Aparcado hábilmente por Margarita Robles el insulto que Heredia le profirió –la llamó ”hijaputa” por no estar afiliada al PSOE-, queda un relato que es mucho más que un cuento juvenil plagado de medias verdades y mentiras. Es un ejercicio de superchería (de postverdad dicen ahora) que trasciende al propio autor.
De entrada, el cuento chino que expuso Heredia llevaba corriendo de boca a oído desde antes de que Pedro Sánchez fuera descabalgado de la secretaría general PSOE. Era pura consigna para justificar el golpe político más vergonzoso que se recuerda en la historia del socialismo español.
La insidia de atribuir a Pedro Sánchez un pacto cerrado con los independentistas y Podemos para alcanzar la presidencia del Gobierno partió del PSOE-A, que, entre susurros y sobreentendidos, puso a sus cuadros a picar carne. “Si tú supieras, si yo te contara, es que han pasado cosas muy graves que no se pueden ni contar”, iban diciendo por ahí secretarios generales, alcaldes, diputados, senadores y demás artistas del alambre.
En este sentido, Heredia solo ha contado lo que le dijeron que contara o, mejor dicho, lo que le dijeron que no se podía contar a las claras. Quizás él, lenguaraz y entusiasmado ante la muchachada socialista, se vino arriba y se sacó de la manga lo del chivatazo de Fernández Toxo para darse empaque de interlocutor de primera línea.
Casi sin querer, metió en el lío interno sociata al secretario general de CCOO, a un tercero que no está para bromas. Es decir que el ‘calentón’ dejó en ese preciso momento de ser interno.
Espero y deseo que Toxo, un sindicalista íntegro donde los haya, no ceda ni un milímetro ante las llamadas de “pelillos a la mar”. Los militantes de CCOO no le perdonarían que se pusiera de perfil en un asunto tan repugnante. Hasta ahora no lo ha hecho.
Y está lo de la disolución del PSC, grito de guerra en el PSOE-A en los primeros meses de la Comisión Gestora. La cosa no ha tenido más recorrido porque Miquel Iceta tiene velas puestas a la Santísima Trinidad y no se moja ni cuando se baña. En fin, un bailón a secas.
Pero esto de mentir parece marca de casa Susana. La última mentira la soltó la propia lideresa andaluza en la amable entrevista que le hizo el pasado lunes mi querida Pepa Bueno en la Cadena SER. Dijo que sometió el acuerdo con Ciudadanos en Andalucía al Comité Director del PSOE-A. Lo hizo a toro pasado; es decir, cuando estaba firmado y sellado. Y, por supuesto, aprovechó la ocasión para dejar entrever su urticaria a que los militantes voten este tipo de cuestiones.
Entre tantas mentiras, de esa ribera del socialismo democrático surge alguna verdad de vez en cuando. La más grande de todas la ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en la puerta de Ferraz poco antes del Comité Federal del PSOE del pasado 1 de abril.
En concreto, Page, con esa carita de curita que le viste y calza, ha dicho a la jauría periodística que “estas primarias van a determinar, y mucho, la perspectiva y, seguramente, la agenda personal de muchos”. ¿Viene a decir que si gana Pedro Sánchez, él y el resto de los barones que están apoyando a Susana Díaz van a coger puerta y calle?
Después, en una entrevista en El País encargada por Caño para pagar la medalla de Andalucía, ha dicho lo mismo, pero de forma más clara y midiendo cada palabra del chantaje a sus militantes: “Pospongo mis decisiones y mi agenda institucional al resultado de las primarias”. ¡Olé, olé y olé!
Si es así –no me cabe ninguna duda de que es así-, la militancia socialista tiene el próximo 21 de mayo la posibilidad de convertir un chantaje en toda regla en el proceso de renovación más importante dentro del PSOE desde Suresnes.
Para que nos entendamos, es un ‘seis por el precio de uno’: los cargos de Page, Fernández Vara, la propia Susana, Lambán, Ximo Puig y Javier Fernández por mandar por tabaco a Susana Díaz. Lo dicho, histórico, revolucionario, acojonante.
Así, para ganar las primarias, con esta estrategia del empujón, presionando a los militantes a través de los alcaldes, van a tener que dar un pucherazo de época; van a tener que ponerse en censo por montera. Pueden que ganen, pero lo que es convencer, nanai de la China.
Por cierto, no hay nadie en el círculo de la presidenta andaluza capaz de aconsejarle que no se siente más en los comités federales al lado de Lambán, que, con ese porte de cochero de Drácula, la desmejora aún más.
Sabe usted, es por ayudar, que me empieza a dar no sé qué ahora que se le está poniendo a Susana cara de Poulidor.
PD: (1) ¿El PSOE de Málaga no habrá iniciado una caza de brujas contra el joven que grabó a Heredia en Cortes de la Frontera? ¿El delegado del Gobierno de la Junta en la provincia no estará llamando a diestro y siniestro promoviendo la delación? Lo digo porque no merece la pena hacer ahora el ridículo; seguro que ha sido Toxo.
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