miércoles, 24 de octubre de 2018

Manipulaciones semánticas a la carta


Ayer escuché una conversación en la que se denominaba "libre albedrío" al deseo personal y caótico de adaptar la realidad a uno mismo pasando de las leyes y las normas. Me dio mucho que pensar esa acepción tan ad hoc y al mismo tiempo, tan fuera del significado real del término y de cómo se ha venido utilizando a lo largo del tiempo para arrimar el ascua a la sardina en las brasas que más calientan a los intereses determinados. Así que me permito hacer una reflexión al respecto para ir aclarando ideas y descubriendo prejuicios en el vuelta y vuelta del calcetín del poder. 
Como siempre recurramos a los orígenes etimológicos para orientarnos sin retruéanos y analicemos.
Albedrío deriva del térnmino latino arbitrium, que hace referencia a la facultad de usar la libertad para decidir o elegir libremente según el criterio propio.De algún modo la expresión "libre albedrío" es algo redundante, como decir "libertad libre".

¿En qué momento histórico se comenzó a confundir "albedrío" o "arbitrio", con capricho o desorden al pairo de boladas personales? No lo he podido determinar en un punto concreto, pero es muy posible que esa confusión proceda de un blindaje del poder sobre las conciencias ciudadanas, ejercido por cualquier imperio totalitario, en cualquier época, sobre todo, posterior a la democracia ateniense y a la república romana, en las que la libertad de elección, de pensamiento y de expresión eran garantía fundamental del sistema. Parece muy probable que el auge negativo del término "libre albedrío" concebido como actitud rebelde, desordenada, negativa y caótica se afianzase en el medievo y fuese implementada por el imperio "sagrado" de una Iglesia Católica y guerrera que triunfaba en los poderes políticos del mundo, aprovechando como equipo de sonido  un mensaje espiritual que ella misma no se cree ni valora como verdadero, sino solo como herramienta supersticiosa de dominación psicológioca, cuyo recurso  principal es el "albedrío controlado" por una descarada "ley del embudo", y así, dando lugar a que cambiasen los valores tergiversados, y a que la justicia y el derecho acabasen como siervas de la religión convertida en canon universalizado por un imperialismo totalizador, que a su vez es un fenómeno inseparable de la tiranía remasterizada en autoritarismo "legalizado" por las minorías poderosas (oligarquías), con el fin de erradicar la autoridad legítima de la conciencia colectiva e individual y su inteligencia cooperativa, mucho más que militarizada desde una cúpula de poder absoluto, que imponen siempre "el libre albedrío" visto desde las oligocracias dictatoriales, en las que desaparece desvitalizada y seca, la democracia, que en origen era también un valor evangélico posteriormente aniquilado por una teocracia divina  sui generis, pero que en realidad es una miserable e infrahumana clerocracia aceptada por las masas dominadas desde la cruz, el sufrimiento y la obediencia ciega a base de premios y castigos, de quienes dominan y poseen las voluntades modificadas mediante ritos y "razones" emocionales que se basan en el miedo a lo desconocido, envuelto en una capa oscurantista que llama "misterio" a todo lo que relatan como fenómenos paranormales mal entendidos que no pueden ni alcanzan a explicar.
El albedrío y la libertad se convierten en un peligro para las religiones-imperio y sus dogmas intocables. La "libertad de los hijos de dios" , que también es la democracia asamblearia de los primeros practicantes del evangelio cuya finalidad social era la práctica del bien común, de la igualdad fraterna, de la empatía  y de la apertura del espíritu, deriva en los estados pontificios y en el sacro imperio de los poderosos...¿Cómo situar en ese nivel el uso de la libertad y del albedrío? Pues condenando ambos aspectos y reconduciéndolos hacia  las normas pensadas para dominar y remodelar las conciencias, lo mismo que hicieron con los templos paganos, aprovechando sus mármoles y piedras para construir sus basílicas y templos cristianos, no evengélicos, sino cristianos ( un concepto traducido del hebreo "ungido", al griego "kristós, formulado por Pablo de Tarso, que paradójicamente, no conoció a Jesús y de haberle conocido, seguramente, le habría crucificado como apedreó al diácono Esteban por ser seguidor del Galileo). Menudo pastiche religioso, precisamente, superpuesto sobre un movimiento nuevo en las antípodas religiosas del momento cultural. Todos iguales, el primero es el último en el reino de todos y todas, y viceversa, en el que el maestro no tiene  materialmente donde reposar su cabeza, según sus propias palabras...y, paradójicamente, cuyos "representantes" en la tierra llevan 1700 años subidos al carro del poder absoluto y dando normas por el mundo para controlar el albedrío y la libertad de los hijos de dios...en vez de ayudarles a descubrir en su interior esa potencia inagotable del amor infinito, que no conocen, ni está ni se la espera. Pero, claro, ¿cómo enseñar a alguien lo que para uno mismo es un galimatías oscurantista llamado "misterio"?
Y cuando no hay amor, como en las parejas humanas, aparece el mal trato,el abuso de poder y una crueldad atroz, capaz de las peores barbaridades, que hasta se pueden camuflar de leyes y normas a favor de los abusadores y tiranos, que sí utilizan la redundancia de su libre albedrío para aniquliar el albedrío y la libertad de sus semejantes en inferioridad de condiciones sociales, económicas y culturales.
Con tal panorama a la vista, tiene todo el sentido que emperadores, papas y gerifaltes varios retorciesen y sigan retorciendo el término "arbitrium" y lo colocasen, entonces y  ahora,  como lo contrario de su sentido original, al mejor estilo Goebbels. 

