miércoles, 17 de octubre de 2018

Perder el oremus absolutely





Un hombre que no sabe en qué mundo vive

Pablo Casado dijo ayer que su partido presentará una enmienda a la totalidad sobre la ley de la eutanasia porque ese problema, el de la eutanasia, no existe.







Pablo Casado dijo ayer que su partido presentará una enmienda a la totalidad sobre la ley de la eutanasia porque ese problema, el de la eutanasia, no existe. Cree más, cree, y un día dijo, que la ley era un invento para dividir a la sociedad. Reconozco que hacía mucho tiempo que la afirmación de un político no me había irritado tanto. Hasta ahora, Casado nos había venido regalando algunas frases perla en las que se exhibía una exuberante inmadurez. Quien tenga curiosidad puede encontrarlas con facilidad. Son muchas y bastante penosas. La última, la del descubrimiento de América, no es de las mejores. Pero esta de la eutanasia es de otro grado y le desnuda como un hombre que no sabe en qué mundo vive ni qué verdades, dolores y desesperaciones encierra.




Casado puede estar en contra de la eutanasia, naturalmente, e invocar muchas razones para defender su punto de vista, pero esta no. Al negar la existencia del problema, Casado se me aparece de repente con un adolescente mimado disfrazado de hombre. Es posible que la facilidad con la que ha sacado adelante sus estudios le haya confundido sobre las dificultades de la vida, pero le puedo asegurar que abundan, son muchas y muy profundas. En el Partido Popular debe haber sin duda un gran número de hombres y mujeres adultos sensibles y con sentido que pueden sacarle de su patético error y recomendarle que se calle. Hoy, miles de familias españolas han descubierto que Casado no vive en su país ni en su mundo.

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Creo que Iñaki es muy optimista al sugerir que  En el Partido Popular debe haber sin duda un gran número de hombres y mujeres adultos sensibles y con sentido que pueden sacarle de su patético error y recomendarle que se calle. Precisamente si Casado está presidiendo ese partido es porque el pp le ha elegido por mayoría y le deben parecer sensacionales sus fantásticas cualidades visionarias de líder de anticipación con retromarcha. Y además estarán de acuerdo al reconocer tan "democráticamente" que una inmensa mayoría de votantes nunca se equivoca...aunque lo que decidan sea tirarse por un terraplén sin fondo; ya lo hicieron votando a Rajoy y se quedaron tan panchos y no es que hayan aprendido la lección, es que siguen en sus trece esperando el parto de los montes.Un milagro. Como en aquella canción d ela infancia: 

"Ahora que vamos despacio
vamos a contar mentiras, tralará.
Por el mar corren las liebres,
por el monte las sardinas.
Escapé del ampamento
con hambre de seis semanas
tralará
tiré piedras a un ciruelo
y cayeron avellanas, tralará;
con el ruido de las nueces
salió el amo del peral:
"chiquillos, no tiréis piedras
que no es mío el melonar,
que es de los pobres que habitan
en el Palacio Real"

Quién nos iba a decir a las chiquillas de los años 50, cuando jugábamos en el recreo del cole con aquella banda sonora de fondo, que nuestros disparates lúdicos cantados a coro y en corro, un día serían noticia en los periódicos cuando fuésemos abuelas y que la gente las leería como noticias en serio y que hasta serían verdad...
Estas cosas tan marcianas lejos de hundirnos en la miseria,  hacen recuperar la esperanza en el milagro de los imprevistos inimaginables por la lógica, en esta especie de Juego de la Oca que llamamos existencia. Y en vez de desesperación produce esperanza si sabemos mirar en la dirección adecuada y no en la que el Ibex35 pretende que miremos a nuestro alredor, tan rebosante de inders, marhuenders y caponaters.
Si la política del pp consiste en arruinar el estado para llevárselo crudo en petit comitè a base de corromper hasta el suspiro, y luego lo que queda como resultado de esa grandeur es este original compositor de suites disparatadas y melodías cacofónicas, que no es de Operación Triunfo, sino diputado y jefe de la oposición... si se ha sobrevivido a esto, el loquipodio hispánico ya solo se puede mejorar.

El Pare Jofrè, que fue el primer psiquiatra conocido en la Historia de Europa, allá por el siglo XIV, ya calificó a esos personajes de razón  descolocada y encefalograma a ralentí, incapaces de saber en qué mundo vivían, como "orates, alumbrados y perdidos", se dedicó a buscarles un lugar donde pudiesen vivir sin hacer mal a sus semejantes ni ser hostigados por ellos, debido a sus deficiencias y conductas erráticas insoportables e incapaces de convivir en el hospital con los demás enfermos que estaban convencidos  a su vez, de que los pobres locos y tontos salidos del caos, estaban poseídos por la flor y nata de los infiernos. Pero como Jofré, y luego la ciencia médica demostraron, aquellos peligrosos infelices no estaban endemoniados, tan sólo les faltaban bastantes hervores en su desarrollo psicoemocional y su problema más grave en la condición de incurables, era no estar en el lugar adecuado. A nadie en su sano juicio se le hubiese ocurrido presentralos como aspirantes a ser validos del reino o ministros de los reyes de entonces.
Así se fundó el primer manicomio de Europa. En Valencia. La cuna de la locura corruppta.

Marcos Benavent, el yonky del dinero pp fashion, convicto, confeso y arrepentido, da fe de ello en primera persona. Lo ha experimentado en sus propias carnes, bolsillos, banquillos y  cuentas corrientes.
Casado no sólo no se ha dado por enterado ni mucho menos ha tomado nota del problemón, al contrario, es la quintaesencia de ese licor alquímico que trastorna neuronas, cerebros y conductas adictas a las cuatro Ps (pánico, placer, poder y parné) . Por eso sus dicursos son el delirium tremens de la ya enloquecida meloppea. La prueba de lo mal que está el pp, es precisamente que lo presida alguien como Casado y que a todos los miembros del ppack que lo ha hecho posible, les parezca maravilloso seguirle como borregos camino del matadero político.

En este punto y a estas alturas del disparate, ya no se acierta a distinguir  donde acaba la pena que da, de la vergüenza que produce el patetismo de tal esperpento.

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