En España, el ingreso mínimo vital (IMV) es una prestación económica garantizada por la Seguridad Social española en su modalidad no contributiva. El IMV se define como un «derecho subjetivo» y tiene por objeto prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social
de las personas que vivan solas o integradas en una unidad de
convivencia, cuando se encuentren en una situación de vulnerabilidad por
carecer de recursos económicos suficientes para la cobertura de sus
necesidades básicas.1
La prestación, que no es fija y varía en función de diversos factores, oscila entre los 461,5 y los 1015 euros.2
El ingreso mínimo vital fue diseñado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por el ministro José Luis Escrivá, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Secretaría General de Objetivos y Políticas de Inclusión y Previsión Social, con la colaboración de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.1 Se aprobó el 29 de mayo de 2020, entrando en vigor el 1 de junio del mismo año.3 El 10 de junio el Congreso de los Diputados apoyó la medida sin ningún voto en contra, si bien el partido Vox se abstuvo.4 El FMI expresó su apoyo al ingreso mínimo vital en España, calificándolo de «esencial».5
La prestación, que no es fija y varía en función de diversos factores, oscila entre los 461,5 y los 1015 euros.2
El ingreso mínimo vital fue diseñado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por el ministro José Luis Escrivá, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Secretaría General de Objetivos y Políticas de Inclusión y Previsión Social, con la colaboración de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.1 Se aprobó el 29 de mayo de 2020, entrando en vigor el 1 de junio del mismo año.3 El 10 de junio el Congreso de los Diputados apoyó la medida sin ningún voto en contra, si bien el partido Vox se abstuvo.4 El FMI expresó su apoyo al ingreso mínimo vital en España, calificándolo de «esencial».5
La renta básica universal (RBU), Ingreso Básico Universal (IBU), renta básica incondicional (RBI) o ingreso ciudadano, es una forma de sistema de seguridad social en la que todos los ciudadanos o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin condiciones.3 Se recibe desde el gobierno o alguna otra institución pública, además de cualquier ingreso recibido de otros lugares.3 La recibe todo miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no puede o quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre e independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta y sin importar con quién viva.4
:::::::::::::::::::::::::::::::::::
Es necesario que en la ciudadanía, para escapar a los embrollos, bulos y manipulaciones informativas sesgadas, sepamos lo que significan los conceptos que se nos exponen y comunican desde ciertas instituciones, habitualmente en un lenguaje demasiado técnico y enrevesado y por ello supermanipulable, aun sin pretenderlo conscientemente. Es normal que los especialistas en determinados conocimientos y operaciones manejen términos profesionales que al resto de la población no le resultan habituales y con frecuencia, son hasta incomprensibles para el lenguaje de la calle.
Desde la aprobación a bombo y platillo del Ingreso Mínimo Vital no se ha vuelto a tener la menor noticia sobre el tema. Mucha gente necesitada y con el agua al cuello dio sus datos, quedó a la espera de contestación, pero todo ha quedado en un vacío silencioso sin respuestas ni explicaciones.
Se supone que debe haber problemas que hayan podido atascar el proceso, pero no hay nadie en el Gobierno que se haga cargo, por mero respeto y responsabilidad, de informar a los que esperan con verdadera necesidad esa aportación del estado tan necesaria para la mera supervivencia. Por pura humanidad hay que dar la cara y explicar por qué no hay respuesta ni visos de que se pueda recibir esa prestación.
Para ser creíbles hay que ser responsables y transparentes, honestos y esforzarse en la eficacia. Es muy justo irse de vacaciones para descansar, por supuesto, pero cuando esas vacaciones solo las pueden disfrutar los gerifaltes de cuyas decisiones dependen soluciones urgentes para quienes no pueden pagarse la luz o si pagan el alquiler no pueden comer ni comprar el material escolar para sus hijos con el comienzo de curso ahí mismo, irse de vacaciones y dejar problemas tan graves colgados en el aire resulta tan injusto como inhumano. Y desde luego, para el respeto y la garantía de las instituciones del estado es demoledor. Nuestros políticos a la hora de ejercer poder se hacen uno con el mando, pero a la hora de meter la pata se quitan el muerto de encima y se escaquean, unos de vacaciones con los deberes sin hacer y otros en fuga con los bolsillos y las cuentas paradisíacas a reventar, como el demérito.
¿Cómo calificar a un estado que disfunciona de ese modo? ¿Cómo sentirse "patriotas" devotos de algo así?
Mucho me temo que la misma irresponsabilidad de que durante este verano pandémico están haciendo gala las hordas desmadradas del egoísmo contagioso saltándose las normas anti covid-19 a base de juergas y cerveceo, es idéntica a la de nuestros desgobernantes, cuya finalidad parece estar a años luz de lo que se espera de ellos: que en las situaciones de emergencia como estas, sirvan al bien común antes que a sus asuntos vacacionales estando como está el patio. Qué es más grave moral y políticamente, ¿salir sin mascarilla o dejar tirados a miles de personas al borde de la miseria, que dependen de sus decisiones para sobrevivir? ¿Quién les multa por esas actitudes de total irresponsabilidad? ¿Dónde está el código que obliga a los gestores del estado a no abandonar sus reponsabilidades para irese de vacaciones, mientras la población se contagia, enferma, se empobrece, pierde el trabajo, está en constante riesgo y ni siquiera merece una explicación que justifique el retraso en la percepción de las prestaciones prometidas y votadas por el Congreso? ¿Dónde está el compromiso ético y gestor de la autoridad del estado? Pues, en los Emiratos Árabes haciendo de damo de compañía al campechano ejemplar que se ha evaporado con la pasta que debería servir para solucionar situaciones de emergencia nacional y en este caso, además, global.
Otro signo de clarividencia gobernante. Es curioso que solo esté prohibido vender alcohol en los supermercados hasta las diez de la noche, como si no se pudiesen poner ciegos vaciando los estantes del cerveceo y los ingredientes calimochos a las 9'30 o a las siete de la tarde... No se trata de ponerle horario al desguace, se trata de que que se eduque para vivir sin tener que desguazarse ni alcoholizarse ni envenenarse. Se trata de desarrollar una conciencia y una autoestima social capaz de hacer de libertad un ingrediente esencial para la calidad de vida propia y colectiva, no para la cantidad de compras estúpidas, que a la larga convierten el cerebro en fosfatina, la voluntad en un trapo y las emociones en delitos, tantas veces irreparables.
Las instituciones de un estado no pueden ser nombres huecos ni pegatinas para que las niñas jueguen a ser princesas pijas y los niños, supermanes borderline.
Las vacaciones hay que merecérselas, señorías. Y ustedes no se las merecen. Trabajar en un gobierno no es andar de un lado para otro y sentarse a debatir horas y horas sin sacar soluciones aceptables. Y que todo siga cuesta abajo y sin frenos. Lo peor de todo es que no tenemos alternativa, la solución derecha devoradora es aun peor...Pero es posible que la abstención por mayoría absoluta la haga llegar otra vez a La Moncloa. Entonces los españoles seremos en masa los refugiados y migrantes.
Españoles por el mundo a la fuerza.
Españoles por el mundo a la fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario