sábado, 22 de abril de 2017

Caso Marhuenda, visto para tertulias






El PSOE exige la "revocación inmediata" de Marhuenda como comisario honorario
El director de La Razón, Francisco Marhuenda. EFE
La marea disuasoria ya ha llegado. Francisco Mahuenda, director del diario La Razón, vuelve a sentarse en las tertulias, como si una imputación judicial en un grave caso de corrupción fuera una gresca más de la sociedad del espectáculo. Marhuenda y Mauricio Casals, presidente de esta publicación, han declarado ante el juez por un delito de coacciones a la presidenta de la Comunidad de Madrid y su equipo.
Existen conversaciones grabadas por orden judicial que ambos reconocen como reales. En ellas hablan con Edmundo Rodríguez Sobrino, directivo del Canal en Latinoamérica y consejero de la empresa editora de La Razón. Pero Marhuenda le quita importancia porque considera que estaban ayudando a un amigo, es una forma de hablar, y con pedir disculpas por llamar "zorra" a Marisa González, la jefa de gabinete de Cifuentes, es bastante. Turno para otro, pasemos a otra cosa.



En su ayuda ha acudido la propia Cristina Cifuentes, que insiste en hacerse "la rubia" y se muestra ante el juez  más comprensiva con las presiones mal llamadas periodísticas.
Lo que asusta es esa concepción del periodismo. No se trata siquiera de si "nunca, nunca, nunca" Marhuenda coaccionó, sino de a qué se dedica. El trabajo es informar de asuntos que afectan esencialmente a los ciudadanos no ver cómo libra a un amigo, sobre el que pesan graves imputaciones, de responsabilidades judiciales. Para Edmundo Rodríguez Sobrino la Fiscalía Anticorrupción ha pedido prisión incondicional. Marhuenda es, como Casals, un alto cargo de un periódico y el juez Velasco habrá sopesado las pruebas. No son titiriteros o un rapero al que le pierden las palabras por la Ley Mordaza.
La hemeroteca, que invoca Marhuenda, está llena de portadas, editoriales y artículos insidiosos contra rivales del PP. El editorial del 19, el mismo día que se conocería su imputación, lo titulaba: "No es justicia, es política". Y estaba plagado de las "verdades" de Marhuenda. Entre otras, que "Rajoy testificará, aunque no debería hacerlo", "lo hará por una deriva política ajena a que la verdad sobre Gürtel se conozca". O "mal que les pese a los inquisidores", en referencia a los jueces que convocan a Rajoy como testigo y a la oposición política. Al periodismo, Marhuenda no se dedica. 
Puede que el director de La Razón no sepa ya qué es periodismo, si alguna vez lo supo. Lo temible es que no lo sepan o no lo quieran saber quienes le convocan a las incontables tertulias en las que participa. A él y a los que comparten su peculiar sucedáneo del periodismo. Aquí reside el auténtico problema. El que puede confundir a los ciudadanos y afectar su derecho a la información. Estas actuaciones de parte terminan por convertir los delitos, la corrupción política, también en discusión de tertulia.
La pregunta insistente estos días es ¿cómo pudo pasar todo esto? ¿Cómo puede llegar un país a estos niveles de inmundicia? A añadir tramas sin fin al pozo de la escandalosa corrupción española. A ver cada poco a un político más, acusado de dirigir una red criminal para enriquecerse y vivir como un Marajá. A un Fiscal Jefe Anticorrupción que provoca un motín de los fiscales bajo el amparo de un artículo pensado para circunstancias extremas. Moix prohibió, por escrito, un registro de la operación y los fiscales no acataron la orden. Obligados a negociar con su jefe, aceptaron que los detenidos no lo fueran por " pertenencia a organización criminal", aunque sí figura en el sumario. A un ministro de Justicia como Catalá. A magistradas "de la casa" que avisan a los investigados. A alguien del Gobierno como se ha sugerido que también alertó a Ignacio González. 
La justicia independiente es piedra angular de un Estado de Derecho. Y está demostrando que en gran parte funciona aunque no sin esfuerzo. A pesar de las interferencias. Pero hablamos de un país en el que ya cuesta discernir quién está limpio en las alturas. La detención de Javier López Madrid, yerno del empresario clave Villar Mir, amigo de los reyes a niveles de sonrojantes mensajes, relacionado con la trama Púnica también, nos habla de unas élites impropias.
Son cuestiones esenciales, a las que muchos ciudadanos empiezan a añadir con preocupación la responsabilidad de los medios. La información veraz es tan imprescindible como la justicia.  
No se puede saldar la imputación de Francisco Marhuenda en una tertulia. En una, tras otra. Lo hará el juez. Pero periodísticamente no es sostenible. Los grupos de comunicación deberían ser exquisitos con esto. Y los ciudadanos también. No vale todo para distraerse, ni hacerse el distraído. 
Tampoco es admisible el estado en el que se encuentra RTVE. De hecho, ha arreciado en sus prácticas manipuladoras desde que se llegó al acuerdo de que, algún día, se volverá a elegir a sus dirigentes por méritos profesionales y no por su servicio al PP.
En todos los casos, los ciudadanos están obligados a discernir cuándo les ocultan informaciones y cuándo les dan Venezuela por liebre o intereses empresariales por columnas de opinión. Ser responsables por el bien común.
Las andanzas de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, han sido publicadas desde hace una década. Con su férrea resistencia, dado que le sobraba dinero para denunciar y pleitear contra periodistas. Espléndida la columna de Manuel Rico en Infolibre hablando, por cierto, de cuántos han salido a la palestra por "detener" a Ignacio González. Marca España.
Cada vez cuesta más tragar los apoyos del Gobierno a un PP en esta tesitura. Y creer que personas decentes duden de si la corrupción es cierta, a pesar de las abrumadoras evidencias y de los intentos por confundirles. Y sigue siendo irrenunciable que el periodismo informe de la verdad honestamente. Igual así, la corrupción pasa la factura que requiere y deja de ser la crónica de un olvido anunciado. A todos sus proveedores. La gente está que trina. 

