lunes, 19 de mayo de 2014

En un campo estéril y sin cultivar nunca hay cosecha.

Necesitamos un (o una) Simeone
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Pues sí, eso parece, Don Iñaki. Que necesitamos un impulso cívico que nos haga mirar hacia adentro para poder poner en marcha lo de fuera, para que así descubramos el Simeone particular que todos somos en realidad, cada uno en su medida, en su talento específico y en su lugar. No todos estamos en condiciones de ser un fenómeno de masas al por mayor, y tampoco es necesario que lo seamos, pero sí lo estamos para ser lo mejor de nosotros mismos y poderlo compartir.
La necesidad de tener un lider-estrella, un conductor de masas, durante mucho tiempo ha sido la causa creadora del necesario oficio del jerifalte social, político, intelectual, empresarial, religioso etc...Funcionó mientras las energías materiales del Planeta y la dormición de conciencias lo necesitaron y lo permitieron. Pero ahora, aunque no lo parezca, ha llegado el fin de un mundo primario, y la evolución de las masas les permite derivar en asociación de individuos que piensan y sienten por sí mismos cada vez con mayor intensidad, profundidad y evidencia; la realidad nos cuenta cada día que ese tiempo ya acabó su ciclo con la génesis y estallido de la actual crisis globalizadora de abusos y que nada funciona de verdad en ese registro antiguo del remolque lideresco vestido de posmodernidad en su liquidez baumaniana liquidadora de rebajas y restos de temporada. Todo va, en efecto, a remolque de un pasado revival sin presente ni futuro. En ese plan y desde ese estado perceptivo, un movimiento social de evolución no pasa de ser una revolución perecedera que se agota en sí misma y con fecha de caducidad, si no consigue salir del caudillismo impulsor y pasar a una democracia verdaderamente real que está incubando una humanidad muy diferente a la que está cambiando ahora mismoa toda velocidad, dadas las circunstancias y el ritmo que las mueve.

El secreto está en que lo que no consigue despertar nuestra conciencia íntima, nuestra alma inteligente o nuestra inteligencia emocional, -o maestro del corazón, como lo vienen denominando ciertas corrientes de la psicología transpersonal,- ante los retos externos, nos sirve para muy poco e incluso para bloquearnos, si ese liderazgo sólo se limita a buscar soluciones puntuales a los problemas comunes y se queda en eso; se soluciona el detalle, el momento, la circunstancia, pero no se crean ni se estructuran las herramientas psicoemocionales de la conciencia que son cualidades imperecederas que modifican hasta la genética y que nos permiten afrontar con todas las posibilidades de solución, cualquier problema por difícil y arduo que  parezca. Por eso el fútbol, que es tan emotivo como racional y estratégico, tiene tanta capacidad de unificar, de estructurar, de organizar, de poner en marcha. Porque sin "corazón" la inteligencia no está completa, sino mutilada. No arranca. No tiene combustible. No es sólo emocionalidad y 'pasión', sino la inteligencia de la emoción lo que mueve el mundo. O sea, el Amor. Es amor lo que se mueve en el abrazo del deportista oponente o del equipo rival cuando aplaude y reconoce la excelencia, la elegancia del juego limpio y esforzado que le ha conseguido vencer. Y es amor en primera línea, el compañerismo y la solidaridad del equipo, que son la base del éxito que anima el trabajo y el esfuerzo, porque le da mucho más sentido y expansión esencial, o sea, felicidad, realización plena, mucho más allá que sólo ganar dinero abundante. Por eso el mejor entrenador no es el más duro, sino el más inteligente emocional. El que más respeta y estimula. El más humano. Por eso Simeone, Del Bosque o Guardiola, no son como Mourinho, por ejemplo. Y los resultados hablan por sí mismos. 

Anoche en Salvados Jordi Evole nos presentaba a José Mujica, el presidente de la República de Uruguay. Un país que desde que él gobierna ha crecido en empleo, en calidad de vida y en reparto de justicia, de un modo sencillo pero con resultados espectaculares. Podemos comparar su discurso y sus ideas, su actitud vital y su forma de vida, la solidez de su conciencia ética con lo que tenemos en casa nosotros, los españoles y los europeos también. Mujica podría ser sin duda un miembro de la PAH o del 15M . Podría ser un Marcelino Camacho o un Nicolás Redondo con más flexibilidad aún y más apertura intelectiva. Un Julio Anguita, quizás. Un yayoflauta sin manipular por ningún partido ciego. Mujica fue guerrillero tupamaro cuando tocaba serlo, pero supo asumir su tiempo y evolucionar hacia lo más universal, amplio, sano, aguantó su cárcel, su sufrimiento y salió del horror hecho un sabio, sin rencor, sin odio, lleno de humanidad y de comprensión hacia todos. No es que haya que pasar por ahí necesariamente para ser una buena persona competente y lúcida, es que se puede llegar a ese estado cuando se funciona coordinando la mente racional con la nobleza amorosa del maestro del corazón. Y eso es lo que nos falta como sociedad y como posibles líderes que no son necesarios cuando la sociedad despierta. Ada Colau lo comenta en su carta de despedida al abandonar la portavocía de la PAH. Una organización que funciona desde el mismo magisterio cordial: la combinación entre mente y emocionalidad canalizada hacia el bien común. Me parece que la PAH y el 15M tienen las mismas herramientas que Simeone y las usan igual de bien. Pero falta que el resto de la sociedad, los gestores políticos, los empresarios, la banca y los medios valoren y respeten ese potencial como valoran el fútbol. Lástima que sólo se den cuenta de ese capital de valores prácticos, cuando pierden el trabajo, los derechos o la casa y se enfrentan al vacío ético e insolidario con que esta sociedad nos educa desde la escuela, la familia y las catequesis de la iglesia católica.

