jueves, 25 de octubre de 2018

Greenpeace nos alerta: la sal marina es portadora de plástico. Recordemos que también hay sal de tierra, como la del Himalaya, la de las minas y la de manantiales salinos. Evitemos la sal marina y evitemos envases se plástico para la sal. Hay algunas marcas en herboristerías que envasan sal del Tibet en cajas de cartón. Si las empresas no cambian de envases, dejemos de comprarles el producto, digamos por qué no lo queremos, y cuando pierdan pasta seguro que cambian de envoltorio y la procedencia del producto




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Los plásticos están en todas partes: en ríos, playas, océanos, desde el Ártico hasta la Antártida. Incluso los estómagos de aves, peces, tortugas y ballenas están llenos de plástico. Y ahora también la sal de mesa.
Hemos analizado 39 marcas de sal a nivel mundial: de ellas, 36 contenían microplásticos, o lo que es lo mismo, fragmentos de plástico inferiores a 5 mm. No lo vemos, pero está ahí. Pueden haber sido fabricados directamente así, pero muchos vienen de objetos más grandes como botellas, bolsas u otro tipo de envases y envoltorios que una vez en el mar se van rompiendo en trozos cada vez más pequeños por acción del viento, la luz solar o el oleaje.
Pero, ¿qué empresas son responsables de la destrucción del planeta con los envases de plástico desechables de sus productos?
Coca-Cola, PepsiCo, Danone, Nestlé, Colgate-Palmolive, Johnson & Johnson, Unilever, Kraft Heinz, Mars, Mondelez, y Procter & Gamble encabezan la lista de empresas que siguen perpetuando la crisis mundial de la contaminación por plásticos.
Con su modelo de negocio, no les ha importado vender millones de toneladas de plástico que terminan inundando los océanos. Y no solo eso: ahora hay evidencias de que se transfieren a lo largo de la cadena alimentaria y llegan hasta nuestros platos. Incluso un estudio piloto ha encontrado por primera vez microplásticos en las heces humanas.
Solo en España, con un consumo medio recomendado por la OMS de 5 gramos de sal al día, cada persona estaría comiendo 510 micropartículas plásticas al año, según un informe de la Universidad de Alicante. Los riesgos para la salud humana del plástico en nuestro tracto gastrointestinal, donde puede ayudar a la transmisión de químicos tóxicos y patógenos, son impredecibles.
En la campaña de plásticos de Greenpeace trabajamos para que las empresas se comprometan a reducir el uso de plásticos desechables, rediseñen los sistemas de distribución para minimizar o eliminar el embalaje, y se responsabilicen de la contaminación por plásticos que está inundando el medio ambiente. ¡Únete! >>
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