El 15 de mayo de 2011 se inició una ilusión, un cambio y, para muchas,
un despertar colectivo de concienciación social que traspasó fronteras:
nos dimos cuenta de que no estábamos solas y confluimos como personas en
los espacios públicos, con el convencimiento de que las cosas había que
cambiarlas y nos unimos para conseguirlo.
Lo hicimos y lo
seguimos haciendo siendo inclusivas con la diversidad de las personas, y
siendo horizontales porque creemos en la igualdad, la equidad y la
solidaridad. Integrando los distintos puntos de vista construimos
juntas, a través de la inteligencia colectiva mediante el asamblearismo y
la no violencia.
Son cuatro años de lucha, de acción directa y
de solidaridad, en los que hemos creado redes de apoyo mutuo,
socializado conocimientos, desarrollando un pensamiento crítico
colectivo y construyendo alternativas, obteniendo a cambio la represión y
la manipulación mediática como única respuesta del poder establecido.
Con su ley mordaza y su reforma del código penal, que vulneran nuestros
derechos de reunión y manifestación, se nos criminaliza porque
protestamos y cuestionamos el sistema. Les decimos que No Nos Representan.
Seguimos en las calles, impregnando todo lo que sucede y existe, todas
sus banderas y todo lo viejo, con la semilla de la transformación social
presente en cada una de nosotras. Y queremos seguir estando ahí,
gobierne quien gobierne, diciendo alto y claro hacia dónde queremos ir.
Hacemos frente a sus guerras y ocupaciones militares, sus tratados
neoliberales de “libre” comercio, como el TTIP, sus deudas, sus
políticas de austeridad, que se traducen en: privatizaciones de los
bienes comunes y de los servicios públicos, desahucios, reducción de los
salarios, violación de nuestros derechos, desempleo, precariedad,
destrucción de la naturaleza e imposición de un sistema machista y
patriarcal.
Seguimos luchando por un empleo digno, por el derecho
a la vivienda, por unos servicios públicos de calidad, por un control
de las entidades bancarias, por una fiscalidad realmente progresiva, por
la reducción del gasto militar, por las libertades, por la democracia,
por la anulación de la deuda ilegítima, que hoy es instrumento global de
dominación, de represión y de asfixia económica y financiera de los
países y sus habitantes, por la justicia climática y la soberanía
alimentaria en defensa de la naturaleza, por las alternativas al sistema
capitalista de producción, distribución y consumo, defendiendo la
dignidad absoluta de todas las personas, que implica la aceptación de la
diversidad sexual y el derecho a la autodeterminación de género.
El Movimiento 15M seguirá representando un cambio de conciencia
política y social a nivel personal y colectivo que ninguna ley podrá
parar.
Hacemos un llamamiento a los movimientos sociales de todo el mundo para continuar construyendo espacios de participación y trabajo común.
Frente a un sistema para el que sólo podemos ser rebaño y que únicamente nos deja la confrontación en sus urnas, nos reafirmamos en el asamblearismo, en la ocupación y liberación social de espacios, en la autogestión, en ladesobediencia, en el apartidismo y en el colectivismo como herramientas políticas prioritarias, que pasan por ser conscientes de nuestra capacidad de pensar, actuar y ejercer nuestras libertades políticas.
Frente al monólogo del sistema, el poder de las asambleas.
2015M: ¡Seguimos en las calles!
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