Esta disposición sí se corresponde con lo que la mayoría de los ciudadanos espera conseguir por medio de una participación cada vez más activa, implicada y numerosa. No necesitamos un personaje que encarne nuestras quimeras y vaya de Supermán como defensor de los débiles, sino que nuestras quimeras desaparezcan con nuestro empeño y se conviertan en vías de encuentro y de soluciones conjuntas, porque estamos descubriendo que no sólo no somos "los débiles", sino que la fuerza que exhiben los poderosos es la nuestra. Que les hemos estado cediendo, porque con sus discursos vacíos de verdad y repletos de fatuidades incumplibles, además, hasta ahora nos han estado abduciendo y convenciendo de poseer una varita mágica que no existe. Todo es ilusión y una repetición estupidizante del juego maquiavélico. Una antigualla del Renacimiento y a años luz de nuestras necesidades de hoy y de nuestra conciencia actual.
¿No se preguntan que si esas recetas políticas en conserva no dan resultado, no será porque están caducadas y la evolución global del ser humano y sus nuevas y cambiantes circunstancias las ha dejado obsoletas hace mucho tiempo? ¿Qué pasaría si la ciencia se hubiese estancado en Keppler o en Servet o en Ramón y Cajal? ¿por qué entonces no dejamos que en política, que es la ciencia de lo perentorio, de los reflejos adecuados y de lo urgente, haya avances y se están repitiendo esquemas liberales de Bentham y J.S.Mill como la socialedemocracia y de Spencer como el neoliberalismo, pasados por la batidora pragmática de Keynes?
Bien está conocer la Historia y las formas de pensamiento que las han ido modelando hasta hoy, pero ese conocimiento no son dogmas en forma de letanía, sino mera información y materia de trabajo, para ser superadas, no para repetirlas 'ad infinitum' en la práctica por los siglo de los siglos. Lo que funcionó a trancas y barrancas en el Renacimiento o en los primeros años de siglo XX, no puede funcionar ahora, ni siquiera tan deficitariamente como entonces. Es que , simplemente, no funciona, paraliza, bloquea y destroza. Todo ha cambiado y cambia cada día. Se ha vuelto líquido, dice Bauman, e inestable y hay que saber integrarlo para que la humanidad no acabe licuada también en el caos y en la miseria-rapiña como forma de vida.
Hay que tener en cuenta un nuevo factor inédito en la historia, que es propio solamente de esta primera mitad del siglo XXI en la estamos: el ser humano ha alcanzado ya una madurez crítica y asociativa más allá de las revoluciones sangrientas, ahora la revolución es ética e intelectual. Tiene valores superiores a los de "entonces". Solidaria y organizada desde la base. Parece que éste está siendo el patinazo de Pablo Iglesias, Monedero y su corte de los milagros. Pretender colocar un molde prefabricado a una realidad naciente,que ni conocen ni comprenden, contemplada con la mentalidad de Maricastaña, y que confunden con las teorías que han estudiado, aplicándole la magia potagia de un "equipo técnico" todopoderoso, el "puto amo" controlador de las redes telemáticas. Y se han encontrado con que el analfabetismo político que habían calculado propio de la masa de siempre, en la simplicidad de su análisis de laboratorio, no coincide con la realidad. Pensaron que es lo mismo la sencillez de lo transparente que la simplicidad opaca de lo imbécil y se han encontrado con lo que no esperaban: una ciudadanía mayoritariamente lúcida y respondona que además contagia porque responde a la verdad y no a la ficción de las letanías lideresas.Que a nadie le importa lo más mínimo la machez alfa del joven guerrero, allá se las componga, que ése es un tema exclusivamente suyo. A los ciudadanos, mayoritariamente, les preocupan mucho más otras cosas de las que aún no han escuchado decir nada concreto, como un esbozo de ideas para desarrollar, no ya en un partido, que sólo es una herramienta perfectamente sustituible por otra mejor, sino en un País necesitadísimo. Y ahí nadie ha dicho ni mu sobre economía seria, leyes laborales cambiadas a mejor, malos tratos a los diferentes y emigrantes, no se ha dicho nada de como se afrontaría Melilla y Ceuta, ni de como gestionar las energías y una transición a la cultura y la economía del decrecimiento, el cooperativismo de los municipios, una revolución agrícola que nos asegure la tierra y la supervivencia, la recuperación de patrimonio forestal y qué se va a hacer con la banca y con el parque pantagruélico y fantasmal de la vivienda...ni una alusión a las mutilaciones educativas y al escándalo del destarife Wert. Sólo, quitar la casta como meta. Sí, perfecto, eso es lavar la herida y desinfectarla, pero luego ¿qué? ¿hay alguien más?
Ahora esa ciudadanía autoconsciente, -para nada la 'rueda de masas' que tanto mola a unos cuantos-, es la que se ha plantado en el juicio salomónico y dice que no, que la criatura no se va a partir por la mitad, que la criatura es de todos, que entre todos la han parido, y no puede criarla sólo una parte de su anatomía, sino todo el cuerpo o habrá que parir otra cosa, que el embarazo ha sido real y no histérico como los de María Tudor.
Esa ciudadanía no quiere a ningún adalid acaudillando, modelando y utilizando su crecimiento, su compromiso, su participación, que ya es mayor de edad y sabe lo que quiere. Así que, por mucho que en la Asamblea General se hayan prohibido las banderas reivindicativas, a ese ilusorio pablemos le han salido una Catalunya y una República autónomas, federalistas y plurales. Y es una estupenda noticia por lo que indica de madurez política y crecimiento responsable de una conciencia crítica y eficaz. Y contagiosa en lucidez. Imparable e inevitable como la mañana cuando llega o como las estrellas cuando la noche viene amparada en la dulzura de la sombra.
Alia iacta est. La suerte está echada , no hay vuelta atrás. Y será para mucho mejor que bien.
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