España quiero quererte
y sin embargo no puedo,
tú no te dejas querer.
Eres como una madrastra
creadora de Cenicientas
y de heladas Blancasnieves
al abrigo pavoroso
de un patético estropicio
con tripas en la cabeza,
con calambres en el ego,
parálisis de conciencia,
con la mirada en las nubes
y la cabeza en los pies.
Tantos siglos de basura
confundida con imperio,
rezando por las iglesias,
ermitas y monasterios,
catedrales, procesiones
y cruces por todas partes
entre tirios y troyanos
esperando que un milagro
haga lo que tú no haces
ni crees que puedes hacer:
que las cosas crezcan solas
y sin ahorrar paripés,
igual que esta democracia,
que lo mismo se retrata
como GAL o como rey,
pintando las dictaduras
con un arte magistral
que convierte en trampantojo
el truño que más convenga
al bochinche apalabrado
por los tapujos del miedo
y el glamour de las mordazas,
que ahora con las mascarillas
han cuajado en la patente
de los silencios ad hoc
igual que cuaja un bizcocho
como guarnición perfecta
del chocolate del loro.
Eterno ponendo tollens,
de vuelta en tollens ponendo,
como una Bernarda Alba
entre Pinto y Valdemoro
en su riguroso luto
por un pasado terrible
al que se niega el sepelio,
la memoria y la verdad,
martirio para el presente
y para los herederos
es la tumba del futuro
pero con cuentas corrientes
en todas las direcciones
que llevan al paraíso
de fiscalidad adjunta
desde Oriente hasta Occidente
sin que importen las distancias
ni los viajes necesarios
para que quede bien claro
el rol de una democracia
con majestad añadida
que no tiene precedentes
en esa historia macabra
pero con tanta nobleza
y pedigrises adjuntos
que al mundo deja pasmado
con su curriculum vitae
y sus héroes de vitrina,
amojamados y tiesos,
comprados de cargo en cargo,
vendidos al por mayor
al que más pague por ellos,
mientras juegan Parlamento,
Gobierno e instituciones
de todo color y laya,
a la gallinita ciega
entre dimes y diretes
esperando a ver qué pasa
con los reyes de baraja
que entre los oros y copas
esconden bastos y espadas
como han hecho desde siempre
todos sus predecesores.
España, si ahora te callas
y te tragas el marrón
creyéndote nuevamente
el mismo cuento falaz
que llevan contando siglos
los agentes del marrón,
que aseguran sin pudor
la obligación de elegir
entre guerra y monarquía
si la cosa sigue así
en una crisis total
del imperio dineril,
lo vas a pagar tan caro
como lo llevas pagando
a costa del disparate
de anticipar consecuencias
sin aclarar los tinglados
que han causado los estragos
y que así van a seguir
si no se sabe el por qué
y nunca se atan los cabos
que unen poder y parné
y atan señores y esclavos,
una manipulación
que lleva siglos trotando
por el teatro español
y su trágico legado,
ese paisaje de sombras
que Valle Inclán aclaró
proyectando el esperpento
como una lupa de aumento
sobre una historia feroz.
España, si no despiertas
con este infame destrozo,
y dejas que una vez más
el chiste fácil del miedo
y el enredo de intereses
donde el pueblo nada importa
decidan 'lo más sensato',
no te quejes ni protestes
cuando ya no quede nada,
ni trabajo, ni salud,
ni pensiones ni enseñanza,
ni techo para dormir
ni suelo donde pisar
ni estado donde acudir
cuando ya no quede voz
ni nada a lo que votar,
si ya da igual lo que votes
donde nada va a cambiar
porque el nudo bien atado
de una trampa entronizada
protegida por las leyes
en su circuito cerrado
no te deja respirar
mientras te explota y te mata
sin remordimiento alguno
que el delito protegido
por un estado/cloaca
goza derecho divino
en esta patria tan maja,
que sus delitos no asume
y sus cuentas nunca paga.
¿De verdad, confusa España,
que no te dejas querer,
has sabido alguna vez
qué puñetas significa
la palabra democracia?
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