Resultados elecciones Valencia: Acaba la era Rita Barberá
El PP obtiene 10 ediles y Compromís 9 - Ciudadanos logra seis por cinco del PSPV, mientras València en Comú tiene tres
25.05.2015 | 04:03
josé parrilla | valencia
Fin de una era.
Las elecciones municipales celebradas ayer tienen como principal conclusión el descalabro del Partido Popular y de su principal activo, Rita Barberá, que tendrá que abandonar la alcaldía de la ciudad después de 24 años liderando sus destinos. Al final del escrutinio, el PP perdía la mitad de sus 20 concejales y se quedaba muy lejos de la mayoría absoluta (17), tanto que ni con la improbable suma de ciudadanos, que ha obtenido 6 representantes, podría salvar los muebles.
La segunda noticia de la noche es otro vuelco, pero en este caso en el liderazgo de la izquierda valenciana, que queda en manos de Compromís después del histórico dominio del Partido Socialista, que pierde tres concejales y baja a su mínimo histórico, cinco representantes. Joan Ribó, por tanto, será con toda probabilidad el nuevo alcalde.
Con pequeñas variantes, muchas encuestas publicadas al final de la campaña electoral habían vaticinado un fuerte descenso del PP y de Rita Barberá, pero la alcaldesa, que se presentaba a su séptima elección después de cinco mayorías absolutas consecutivas, confiaba al menos en obtener una renta suficiente que le permitiera gobernar en minoría. La opción de pactar con Ciudadanos estaba prácticamente descartada después de las insistentes declaraciones de su líder, Fernando Giner, respecto a la necesidad de cambio.
El veredicto final, sin embargo, ha sido demoledor. Barberá ha perdido la mitad de los votos, más de cien mil, y la mitad de sus 20 concejales, lo que la aboca directamente a la oposición o al retiro, que a última hora de la noche de ayer era la opción más barajada dentro del partido.
La etapa Barberá ha terminado. Han sido 24 años de gobierno hegemónico que han llegado a su fin. Valencia hoy se levantará de izquierdas, como lo fue en los primeros años de la democracia y hasta el año 1991. Puede decirse que termina una era, porque ni con los exitosos 6 concejales de Ciudadanos alcanzaría la mayoría absoluta.
En su comparecencia de anoche la alcaldesa echó por delante la victoria de los populares en estas elecciones, pero admitió que «es insuficiente». «Es un resultado malo, no lo voy a ocultar», dijo. «Este resultado no me gusta nada por Valencia fundamentalmente y por el PP, pero creo que los votantes siempre tienen razón y a eso me voy a sumar».
Según dijo, «los valencianos tendrán el gobierno que han querido», aunque cuando vuelva de Madrid de analizar estos resultados con el Comité Nacional del partido tratará de buscar, dijo, un pacto de estado contra los extremismos. Nada dijo de un posible abandono del ayuntamiento, aunque el presidente del partido en Valencia, Alfonso Novo, aseguró en su comparecencia que Barberá no recogería su acta de concejal si no era alcaldesa.
Este nuevo tiempo lo liderará Compromís, concretamente su candidato, Joan Ribó, que ya obtuvo tres concejales en las elecciones de 2011 y que esta vez ha triplicado sus representantes, superando con mucho al Partido Socialista, otro de los grandes perdedores, que con Joan Calabuig al frente ha obtenido los peores resultados de la historia. Ya hace cuatro años, cuando bajo de 12 representantes a 8, se pensó que había tocado fondo, pero la atomización de la izquierda ha hecho mella en los partidos tradicionales. De hecho, Esquerra Unida, que había logrado volver al consistorio la pasada legislatura, ha vuelto a quedar fuera por los pelos. Apenas unas décimas la han separado del dramático 5% de corte.
El beneficiado ha sido València en Comú, la marca de Podemos en Valencia, que liderada por Jordi Peris, ha cosechado 3 representantes, menos, en cualquier caso, de lo que se esperaba de este partido emergente con ambiciones más nacionales que locales. Ahora pues, Compromís, el Partido Socialista y València en Comú suman 17 concejales, justo la mayoría absoluta del ayuntamiento de Valencia, justo la mayoría de un nuevo tiempo.
