lunes, 27 de octubre de 2014

La redada in articulo finis

                                      
                                         


De repente a alguien le ha dado un ataque de nervios y han saltado los sensores del Estado de tolerancia sin límites con el latrocinio institucionalizado en el que vegetamos ex illo tempore. La policía y la guardia civil se han activado y nos están deleitando con un capítulo de Los Hombres de Harrelson. La verdad es que si esto lo hubiesen hecho hace un par años, los ciudadanos nos habríamos sorprendido y aplaudido al nuevo gobierno por su eficiencia y su eficacia, pero es que se les ha pasado el arroz y ya no nos queda ni capacidad para asombrarnos ni para sorprendernos ni para algo más que no sea la desconfianza y el mosqueo hacia esta peña incalificable  y a qué santo montan ahora estos poyos histriónicos si son íntimos amigos del lumpen que ahora persiguen como al cerdo en el hombro del ladrón , en el viejo chiste.

Los ciudadanos ya no creemos ni en los reyes magos ni en los demás reyes habituales. No creemos ni en los partidos ni en sus rifirrafes, es más, creemos que partidos como el que nos gobierna, son capaces de cualquier cosa, hasta de montar un auto sacramental o un entremés renacentista, para entretenernos con el ébola o la detención de los despojos de poca monta, mientras van tejiendo la escapatoria de unas cuentas en "B"  camufladas por el ancho mapa de pparaísos fiscales,  borrando discos duros, encerrando en prisión a sus sicarios y esbirros para que no canten "il va pensiero", porque no tienen la menor intención de declarar y confesar a la Justicia, ni mucho menos entregarse a ella, porque saben que caerían del primero al ultimo. Los ciudadanos ya sospechan hace tiempo que estos numeritos en plan Miami vice son agua de borrajas y que mañana o pasado, las fianzas dejarán salir por la puerta de atrás de los calabozos y juzgados a los chorizos en ristra, que pagarán su libertad con el botín de la charcuteria acumulada y asunto concluido. Así dejan que la ira de los ciudadanos se explaye durante un par de días por los pueblos y ayuntamientos implicados, que los medios y sus tertulias especulen  y que parezca que el pp es inocente como una paloma y no ávido, rapaz y carroñero como una bandada de buitres bulímicos. 

¿Por qué pensamos estas cosas? Pues porque estamos nadando en corrupción la tira de años, porque cada vez que se ha pillado a un chorizo de campanillas con las manos en la masa, se le ha defendido a sangre y fuego y se ha perseguido a los jueces que le han señalado como imputado o convicto. Y es natural que ahora esta mascarada nos huela a chamusquina salvacabezas pperas y a un ridículo sainete decimonónico y anacrónico como los de Arniches. 
Hay que ser de lo más torpe para hacer comparecer a Aguirre acusando a Granados de corrupto. Aguirre, la irresponsable jerifalta incapaz de afrontar una simple infracción de tráfico y pagar una multa por ello, como hace, en tal situación, cualquier persona normal con los circuitos mentales sin chamuscar, en vez salir de estampida como un bisonte histérico arrollando lo que pilla por el camino. Y porque es imposible que un gobierno capaz de mantener a Mato como ministra después de lo del Jaguar y  lo del ébola, sea capaz de afrontar nada menos que una situación como la de hoy y quedarse extrañado por las detenciones, lamentando el infortunio de la coincidencia choricera con su impecable partido político, algo que en cualquier democracia normalita del mundo occidental, habría desencadenado una crisis de gobierno y un rosario de dimisiones desde el Presidente del Gobierno hasta el bedel de Génova.

¿Cómo vamos a creer que eso es cierto y no un apaño lavacaras ante la caída en picado de las encuestas, que el pp sabe como están, mejor que nosotros... Saben que el Psoe le ha pasado en intención de voto y que Podemos también, como segunda fuerza...y les ha dado un patatús de muerte. Esperaban que la Asamblea ciudadana podemista fuese un caos y un desastre desbaratado, pero han descubierto un ejercicio de democracia en vivo y directo al que los españoles no estamos acostumbrados, donde las cosas se hablan sin miedo, se puede opinar todo lo contrario y no pasa nada. Al revés, se sale más convencidos de la propia libertad y de que vale la pena currar como ciudadanos mucho más que como afiliados a nada y que uno vota a quien más le convence y no a quien mejor le engaña. Y el pp se ha destarifado aún más si cabe, con el shock. No lo ha resistido. Y se ha puesto a desahuciar con desesperación al chorizamen de los sillones edilicios con una diligencia inusitada. Por eso nos hemos mosqueado. Porque el pp nunca es diligente si no es para pasar facturas por tres euros con amenaza de embargo o para acusar de "y tú más" a la oposición. O para sacar leyes blindachorizos o aberraciones como la del aborto o como las amnistías fiscales y hacer la vista gorda con todo lo que sea trincar a saco. No vale para otra cosa.


                                     

La dura realidad que el pp no quiere afrontar en público es lo que ya sabe de sobra en privado: que  nadie le cree. Ni nadie se cree que a Aguirre o  a Rajoy a estas alturas les pille de sorpresa la condición púnica y corupta de Granados y sus choris afines, si ya  se le tuvo que exonerar de un cargo importante, como a Blesa. Lo inexplicable es que sabiéndolo todo el mundo, esos tipos estuviesen aún sin dar cuenta de sus fechorías y gozando de lugares preeminentes en el pp sin que se les pidiesen responsabilidades. Como es la tónica general de ese contubernio, por ejemplo en Valencia, donde ninguno de los elementos pillados en lo peor han pasado de renunciar al cargo después de la tira de años con la justicia a los pies de los caballos y haciendo el ridículo, casos como Fabra, Cotino, Blasco, Camps, Barberá, etc...o  incluso en plan  mascarada estrambótica en el caso de Camps, con la justicia y un "jurado popular" invitado por el pp a alojarse en un buen hotel a gastos pagados, mientras deliberaban entre  la culpabilidad y la inocencia del interfecto.

Por todas estas razones, estamos convencidos de que esta comedia cutrísima es un maquillaje empastrado sobre la jeta de lo más corrupto, un tapacosturas sobre el cositrajo de esa confección chapucera que han dado en llamar gobierno, cuando se debería llamar enjuague, robo indecente legalizado y estafa electoral, así, sin eufemismos. Y por llamar a las cosas por su nombre.

Nuestro sufrimiento social nos da derecho a que nuestra única conversación posible con ellos sea un escrache continuo. Y, ahora, si les molesta no ser ni creíbles ni merecedores de respeto por tan cínica y cobarde indecencia, les queda el mismo recurso que Andrea Fabra dedicó a la ciudadanía pisoteada por ellos: 'que se jodan'. Quien la hace la paga a su hora y en su momento. Y no va a quedar en pie ni la sombra de estos malandrines incompetentes y corruptos en la misma proporción. Escoria moral y cognitiva en todo su esplendor. Que los zurzan con hilo azul para no desentonar con el fondo gaviotil.

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