El Gobierno sostiene que construirle al rey un pabellón de caza de 3,4 millones es de “interés general”

infolibre Actualizada 11/05/2014 a las 19:03

Juan Carlos de Borbón. EUROPA PRESS

EN RESPUESTA PARLAMENTARIA A IU, EL GOBIERNO CERTIFICA LA CONSTRUCCIÓN DEL PABELLÓN PERO OCULTA SU COSTE Y NO DA NINGÚN DETALLE, A PESAR DE QUE PATRIMONIO DIO EN SU DÍA UNA CIFRA.

JUAN CARLOS I CONSTRUYÓ CON FONDOS PÚBLICOS AL MARGEN DEL PRESUPUESTO DE LA CASA DEL REY UN EDIFICIO EN LA ZARZUELA PARA GUARDAR SUS TROFEOS DE CAZA Y SUS ESCOPETAS.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha eludido pronunciarse sobre la necesidad o utilidad de destinar dinero público a la construcción por parte de Patrimonio Nacional de un pabellón de caza para la Casa Real, y ni siquiera precisa el coste de las obras, pese a que en su día la institución dijo haber invertido 3,4 millones de euros.

El Gobierno, eso sí, apunta que la política presupuestaria se sustenta "en el interés general" y proclama que la Casa Real es una institución constitucional "apreciada y valorada" por los ciudadanos.

Los diputados de IU Alberto Garzón y Joan Josep Nuet registraron una batería de preguntas en el Congreso a finales del pasado mes de diciembre pidiendo al Gobierno que confirmara o desmintiera la construcción en 2007 de dicho pabellón y que especificara el coste completo de la misma.

Pero, además, le instaban a pronunciarse sobre si el Gobierno entendía "necesario o útil" que el dinero público se destine a la construcción de un edificio de tales característica, si pensaba que la citada obra entraría dentro de las partidas que "justificarían" el manteniendo de la familia real "a cargo de todos los ciudadanos" e incluso Nuet le planteaba si tenía previsto detraer del presupuesto de la Casa del Rey el coste de dicho pabellón.

En su respuesta, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Ejecutivo se limita a certificar la construcción de dicho pabellón de caza, cuyas obras se llevaron a cabo en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009 y que está ubicado en el espacio gestionado por Patrimonio Nacional, ya que se encuentra en el Monte de El Pardo.

Y explica que, como parte de sus competencias, fue Patrimonio Nacional el encargado de la obra, con cargo a su presupuesto, "como ocurre con las obras que demanda la gestión de los espacios a cargo de sus delegaciones, de acuerdo con la Ley reguladora del Patrimonio Nacional".

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Y ahora, el estupor ciudadano se pregunta:

¿Cuántos desahucios se podrían haber evitado con esos 3,4 millones de euros empleados en el pabellón de caza para su malestad?

¿Cuántas empresas pequeñas y medianas se podrían haber sostenido con esos 3,4 millones del real despilfarro empleados en modestos créditos que habrían salvado de la ruina a empresas, trabajadores y familias?

¿Cuántas escuelas-barracón podrían tener locales dignos costeados con esos 3,4 millones del abuso cinegético de un caprichoso e irresponsable monos-arca al que nadie ha votado ni elegido, sino que todos hemos soportado y mantenido hasta ahora como impuesto 'involucionario' del franquismo?

Esta monarquía es como las viejas cuberterías de alpaca desconchada que, en plan quiero y no puedo, imitaban a las de plata y que al final no se podían usar porque eran tóxicas al oxidarse. Se copiaba el modelo original en metal noble, pero reproducido en metal de muy baja garantía, para aparentar una elegancia, un estatus y un esplendor irreales y al final la intoxicación por su uso, acababa delatando la suplantación estúpida y asesina. Eso es lo que nos está sucediendo con la democracia-falacia que nos aflige. Nos la han vendido como metal noble pero es hojalata que no ha pasado el control de calidad. Y ha envenenado el menú social, ya que a la fuerza nos han obligado a usar esos cubiertos corruptos para poder comer una libertad y unos derechos que ahora han resultado ser pura ficción: una ratonera diseñada para que nada cambie y se reproduzca el mismo modelo de siempre.

No queremos guillotinas ni represalias violentas. Sólo necesitamos cambiar la cubertería inservible y arruinadora por otra normalita, o sea, inofensiva y útil. Aunque no lleve floripondios decorativos ni fanfarrias adosadas. Nos conformamos con poder usarla sin riesgos de muehte o shushto.
Váyase señor Borbón. Váyanse señores pperos y señores pseudo-socialistas, por favor. Y déjennos vivir.

Tampoco esta noticia es una nadería:

las cuentas de las obras públicas »