lunes, 4 de mayo de 2015

Pasos necesarios para los neosiervos de la gleba




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Hay un gravísimo y urgente problema por resolver para España y para el Sur de Europa. Y es la dependencia del euro en un mapa económico completamente dual, dividido entre Norte y Sur. Hasta ahora ningún partido político con aspiraciones electorales parece interesarse seriamente en aportar propuestas nuevas y realizables, que cooperen al cambio de estructura de la política europea, dando por bueno e intocable el sistema más desigual e injusto que jamás hubiésemos imaginado los europeos hace tres tres décadas. Europa se ha rendido a la dictadura del capital salvaje y se ha quedado sin defensas frente a su barbarie, justo, porque ha terminado por infiltrarse, como una religión poderosa, en el tejido social y económico, hasta aniquilar el sentido ético en las conciencias y el moral en las leyes. Europa se está pudriendo, quizás irremisiblemente, si no reaccionamos ya. Por supuesto que los más beneficiados -los países del Norte- no van a mover pieza porque les va muy bien con lo que hay. Sólo los perjudicados del Sur tenemos la capacidad de afrontar lo que hay, y sobre todo, de lo que habrá para todos y a no tardar demasiado. 

Es un retroceso en la evolución humana, volver a la economía de amos y esclavos. Y es lo que se está imponiendo, tras la invasión capitalista de conciencias, ideologías y gobiernos. Es lo que significa "la Europa de dos velocidades" que la UE nos vendió en época de Felipe González, aunque nunca sabremos con certeza si fue con la aceptación a sabiendas del contubernio o con la ignorancia engañosa de lo que significaría a medio y largo plazo desmantelar nuestras infraestructuras industriales: altos hornos, metalurgia, minería, astilleros, textiles, muebles, automóviles, alimentación, granjas, ganadería, lácteos, agricultura, etc, etc...para quedarnos simplemente como sector servicios y turismo, como esclavos y servidumbre, hasta el punto de firmar encantados el acta del suicidio colectivo de nuestra propia soberanía. Lo mismo ha sucedido en Portugal, Italia y Grecia, como están presionando para que ocurra en Francia. Casi en toda la cuenca europea del Mediterráneo.  Es cierto que no podíamos entonces ni ahora competir con las ricas y organizadísimas economías del Norte, por eso fue una locura unificar irreflexivamente la política monetaria dando un golpe mortal a las monedas propias, en vez de proponer una vía intermedia de cooperación, social, cultural, laboral, de derechos y libertades, pero dejando libre la economía de cada país, como hicieron Noruega, o Inglaterra o Suiza, salvaguardando sus estabilidad económica con el control y la regulación de sus monedas, en previsión de fenómenos como el de las crisis periódicas diseñadas desde la base por el capital reinante en el imperio de las finanzas y la banca especulativa. Sólo recuerdo la voz de Anguita clamando en el desierto parlamentario tratando de explicar lo que ahora nos está pasando y al que llamaban catastrofista e "iluminado" lo mismo la derecha que el Psoe. Todos se burlaban de Noé mientras se construía el arca para el diluvio. Se ve que en ciertos asuntos la humanidad cambia poco a pesar de los milenios de experiencias heavies a tutiplén. 

Lo cierto es que Europa no sólo es de dos velocidades sino también de dos niveles de crecimiento y de mantenimiento. 
Una Europa potentada y rica que vive del funcionamiento de su dinero muy bien colocado, se ha hecho una urbanización en la montaña con vistas al mar y una de sus fuentes de riqueza consiste en aprovechar desde lo alto la riqueza de las costas marinas con sus playas maravillosas pobladas por humildes pescadores, que tienen que salir a la mar para poder comer y vender la pesca a los de la montaña, y además comprarles su propio pescado una vez elaborado por los compradores, y son los de la montaña los que deciden cuánto pescado deben pescar y a qué precio se lo deben vender a ellos, y si esas restricciones según leyes y demandas de consumo impide a los de la costa subsistir, entonces los de la montaña les rescatan con dinero prestado por su banco a un interés tan bestia que la deuda se hace impagable y deben compensar con pescar y regalar sus peces a los clientes-amos de la montaña y estar entrampados por la eternidad. Para colmo no pueden devaluar  ni revaluar sus finanzas porque les han impuesto la moneda de los montañeros, que es carísima de mantener para los pescadores que al aceptar la imposición han visto reducirse a la miseria su poder adquisitivo; les han condenado a ser pescadores y regentes de chiringuitos playeros para el goce vacacional de los habitantes de las alturas, al os que deben pagar un impuesto indirecto por todo lo que producen y trabajan, venden y compran, una especie de  pizzo mafioso que llaman IVA y que es un pozo sin fondo, una modalidad de fraude estatal y comunitario camuflada de "impuesto". Y hasta han sido obligados a modificar su Constitución para obedecer a los ricos montañeros en cualquiera de sus mandatos sin siquiera consultar a la ciudadanía.

