en Grecia a las claras, también lo están haciendo en silencio y manu militari en España y en Portugal, en Italia, en Irlanda, en Chipre... Así empezó Hitler, siendo elegido democráticamente por la mayoría...Si no empleamos bien la democracia, ésta se volverá contra nosotros y se convertirá en dictadura.

Y la supuesta 'prensa libre' puede tomar nota del riesgo que supone ir de árbitro cuando el juego está amañado.