Es penoso ver como la vanguardia social sale a la calle, promueve iniciativas, educación, mercado justo, trueque, moneda alternativa, agricultura limpia, energías alternativas, justicia social, escucha, diálogo, reivindicaciones hechas desde el derecho y la ley, mientras la prensa ni las cita, ni las explica y frecuentemente hasta las critica y ridiculiza desde la postura esopiana de la zorra ente las uvas que no alcanza ni a coger y a comer porque están altísimas para su cómodas y raquíticas posibilidades entendedoras; simplemente las ignora y las ningunea.  Estamos muy atrasados en percibir los cambios y hasta nuestra propia riqueza innovadora, nos ha sucedido algo maravilloso, único: ser los primeros europeos en hacer de la indignación una fábrica de ideas, de iniciativas, en ser líderes grupales, sin ego personalizado, hemos reconducido nuestra indignación hacia el civismo, la reivindicación creativa, iniciativas legislativas populares y constituyentes, en vez de hundirnos en un retorno a la división cavernícola y al refugio ultra como los griegos o los franceses o los holandeses o los ucranianos, y resulta que eso no es de fiar, que eso desconcierta y confunde al gen maruhenda que casi todos los españoles llevamos impreso, porque el rebaño no "ve" al pastor, le da miedo el mismo miedo, y no comprende que él mismo debe aprender a gestionarse unido democráticamente a los demás con inteligencia no con ánimo de lucro borreguil, sino con fuerza solidaria y cooperativa, de altas miras y generosidad, que lleva en sí su propia recompensa creativa, libre y audaz, así podrá despertar, decidir, escuchar y ser escuchados, todas las ideas se valoran y se aprovechan, de todo se aprende, ver como la tarea y el pensamiento de cada uno tejidos con la realidad compartida y abierta, dan frutos espectaculares en el conjunto sin ser reducidos a tornillos insignificantes e inertes en la máquina del poder demagógico. Tú cuentas en tu unicidad como ser irrepetible. Vales la pena por ti mismo. Pienses como pienses y seas quien seas. Vales mucho más que lo tienes, más que el dinero, el staus, la hipoteca, la casa o el puesto de trabajo. Puedes volver a empezar, aunque lo hayas perdido todo, porque estás inserto en una comunidad humana que te aprecia y te valora por ti mismo/a, te ayuda y te sostiene, simplemente porque existes y eres una célula única en el cuerpo que todos formamos. Esa nueva forma de relación igualitaria y respetuosa nos cambia a todos, tanto al que da el paso de acoger y reconocer y como al que es acogido y reconocido. Forma equipo, sale del corazón inteligente.  Es un amor sano, sin contrapartidas ni juicios, pero muy eficaz y muy fértil. Y por eso avanza y vence los imposibles y si no los vence desarrolla herramientas comunes y sanadoras para neutralizarlos y asumirlos para mejorar. Es la r-evolución; la vanguardia del futuro: desarrollar  el alma colectiva que llega mucho más lejos que uno solo, sin perder el alma personal, que es además la riqueza insustituible del colectivo que actúa unido y que a su vez crece individualmente en esa fusión social.
Por ejemplo, el Objetivo, que es un programa muy digno de La Sexta, no se ha atrevido a invitar a Pablo Iglesias ni a Juan Carlos Monedero ni a Falciani, ni a Alberto Garzón, en estas semanas, sino que el último programa antes de las elecciones del próximo domingo, estratégicamente, ha invitado al anodino Albert Rivera masdelomismo, el lider de Ciutadans, que es la versión filomonárquica y caricaturesca del 15M o del upyd catalán. Oirle era como leer a Sagasta, a Martínez de la Rosa o a Romanones. Un regreso al pasado disfrazado de futuro pocho. Una engañifa sin sustancia, un marketing diseñado para dividir y descafeinar una realidad que ni siquiera conocen. Un primor de chiquillo perfectamente amaestrado y relamido por la mediocridad forrística más antisistema que tenemos. Antiprogreso y antirrealidad, con la fogosa carcundia de Javier Nar como vocero del pregón de la feria y festejos. Sólo ha faltado rebobinar a Pepe Isbert, Lolita Sevilla y Manolo Morán vestidos de flamencos en esta superproducción refrita : "Bienvenido mister Obama". Un partido kitch-patchwork, que huele a alcanfor, en remojo revenido con agua bendita por la Virgen de Montserrat en un momento de bajón mariano-artúrico, lo mejor para chupar rueda y sacar tajada con las incontables bajas electorales del pp y cortarle la alas al conato reivindicador catalanista de Mas, el boss rebañador del aproveching. El mensaje estaba clarísimo: si vais a votar a los pequeños, por lo menos votad a éste que es la bisagra ideal que nos va a venir  al pelo para que nada cambie aunque el bipartidismo se haga migas y mientras lo vamos remendando. Y, shobre todo, de un eshpañolazo, que she shale. Chachipiruli dabuten y que viva  Eshpaña comdioshmanda!
Demassié.

Mientras sigamos a este paso, boicoteando lo que nos hace crecer y fomentando lo que nos amarra a lo de siempre, el fútbol de vez en cuando, y por desgracia, seguirá siendo la única muestra consolante de talento que podremos exhibir en nuestra infatuada y ridícula "marca Eshppaña". Más digna de un capítulo de  El Lazarillo de Tormes que de un país del primer mundo en pleno siglo XXI. Ains!


Peridis

Forges

 

 

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