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Pues si', Rosa Maria Artal. Estamos que trinamos. Y tambien, por supuesto, hasta la coronilla de esa cooperacion con el basurero de medios como La Sexta, por ejemplo. Tipos como Maruhenda o Inda, que no aportan nada de nada, salvo sus interminables letanias filocorruptas e insultantes de cada dia, aparecen constantemente en programas como Al Rojo Vivo o la Sexta Noche. No exponen ideas, nada inteligente que reflexionar, no hay en ellos el menor atisbo de lucidez ni salud periodistica ni deontologica que valga mas que un cenicero por vaciar. Repiten, a distintos horarios y  dale que te pego, los mismos mantras  sin venir a cuento, y paradojicamente se les trata con verdaderos privilegios por parte de esas  esa cadenas que funcionan como las cohortes legionarias encargadas de proteger a los emperadores romanos de cualquier posible sobresalto; rara vez les cortan con logica e inteligencia suficiente en sus circunloquios sin fuste para recordarles que no estan ahi' para cantar las loas a sus caciques favoritos e insultar a todo el que disiente de sus dogmas perreros, para rubias y rubios de quincalla, pero, en cambio,  constantemente estan interrupiendo con publicidad si el tema no es proclive a ambos esbirros del pp o avisando del poco tiempo disponible para los demas conterlulios que no comulgan con la plumbea y machacona pareja marujindica, ni con sus alegatos constantes a favor de la corrupcion de sus mecenas y sostenedores, pero a muerte con quienes no son los patrones paganinis de sus servicios.
El resultado es que cada vez mas penya se desconecta de ese tipo de programas, cuya unica virtud es confundir, mezclar churras con merinas para que nunca se saque nada en claro, y que verdades con mentiras apelotonadas al mogollon verborreico, no se distingan entre si' salpicadas por la misma mierda mediatica que se va amasando y lanzando al aire para apestarlo y espesarlo adecuadamente, con mas pericia hasta dejarlo irrespirable absolutamente.
Justo, con ese habilidoso destrozo del periodismo y su responsabilidad necesaria para que sea, eso, periodismo y no una interminable y cansina version vintage del primer acto de la zarzuela Gigantes y cabezudos, (en este caso se trata de enanos cognitivos y cabezones 'morales', sin mas glamour que el aburrimiento) como primera y basica cualidad imprescindible para que el concepto se corresponda con la realidad y no con las mentiras y retorcimientos incomprensibles y estupidos en aluvion, insultando la inteligencia de tal modo que la unica opcion ante tal sinsentido, sea cambiar de canal o ponerse una peli de contenidos sustanciosos para compensar los danyos eticos y esteticos del gallinero marujindico descosido que se nos tira a la yugular nada mas entrar en el vestibulo informativo de Mordor. Una pesadez y un desafuero de proporciones sin proporcion alguna. 