Si hay un dios todopoderoso que premia a los buenos y castiga a los malos (así nos enseñaban el catecismo en la escuela primaria durante la dictadura franquista) que ya tiene decretado el destino de sus marionetas humanas, el albedrío-arbitrio y la libertad no tienen sentido alguno, ya que todo "se hace según su voluntad", y en el caso de ser libre de verdad el ser humano se convertiría en una aporía denunciante de ese mismo dios, que nos crea libres y luego nos muele a castigos eternos si nos equivocamos entre los jeroglíficos de sus desiginios, en la temporalidad de tan breves existencias, que nada tienen que ver con la eternidad estupenda e impecable de un dios que nunca se equivoca, pero que la pifia inventando seres libres...Vamos, un oxímoron, una aporía infumable, que no es posible concebir por mentes sanas y mínimamente lúcidas. Y mucho menos si su esencia es amor inteligente como se pretende que sea ese dios fotocopia del hombre y nada que ver con una imagen y semejanza de lo que es una misma realidad: el mismo tejido tan divinio como humano.

Entonces, ¿para qué andarse con tanta zarandaja y tanto retruécano, que en vez de hacernos mejores y libres de verdad, nos van dejando hechos unos antropo-zorros? Según los jerarcas del invento, lo más efectivo y eficaz para el sistema terminator es cargar a los términos "libertad" y "albedrío" con el sambenito de tiro por la culata, de una peligrosa escopeta que carga el diablo, ese rebelde crónico que se resiste a obedecer una divina voluntad, que por un lado nos hace libres y por el otro nos enjaula en su ordeno y mando que a él se le va de las manos y que lleva a sus criaturas a golpe de castigo hasta sin motivo alguno y de premios inexplicables a canallas, indecentes y criminales impunes ante leyes maravillosas inspiradas en una justicia supuestamiente basada  en mandatos tan divinos, que entienden mejor a los vergugos pederastas que a los niños abusados, a los dictadores bajo palio que a sus víctimas inocentes sacrificadas por una diferencia de ideas, de albedríos y libertades espurias. Un sistema de retribuciones divinas que es una puritita contradictio in terminis, con la que no hay quien se aclare si no se da el paso de dejar atrás tanta cutrez  y ofensa a la inteligencia que al parecer hemos recibido de nuestro creador en persona, según nos cuenta la antología de cuentos vaticanistas. A lo mejor somos sus proptotipos de cyborgs experimentales,  chi lo sa?
El caso es que ese disparate instuticionalizado se ha ido convirtiendo con el tiempo y la manipulación en la mayor factoría de ateos beatos, hipócritas meapilas y figurantes de escena patética, guerreros matarifes con bendición adjunta y canallas de alto standing en un sistema matrix fashion que solo el cine más alucinante y terrorífico acierta a describir. Justamente en todo lo contrario que emana del espíritu, que según Jesús de Nazaret "sopla donde quiere y como quiere" en el más puro y sano albedrío de todos y todas.
¿Qué sentido tiene crear razas humanas libres e inteligentes, ponerlas en un planeta que es maravilloso y dejar que se pudran y se maten entre sí , mientras dejan el planeta para el arrastre, por dinero, comodidad y tontuna gravis, por 'voluntad divina' para más inri, si no renuncian a su albedrío y a su libertad y se convierten en rebaño sometido a pastores que son capaces de hacerlos puré con sus normas y leyes arbitrarias que aplican al pastoreo pero nunca a sí mismos? Unos  pastores muy retóricos y teológicos pero, en el fondo, más pedidos que el alambre del pan bimbo.