Como la cosa con los años se va agravando y degradando a una velocidad desbordante, hasta las delegaciones "democráticas" de los pescadores que acuden al Parlamento común, -en el Norte, claro,- se han contagiado del modo de vida explotador; los compran con el puesto político y unos sueldos millonarios que ningún pescador sueña siquiera, algo que acaba irremediablemente por separarles de la realidad de sus países, a los pobres pescadores explotados sólo les queda asociarse con todos los pueblos de la costa que están en idéntica situación y buscar otras formas de vida que garanticen su dignidad, sus derechos y su autonomía. ¿Cómo? Creando una gran cooperativa social de mutuo apoyo, de las comunidades del Sur, que posibilite la independencia y al mismo tiempo la cooperación con los montañeros ricos pero sin depender de ellos para vivir y administrar sus recursos. Una vez unidos, juntarán sus bienes y potenciales compartibles y conservando sus monedas, harán una asociación social, cultural, de intercambio y cada uno libremente se administrará en su zona geográfica, tratando de cooperar y respetando el medio ambiente de todos, regulando el comercio y la producción desde lo más sencillo y ecológico, aprovechando las energías limpias y alternativas e intercambiando sus productos al precio justo y con el trueque en lo que consideren apropiado. Para que eso suceda los pescadores tendrán que apoyarse mutuamente y juntos plantar cara a los montañeros espabilados y pícaros que les están machacando y arruinando la vida, porque, además de empobrecerles con sus imposiciones y sus rescates obligatorios, se llevan a sus jóvenes mejor preparados y más capaces con el anzuelo de una vida mucho mejor que en las costas más pobres y explotadas, y además les convencen de que es la mejor salida, porque en su tierra no hay inteligencia para una buena organización y los sueldos son una miseria, lo que no les explican es que ellos, los montañeros, llevan muchos años y gobiernos, haciendo todo lo posible para que esa inteligencia no pueda desarrollarse nunca; les conviene que se queden convencidos de que son incapaces y nunca podrán ser independientes.

Los del Sur deben despertarse ya y en vez de apoyar a los explotadores del Norte y poner palos en las ruedas a su propio país, y mirarse con desconfianza entre ellos, acercar posturas y acuerdos y una vez organizados en una Europa del Sur, ética, humanitaria, culta, justa, honesta y sostenible, poner sus condiciones al bunker gobernante de la Europa que perdió el alma con el muro de Berlín, cuando todos creían que aquella caída unificaría el alma europea y no que acabaría por aniquilarla con sus miedos económicos, su obsesión por el TTIP y su ciega avidez , como está sucediendo ahora mismo, olvidando que la mayor riqueza no es el dinero ni el poder, es el ser humano actor del bien común, sin el que nada, ni todos los tesoros de este mundo, tienen sentido. 

 Lo más preocupante es que en otras épocas estaba claro que la opresión venía de fuera, que el tirano era una cosa y el tiranizado otra. Ahora el tirano está implantado dentro de la mente y los deseos de todos y todas y forma parte de las ideologías y de las religiones para convertirlas en medios de trepar o de manipular para trepar mejor, es la avaricia del ego humano que ha infectado su genética a través de los siglos e intenta liquidar su humanidad desde dentro, desde las emociones y los miedos, desde la rivalidad y la hostilidad, desde el rencor y las obsesiones, desde la violenta pérdida de control sobre uno mismo, para ceder ese poder único y sagrado a la soberbia vanidosa y cicatera, a las pulsiones publicitarias de la propaganda y de la mentira globalizada que está dejando plano el electroespiritugrama de nuestra especie. Es el diseño de la derrota, la devaluación del héroe contemplado no desde las proezas rimbombantes, sino desde la capacidad para sobrevivir sin corromperse ni traicionar los mejores recursos de cada uno y de cada una y poder descubrir y preservar en nosotros el Grial de la esencia humana, con sus mejores aspectos y cualidades.



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