viernes, 30 de mayo de 2014

Irresponsabilidad política 0 - Realidad 10

Desahucios

Afectados por las hipotecas se alinean ante la Fiscalía General del Estado. Afectados por las hipotecas se alinean ante la Fiscalía General del Estado. A.V

La PAH se concentra frente a la Fiscalía General para denunciar su pasividad ante la “impunidad financiera”

  Pretendían rodear el edificio para hacer una entrega masiva de escritos en el registro de la Fiscalía pero, ante la negativa de la Policía Nacional, han tenido que formar una cola en la acera de en frente e ir pasando de dos en dos. (Infolibre)
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Y mientras estas barbaridades  e injusticias alimentan los titulares y la desfección de los votantes, el dúo sacachollos bipartidista se dedica a remendar sus desgarrones ya irremendables porque el tejido no da para más, se dehilacha solito en cuanto la pericia de la aguja intenta el remiendo. No se enteran. La paura di non essere nessuno, o sea, el miedo a dejar de ser alguien para convertirse en nadie, como cantaba Gaber, les tiene acogotados, desnortados y más perdidos que el alambre del pambimbo. Es lo que tiene el analfabetismo esencial, el no saber leer los signos en el abecedario de las cosas normales. Llevan leyendo tantos años en el catón de  la realeza que se han acabado embarullando y confundiéndola con la realidad, y ahora no dan una en la lectura. No saben lo que leen, donde leen, para qué narices leen ni hasta cuando deben seguir leyendo lo mismo o cambiar de texto y, sobre todo, de contexto. Pero, claro, si cambiamos ahora -se dicen ellos a sí mismos por lo bajinis para que no se les noten los nervios aflor de escaño en descoñe vertiginoso- ¿a qué cambiamos, a ver, a quedarnos a la intemperie sin el techo del tinglado? ¿ a dejar el blindaje aforador y a ser como todo el mundo, o sea, mindundis o perrosflauta en desahucio parlamentario? ¿y entonces qué? ¿qué haremos? ¿trabajar? ¿en qué? ¿alguno se acuerda de lo que estudió hace veinte, treinta o cuarenta años y en lo que nunca trabajó o trabajó tan por encima que ya ni lo recuerda? 
Es cierto. Pobres lacastícolas, habitantes del reino de Lacasta. Hay que entenderles y ser solidarios con ellos; facilitarles el aprendizaje con precisión y responsabilidad, con respeto y cariño fraternal. No debemos dejarles a merced de esa angustia por más tiempo, lo mismo que no consentimos que los animalitos sufran por las calles, sin llamar a la Protectora de Animales. Si los ciudadanos españoles se caracterizan por algo, es por los buenos sentimientos frente al sufrimiento del prójimo que lo pasa mal; no hay más que ver como ayudan a los más olvidados y apaleados. Como se solidarizan entre sí cuanto más pobres son y menos tienen. Por eso debemos sacar a los lacastícolas cuanto antes del maremagnum de la incertidumbre, del temor histérico al presente, del apego ansioso al pasado y del caos chimichurri  de un futuro en evaporación mas-iva que no saben como afrontar. Sólo tienen que comprender que su problema no es elegir entre Madina o Susana, ni entre Rajoy y Aguirre o la cólera dediosh sino entre dos abecedarios: el de la realeza y el de la realidad. Entre vivir en una burbuja artificial y enferma sociópata-farisea o elegir el estado de conciencia éticopolítica y transparente para despertarse. Así que seamos compasivos y acortemos más el trance de su angustia. Ayúdemosles con una buena eutanasia cívica para errores garrafales de base. Con el último empujón para liberarles de un estado demencial y sobre todo estéril y absurdo. Así, el que se despierte volará, podrá salvarse de su ceguera, de su bunkeridad fatal yrecuperarse como algo que aún desconoce: como ser humano de verdad; el que no quiera despertarse con la ayuda recibida se estampará en el fondo de su propio abismo que es el peor lugar para terminar una carrera de cualquier tipo. En este caso, político-forrística. ¿Cómo ayudarles? Desobedeciendo sus locuras y aceptando sus cosas buenas si las hubiera o hubiese. ¿Cómo distinguir sus locuras de sus aciertos? Muy fácil: todo lo que va contra los derechos humanos es una locura y un delito y todo lo que favorece el bien común es un acierto y una virtud. a elegir tocan. Como en las urnas. Y si no eliges o eliges mál, luego no te quejes ni te apabulles como los lacastícolas. Todo depende, mucho más de lo que  imaginas, de lo que tú decides pensar y hacer, o no pensar ni hacer. Avisado estás españolito de a pie.

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