No se trata de censurarles a lo bestia, o sea, a la manera espanyola, como dice Antonio Machado. No,pobrecicos mios. Se trata simplemente, y por su propio bien, de no invitarles a desbarrar, con una especie de terapia rehabilitadora social, que consista en ignorarles, sencillamente, si', como una especie de Proyecto Hombre, para desengancharse de esa droga del despelleje gravis et chronicus, que los esta' dejando hechos una pena; hay  periodistas mejores de derechas (no demasiados, es cierto, tampoco es que todas las plumas y teclados a la izquierda sean la repera, pero en general tienen un pasar mas asumible y mas cuerdo, mas aseado y presentable etica e intelectualmente) con los que al menos se puede compartir el mismo espacio sin tener que taparse la nariz, ponerse una venda en los ojos o cerrarlos hasta que se callen, o reducir el sonido del muermo  hasta que acaben de zascandilear con las palabras, tal vez darse un paseo por la cocina a contar la fruta o las patatas, mientras tanto, o enchufarse unos auriculares con musica hasta que se callen por si mismos, ya  agotaos, o, incluso,  por orden del presentador del programa, y permitan con su silencio que la inteligencia, (por fin!) pueda expresarse sin riesgo seguro de perecer en el  peligroso intento de decir algo coherente y medianamente lucido... Claro que, tampoco demasiado, porque ese tipo de schok puede tener secuelas irrecuperables para la especie marujindica y que ya se nos desencuaderne de un modo fatal, que tampoco es eso, xd! Que' seria de nuestra especie sin ejemplares que cada dia la pongan a prueba para poder evolucionar y desarrollar nuevos recursos imprescindibles? Hay que cuidar tambien ese marujindismo tan estimulante y preciso, aunque con limites de vez en cuando para que no la liemos y confundamos las pruebas y exigencias del aprendizaje con el resultado definitivo del proceso humano. Para ser inmunes y mas resistentes tambien necesitamos la presencia de las bacterias y los virus que nos permiten desarrollar defensas a tantos niveles...Pues lo mismo con estos dos prendas y similares.
En fin, algo discreto y sin entrar al trapo por las malas, pero al mismo tiempo tan elocuente y diafano que no deje lugar a dudas de que si no cambian de metodos puercos y cinicos, a esos mequetrefes no los va a invitar nadie que valga la pena, a algo que no sea La Cope y su Gato al Agua. De lo contrario y como en goteo, ira' desapareciendo silenciosamente la audiencia de esos programas que se venden como tribunas libres pero que en realidad son trampas saduceas para que la cleptocracia siga viviendo de los medios mientras los cocina y se los zampa, dando gato por liebre a las audiencias, al mismo tiempo que les impide conocer la verdad, escondida y camuflada de falsa libertad de prensa, a base de un pensamiento confuso y cada vez mas manipulable, precisamente por lo turbio a machamartillo, que no es lo mismo que libre, autonomo, inteligente, honesto y diverso.

Y como no me gusta quedarme solamente en la critica suelo dejar caer alguna idea aprovechable para compensar realidades mas chungas y mas cutres. Aqui' dejo esto a ver si cuela: es posible que como youtubers un Duo Marujinda les fuese genial a esas dos almas de cantaro, tan buenazas y generosas en solidaridad con lo que de verdad vale la pena. Tendrian seguidores a puntapala, seguro, con ese dominio experimental de los medios, con ese charme... Un espacio propio, nada menos que un canal!, como lo tuvo Esperanza Aguirre, y fijate, que' puntazo y lo bien que le ha ido, que han ensartado como pollos al ast de los juzgados a todos sus favorecidos, uno detras de otro, como en Los Diez Negritos de Agatha Christie, y ella ahi' sigue, intacta e igualita que Diego  "el Cigala", a base de lagrimas negras. Un hit parade de tomo y lomo. Y divina de la muerte. Tal que la santisima virgen, nuestra senyora del bendito aguante. Todo un ejemplo. Casi na'. The Marujinda's Boys , con ese peasso ejemplo, lo tienen a portata di mano, como dicen en Italia.

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