Fin de una era.
Las elecciones municipales celebradas ayer tienen como principal conclusión el descalabro del Partido Popular y de su principal activo, Rita Barberá, que tendrá que abandonar la alcaldía de la ciudad después de 24 años liderando sus destinos. Al final del escrutinio, el PP perdía la mitad de sus 20 concejales y se quedaba muy lejos de la mayoría absoluta (17), tanto que ni con la improbable suma de ciudadanos, que ha obtenido 6 representantes, podría salvar los muebles.
La segunda noticia de la noche es otro vuelco, pero en este caso en el liderazgo de la izquierda valenciana, que queda en manos de Compromís después del histórico dominio del Partido Socialista, que pierde tres concejales y baja a su mínimo histórico, cinco representantes. Joan Ribó, por tanto, será con toda probabilidad el nuevo alcalde.
Con pequeñas variantes, muchas encuestas publicadas al final de la campaña electoral habían vaticinado un fuerte descenso del PP y de Rita Barberá, pero la alcaldesa, que se presentaba a su séptima elección después de cinco mayorías absolutas consecutivas, confiaba al menos en obtener una renta suficiente que le permitiera gobernar en minoría. La opción de pactar con Ciudadanos estaba prácticamente descartada después de las insistentes declaraciones de su líder, Fernando Giner, respecto a la necesidad de cambio.
El veredicto final, sin embargo, ha sido demoledor. Barberá ha perdido la mitad de los votos, más de cien mil, y la mitad de sus 20 concejales, lo que la aboca directamente a la oposición o al retiro, que a última hora de la noche de ayer era la opción más barajada dentro del partido.
La etapa Barberá ha terminado. Han sido 24 años de gobierno hegemónico que han llegado a su fin. Valencia hoy se levantará de izquierdas, como lo fue en los primeros años de la democracia y hasta el año 1991. Puede decirse que termina una era, porque ni con los exitosos 6 concejales de Ciudadanos alcanzaría la mayoría absoluta.
En su comparecencia de anoche la alcaldesa echó por delante la victoria de los populares en estas elecciones, pero admitió que «es insuficiente». «Es un resultado malo, no lo voy a ocultar», dijo. «Este resultado no me gusta nada por Valencia fundamentalmente y por el PP, pero creo que los votantes siempre tienen razón y a eso me voy a sumar».
Según dijo, «los valencianos tendrán el gobierno que han querido», aunque cuando vuelva de Madrid de analizar estos resultados con el Comité Nacional del partido tratará de buscar, dijo, un pacto de estado contra los extremismos. Nada dijo de un posible abandono del ayuntamiento, aunque el presidente del partido en Valencia, Alfonso Novo, aseguró en su comparecencia que Barberá no recogería su acta de concejal si no era alcaldesa.
Este nuevo tiempo lo liderará Compromís, concretamente su candidato, Joan Ribó, que ya obtuvo tres concejales en las elecciones de 2011 y que esta vez ha triplicado sus representantes, superando con mucho al Partido Socialista, otro de los grandes perdedores, que con Joan Calabuig al frente ha obtenido los peores resultados de la historia. Ya hace cuatro años, cuando bajo de 12 representantes a 8, se pensó que había tocado fondo, pero la atomización de la izquierda ha hecho mella en los partidos tradicionales. De hecho, Esquerra Unida, que había logrado volver al consistorio la pasada legislatura, ha vuelto a quedar fuera por los pelos. Apenas unas décimas la han separado del dramático 5% de corte.
El beneficiado ha sido València en Comú, la marca de Podemos en Valencia, que liderada por Jordi Peris, ha cosechado 3 representantes, menos, en cualquier caso, de lo que se esperaba de este partido emergente con ambiciones más nacionales que locales. Ahora pues, Compromís, el Partido Socialista y València en Comú suman 17 concejales, justo la mayoría absoluta del ayuntamiento de Valencia, justo la mayoría de un nuevo tiempo.
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