No pongamos el parche antes del grano

Podemos, propuesta o protesta

Hay algo que debe aclararse ante la observación de Iñaki esta mañana. La protesta del 15 M era ya en 2011 una propuesta muy seria para un cambio de sociedad. Por supuesto que a la ciudadanía no se le ha dejado tradicionalmente más espacio para proponer, que la protesta en forma de manifestación. Ojalá nuestro sistema político dispusiese de recursos legales e institucionales que permitiesen a los ciudadanos ir al Congreso en grupos y comisiones y poder exponer hasta donde les lastiman y les maltratan sus representantes, eso sí, con la mejor intención del "quien bien te quiere te hará llorar", al estilo Gallardón.

Esta fue la razón por la que nació el 15M. La misma por la que el 15M se ha concretado en Podemos. Esta respuesta social no ha nacido como una seta tras la lluvia. No es una improvisación de la rabia concentrada. Ni se la ha inventado Pablo Iglesias. Este partido es el único en España que no es un invento de la casta ni de una ideología foránea, ni de disidentes de otros partidos que buscan su espacio propio para mangonear como todos, sino una asociación natural de ciudadanos, que tras un schok terrible causado por los abusos del poder financiero y comprobando que los políticos al uso sólo son esbirros de ese poder, se ha puesto en marcha a la búsqueda de soluciones y  con el empeño social en grupos, han trabajado y siguen en ello, el modo de coordinarse y vertebrarse para poder llegar al Parlamento, hacerse oír reivindicando el derecho a ser atendidos por sus representantes legítimos aunque sordos e inoperantes en sus funciones, y no quedarse estériles haciendo de la protesta su única herramienta participativa, que es lo que quiere la casta, reducir a los ciudadanos al papel de incordio, con lo que quedaría demostrada su incapacidad y su nivel de incompetencia social para la autogestión y justificar de paso la "defensa" de las instituciones contra un "vandalismo" provocado para ser reprimido y asegurar el "orden" de la barbarie de corbata, portafolios y preferentes. O sea, para justificar que sin una casta depredadora disfrazada de madre de la patria, no se puede funcionar políticamente. Tan extendida está esa idea que hasta los mismos ciudadanos desconfían de su propia capacidad civil de gestión si no hay "políticos" profesionales de por medio.

Podemos, lo mismo que la PAH y las mareas, ha nacido para demostrar a la sociedad su capacidad para gestionarse, su independencia imprescindible para decidir  y su responsabilidad solidaria y ética para recuperar el lado humano de la gestión política, sin el que ésta sólo es una tiranía del mercado, como estamos comprobando en carne propia desde 2008.

Los ciudadanos buscaban un cauce personalizado que representase su espíritu y han encontrado ese paradigma-espejo-representante en JC. Monedero y en Pablo Iglesias. No son los amos del partido, sino sus servidores personalizados en la institución parlamentaria europea, porque obviamente, los ciudadanos comprenden que un millón de personas no cabe en el Europarlamento. Y eso es todo. Ni antisistemas. Ni desgarramantas. Ni solo jóvenes airados. Ni bolivarismo. Ni comunismo. Ni castrismo. Ni Ché Guevara. Con todo el respeto histórico por todo ello y admitiendo a cualquier persona con su opinión, siempre que respete como es respetada y tenga el bien común como objetivo y el consenso y la escucha como herramientas. Podemos es algo nuevo que ha nacido en limpio para un momento que hasta ahora no habíamos vivido. Creer que todos los profesionales de la  enseñanza, de la salud, del funcionariado, los pensionistas y jubilados, las familias, los pequeños empresarios en la cuerda floja o en la ruina, abogados, catedráticos, jueces, desempleados, trabajadores en precario, científicos y periodistas tirados a la calle porque sí, que se han organizado en mareas reivindicativas y ahora forman parte de Podemos, son un panda de jovenzuelos ninis e indocumentados que han perdido la chaveta detrás de un freeky leninista, es no haber entendido ni jota, vivir en una burbuja aislados de la realidad o, peor aún, pertenecer a la casta y/o a su corte de deshonor. Hay un tiempo para dudar, que es muy necesario. Pero ahora vivimos en un tiempo en el que , tras muchas dudas y vacilaciones, ya no hay más remedio que optar de qué lado estamos. Y tener muy claro qué modelo de sociedad nos merecemos y debemos construir entre todos los voluntarios y conscientes.
Resulta paradójico y hasta surrealista que las mismas voces mediáticas que en pleno desastre clamaban cada día en las portadas, titulares y artículos de prensa porque algo se moviese en la sociedad para detener la hecatombe de los gobiernos vendidos, que se indignaban con la pasividad de los ciudadanos y miraban con sorna al 15M menospreciando su peso social, ahora, ante la consolidación de una fuerza social que avanza y se reconoce en las urnas, pongan en entredicho corporativamente, el proyecto ciudadano que ha tomado forma para intentar hacer real esa aspiración, durante tres años de esfuerzos, persistencia, inventando esperanza donde no la había y a golpe de solidaridad y decencia. Qué hondas son las raíces mentales y emocionales de la casta. Hasta donde han calado. Cuántos estragos ha causado este sistema, esa herramienta oxidada y chirriante, incapaz de arreglar los desperfectos , pero criticando a quienes pueden hacerlo mejor que  ellas e intentando que salga mal. Es la "maldición española" del perro del hortelano. No hacer nada, pero ladrar para impedir que otros hagan lo que él nunca podrá hacer. Muy triste. Pero aún más cutre que triste.

