miércoles, 8 de julio de 2015

Sepamos y recordemos quién es quién.

Juan Peset


Retrato del Rector Juan Bautista Peset Aleixandre.

Juan Bautista Peset Aleixandre, también Joan Baptista Peset Aleixandre (Godella, 1886 - Paterna, 24 de mayo de 1941) fue un médico, catedrático de universidad y político español. Fue fusilado por las autoridades franquistas tras el final de la Guerra Civil.

Biografía

Juan Peset nació en 1886. Era hijo del eminente médico valenciano Vicente Peset Cervera, exponente de la edad de plata de la medicina en Valencia.1
Con apenas 22 años, había completado cinco carreras: era doctor en Medicina, Ciencias y Derecho, así como perito químico y mecánico. Su trayectoria profesional se decantó por la Medicina, siendo uno de los máximos exponentes de la medicina experimental o de laboratorio en España y liderando un importante grupo experimentalista en la Universidad de Valencia. Dirigió la revista La Crónica Médica, referencia obligada de la medicina experimental.
Llegó a ser catedrático de Toxicología y Medicina Legal en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, siendo decano de aquella entre 1930 y 1931. Tras el advenimiento de la República, Peset sería sucesivamente vicerrector de la Universidad (entre 1931 y 1932) y, tras la dimisión del rector por ser nombrado magistrado del Tribunal Supremo, rector (entre 1932 y 1934 (tras el triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933, Peset dimitió, aunque su dimisión no fue aceptada hasta el 28 de mayo de 1934). Durante su mandato y el de su antecesor, trató de impulsar la democratización de la universidad, con la representación de auxiliares y estudiantes y la mejora material de las instalaciones. También fue uno de los impulsores de la creación del Instituto Cossío de Valencia, "un mismo de renovación docente". Como responsable de salud pública del ayuntamiento de Valencia, dirigió campañas de vacunación para acabar con las epidemias.

Presidente de Izquierda Republicana en Valencia, fue candidato del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, resultando elegido diputado (fue, con 84.106 votos, el candidato más votado en la circunscripción). En mayo de 1935 había participado en el mitin de Manuel Azaña en Valencia, en el que reunieron más de sesenta mil personas.
Durante la guerra, prosiguió sus labores humanitarias, ayudando asimismo a perseguidos por las milicias en la zona republicana, llegando a refugiar a gente en su propia casa. Fue comisario civil del Ejército y responsable de varios hospitales, lo que compaginó con su labor de diputado. Asistió a la última sesión de las Cortes republicanas en Figueras el 1 de febrero de 1939, pasando la frontera francesa poco después. Sin embargo, volvió a la España republicana, tratando de mediar en el golpe de Estado del coronel Casado. Tras finalizar la guerra, trató de embarcarse en Alicante y partir al exilio, pero no lo consiguió y fue detenido por los franquistas. Comenzó un peregrinaje por campos de concentración y cárceles (campo de concentración de Albatera, campo de concentración de la Cartuja de Porta Coeli, cárcel del mismo nombre) hasta que el 15 de enero de 1940 fue internado en la Cárcel Modelo de Valencia. Mientras tanto, mediante una orden publicada el 29 de julio de 1939, Juan Peset, colectivamente con otros muchos docentes, había sido separado de su cátedra por ser “pública y notoria la desafección [...] no solamente por sus actuaciones en las zonas que han sufrido la dominación marxista, sino también por su pertinaz política antinacional y antiespañola en los tiempos precedentes al Glorioso Movimiento Nacional”.

Fue sometido a dos consejos de guerra, en marzo de 1940. En el primero, ante la denuncia hecha por los médicos falangistas Francisco Marco Merenciano, Ángel Moreu González-Pola (que posteriormente llegó a catedrático de Oftalmología de la Universidad de Santiago) y Antonio Ortega Tena, fue condenado a muerte, recomendando sin embargo la propia sentencia la conmutación por una pena de reclusión de treinta años. Dos días después de emitirse el odontólogo José Roca Meca reclamó un nuevo juicio, enviándole al auditor de guerra el texto de una conferencia que Peset había impartido en 1937, en la que éste criticaba la sublevación calificándola de respuesta inadecuada de los que no habían aceptado que habían perdido las elecciones, logrando una segunda sentencia en la que ya no había ninguna recomendación de gracia. En mayo de 1941 el Ministerio del Ejército certificaba el "enterado" de Franco y poco después fue fusilado en las tapias del cementerio de Paterna (donde según el estudio de Vicente Gabarda “Mort a Paterna”, fueron fusiladas 2.238 personas tras la Guerra Civil).
El poeta valenciano en lengua valenciana Vicent Andrés Estellés compuso en su memoria Ofici permanent a la memòria de Joan B. Peset, que fou afusellat a Paterna el 24 de maig de 1941.
En la ciudad de Valencia llevan su nombre el hospital Doctor Peset, el colegio mayor dependiente de la Universidad de Valencia3 así como una gran avenida.