Hay ejemplos terribles como símbolos del tinglado multipastoral, de manipulación identificativa con valores artificiales y dogmas apabullantes como "dios-patria-rey", que deberían ponernos en alerta y los pelos como escarpias. Ese trío lalalá es el pasto del ganado que alimenta a los rebaños de cualquier especie animal comestible, con el fin de engordarlos y acabar en el matadero social y en la cacerola del poder monetario, económico y financiero. Luego, para las castas inductoras y distantes de sus propias fechorías siempre queda el recurso de la compasión a distancia: ay, si no se hubiesen acercado tanto a los matarifes, ay, si no hubieran protestado tanto por la condiciones de la cochiquera, seguro que ahora serían embutidos de marca y no de baja estofa...Serían fundadores, veteranos e incluso soberanos, pero no vino peleón de garrafa...como en aquel chiste del franquismo.
Para el sistemita in falliure la culpa siempre es del perdedor, nunca del monstruito que comete el crimen, que tiene impunidad a toca teja. Qué planazo, ¿verdad? Con lo chuli que queda una democracia pasada por la piedra de la fiesta nacional, del poder, del parné, de las manadas y las hijaputas que son unos bichos, de las zorras que mueren por eso mismo, por zorras... y lo que aportan a los bienes sociales las bombas que matan poquito, los presos que no han hecho nada,  el pánico mediático programado, y esa habilidad portentosa de la virtud fingida con obsolenscencia también programada. Hay que ver lo que se pierden los mindundis del albedrío y de las libertades sin pies ni cabeza siempre erre que erre que si feministas que si pensionistas, que si sindicalistas al pairo, sin ton ni son...Con lo que molan la  ley y el orden, no por sus contenidos, que son siempre bagatelas, sino por el empaque con que se presentan, toga en ristre recién salidada de la suprema tintorería. Y lo que mola el glamour, jolines!

Cuando el 15M y los movimientos sociales activados, estallaron en calles y plazas  como una supernova en el universo de los abusos, se produjo un cambio importantísimo de conciencia en la humanidad, que ya es indeleble hasta en la memoria celular de nuestra especie, como lo fue el estallido de Hirosima y Nagsaki en 1945.
Desde de 2011, el mundo camina hacia una puerta interdimensional de cambio irreversible, que los juegos cortoplacistas del dinero y del poder no dejan ver con detalle en la imaginería superficial, por lo que distraen y confunden, pero, sin embargo, no alcanzan a desmovilizar esas conciencias cada vez más sensibles y perceptivas, sensibles y despiertas, precisamente, debido a las barbaridades que se están produciendo constantemente. Por ejemplo, la revisión práctica del sentido del albedrío y la libertad, que ya escapan del montaje de los poderosos, como el desubrimento grupal de la conciencia que ya rebasa el límite de lo privado para ir convirtiéndose en fenómeno colectivo de una brújula abierta al presente como mapa de un futuro muy distinto del pasado, y en formación constante, dinámica, sin perder el eje axial que la ha puesto en pie. 
Como se ve, en el mundo Mordor fashion, la traducción e interpretación de textos a cargo de la oligarquía es la llave de la despensa para darle la vuelta a la manifestación de una realidad que ya no pueden detener porque les supera aunque sea el resultado de sus errores y acciones depravadas. Precisamente por ello.

No es que haya oscuridad, es que hay cada vez más luz en las conciencias y por eso se ve mucho más clara la mierda de siempre. Antes no se diferenciaba de la normalidad, ahora está cada día más claro lo que hay. Antes, el desconocimiento y las tinieblas pringosas impedían la visión y los remedios para lo que ni siquiera se consideraba enfermedad, ahora, la misma enfermedad aporta la fabricación del remedio.
Aunque no lo parezca en lo aparente, estamos habitando la mejor época de la humanidad. Nunca ha habido tanta necesidad asumida de que el Continente de la Conciencia tome las riendas de la evolución. Enhorabuena, hermanos y hermanas de especie. Y recordad constantemente, quienes y qué somos en realidad y cuál es nuesttra función este teatro cósmico donde nada es lo que parece ser en los cuentos de este sistema.

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