La sociedad debe madurar y aprender a sorprenderse en positivo, a no ir con sus temores, recelos  y escaldaduras previas colocando etiquetas antes de saber de qué van las cosas. Sólo se camina andando. Los que se sientan al borde del camino y se niegan a moverse por si les sale mal el paseo, no podrán comprender qué pasa dentro y fuera de ellos cuando hay movimiento ni todo lo que se aprenderá y se encontrará a lo largo de la andadura. La experiencia es la madre de la ciencia. Si no se experimenta nunca se sale de la ignorancia. Se vive de prejuicios, de teorías, de fabulaciones y de miedos "prudentes". Pero el miedo nunca es prudencia. Así le va al psoe. Y así se han quedado los pobres socialistas de base, separados de la cúpula por un abismo.

No es propio de la prensa sana e independiente atacar a Podemos ni desconfiar sin pruebas, solamente por pre-juicios. No tienen datos. No saben qué va a pasar. Cuando todo es incierto y no hay por donde agarrar la certeza, lo sabio es dejar un tiempo de prueba, como un contrato temporal, igual que en los trabajos, para comprobar si vale o no la pena el proyecto y firmar el contrato definitivo si se comprueban los resultados positivos, que mejor que la pena, valgan la alegría y la esperanza cumplida. Tener fallos y errores reparables no es nada malo ni negativo. Y la posibilidad del error es la misma para todos los proyectos. Torres más altas y seguras acaban de caer. Es parte del proceso de la evolución, del aprendizaje. Lo irreparable es creer que el error es un fracaso y por eso renunciar a la experiencia, por si se fracasa, sin intentar nada. Eso  le ha pasado al psoe. Eso es la muerte social y política. Como también lo es equivocarse y no querer reconocerlo ni subsanarlo jamás ni pedir perdón y enmendarse. Eso le pasa al pp. Y eso está siendo su final imparable.La soberbia y el orgullo son los peores consejeros de la inteligencia y los mejores tarotistas de la tontuna. Están al mismo nivel del miedo y los malos augurios sin más fundamento experimental in situ.

Démosle a Podemos su tiempo para ver como funciona este proyecto a estrenar y en vez de ponerle zancadillas previas con el cenizo typical spanish, confiemos en que lo haga lo mejor y más honesto posible, para bien de todos. No disponemos de tantas iniciativas  sanas y limpias en su origen, como para ir chafando los brotes limpios que intentan crecer y dar frutos en la cosecha. No nos quejemos de que nada funciona si no damos la oportunidad ni los ánimos para que las cosas puedan funcionar. En cuanto al programa que aporta es una simple recogida de ideas e iniciativas de los ciudadanos, que lo han ido creando en los círculos podemos. Es propuesta, no protesta. La síntesis de un ideario basado en la experiencia del dolor y de la esperanza. Un programa electoral no debe ser el código de Hammurabi, ni los mandamientos de Moisés. Es un elenco de ideas de servicio y de mejoras, para poner en práctica de muchas maneras, es modificable y adaptable a las circunstancias y por supuesto mejorable en todo momento porque está sometido a las necesidades del bien común no al provecho ni prevalencia a cualquier precio de un partido o de un holding. Sería estupendo que la prensa lo entendiese y tuviese con Podemos, al menos la mitad de la comprensión que tiene con el bipartidismo al que ya está tan acostumbrada que no ve en qué condiciones ha dejado a los españoles. De momento Podemos no ha hecho nada tan vergonzoso, cínico y censurable como lo que padecemos actualmente Ojalá que Podemos nunca acabe así y que se deshaga antes de perpetrar semejantes burradas contra los ciudadanos y a favor del mercado. De eso estamos seguros porque su base es la ciudadanía y no la oligocracia compradora de todo lo que huele a poder. Nosotros lo ponemos en pie y nosotros Podemos darle el finiquito en cuanto no responda a su función. Para eso es el único partido demócrata real, autosuficiente e independiente que tenemos de momento.

Parafraseando a Gamaliel, el sabio rabino del siglo I, no combatamos lo que solo conocemos desde fuera: porque si no vale, se deshará por sí mismo, pero si vale no habrá fuerza humana opuesta que lo detenga.