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Historia de una traición típica de la bajeza moral más repugnante: 

En 1939, Juan Peset fue denunciado por tres médicos falangistas, entre ellos el doctor Francisco Marco Merenciano (1903-1954), director del Psiquiátrico de Valencia, presidente del Tribunal Depurador de la Diputación de Valencia y miembro del Tribunal Depurador de Magisterio. En la guerra, Peset trabajó en un hospital militar mientras que Marco en el Socorro Blanco. Inmediatamente, Peset fue separado de su cátedra de Medicina legal, que ostentaba desde 1916, y fue dada como auxiliar a Marco Merenciano, quien lo denunció ese mismo día. Entre las declaraciones acusatorias de Marco Merenciano destacamos: «Fue el encauzador o dirigente de la política de izquierdas de esta capital; siendo una figura de relieve y significación por su influencia moral y dada también su categoría social por tratarse de un catedrático de la Facultad de Medicina». Esos mismos motivos fueron por los que había sido condenado Julián Besteiro.









Marco Merenciano era inseparable de los jóvenes psiquiatras Juan José López Ibor (1908-1991) y Pedro Laín Entralgo (1908-2001), quienes residían en el colegio mayor Beato Juan de Ribera, de Burjassot y juntos editarían la revista Norma (1935). El psiquiatra Carlos Castilla del Pino, alumno de López Ibor en 1943-1946, en sus memorias Pretérito Imperfecto decía: «Marco era una gallina de escasos vuelos al lado de Ibor y Laín». 
Peset pidió ayuda a Laín e Ibor, quienes fueron miembros del Consejo Nacional de Falange desde el 9 de septiembre de 1939. López Ibor no hizo nada por Peset a pesar de que éste lo consideraba como su «discípulo predilecto». La diferente actitud de Laín recogía el testimonio: «Me cabe la amarga satisfacción de haber acompañado de despacho en despacho, implorando clemencia, a la que pronto iba a ser su viuda». 
Castilla del Pino continuaba recordando: «Marco era un católico sectario hasta extremos que debieron hacerlo terrible en los años de posguerra». Efectivamente, en 1942, ante un auditorio falangista aseveraba: «El marxismo, queridos colegas, es una enfermedad y en nuestras manos está en gran parte su tratamiento». Según el psiquiatra Enrique González Duro, en su obra Los psiquiatras de Franco: Marco Merenciano era un exponente del «franquismo psiquiátrico», cuyos máximos exponentes serían López Ibor y Antonio Vallejo Nájera (1889-1960), que dieron cobertura ideológica a la represión franquista y para ellos el marxismo era una patología psiquiátrica. El doctor Peset Aleixandre fue condenado a muerte el 4 de marzo de 1940, pero con petición de indulto. La delegación provincial de sanidad de Falange, en la que estaba Marco Merenciano, recurrió la sentencia y fue vuelto a condenar a muerte el 25 de marzo sin posibilidad de indulto. Fue fusilado en Paterna el 24 de mayo de 1941. 
La actuación del doctor Peset durante la Guerra Civil diríamos que fue la de un santo laico, salvando vidas de combatientes republicanos en los hospitales militares de Valencia y Castellón, haciendo lo mismo en la retaguardia con las vidas de derechistas y religiosos perseguidos por elementos extremistas. 
Resaltamos como última evocación de su categoría humana la carta de despedida a su esposa e hijos que dice: «El destino me ha elegido como instrumento de su injusto dolor. Confío, seguro en Dios, en que algún día mi patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano que jamas hizo mas que servirla cumpliendo sus deberes legales». 
 
En el año 2007 se aprobó la Ley de la Memoria Histórica que obliga a los Ayuntamientos a retirar los símbolos del franquismo. En Llíria sigue existiendo una placa conmemorativa de Marco Merenciano. Valga al menos en honor a Juan Peset Aleixandre este recuerdo. 
 

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