La reina y experiodista ha sustituido la tradicional campechanía de los Borbones por un estilo arrogante más propio de María Antonieta
Luis Grañena
21 de
Abril de
2017
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Un día de junio del año 2016, la reina Letizia se rió y fue noticia. Es de suponer que esta mañana de abril su gesto no será el mismo.
El 15 de octubre de 2014, a las 17:08h, Letizia metió una
pata que no podría ser calificada de pata real. Más bien, citándola a
ella, se puso de merde hasta las soberanas rodillas. Acababa de
conocerse la lista de implicados en el fraude de las tarjetas black, y
doña Letizia tuvo a bien mandarle un whatsapp a su amigo Javier López
Madrid, consejero delegado de OHL, yerno del todopoderoso Villar-Mir,
'compi yogui' real. Decía el mensaje, publicado por eldiario.es, entre otras cosas: “Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde”.
Los enunciados son como cepos loberos, y cuando tratas con
delincuentes, lo mejor es callar, algo que parecen no haber entendido
algunos gobernantes. Los enunciados atrapan la pantorrilla de aquellos
que los sueltan y, en época de ultracomunicación, los súbditos, tarde o
temprano, acaban conociéndolos, enterándose de quién es quién. Entonces,
los muy vasallos, pretenden que les den explicaciones. Recuerda este
caso al de Zapatero
cuando aseguró que él conocía las razones por las que Rodrigo Rato
salió del FMI. Ahora nosotros también. Tratar con delincuentes no es
delito. Asegurar que “conoces” sus fechorías y callarlas es, cuando
menos, feo. Y si, como en el caso de la reina Letizia, las apoyas, la
cosa se complica un poco más.
Por eso mismo, aquellos “Sabemos quién eres” y “Nos
conocemos” que el dedo de la soberana tecleó a su amigo se convierte en
letra que involucra; además, con la primera persona del plural, dada la
intervención directa en el mensaje del rey Felipe IV.
Captura de los whatsapp de los reyes con López Madrid. Eldiario.es
Poco antes de la medianoche de este miércoles 20 de abril, la Guardia Civil arrestó
al amigo de la reina Letizia por presunta financiación irregular del
PP, dentro de una gran operación que incluye la detención del
expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y otro puñado
de presuntos. La pregunta cae por sí sola: cuando la reina Letizia
escribe al ya denunciado López Madrid “Sabemos quién eres”, ¿se refiere a
las actividades delictivas del 'compi yogui'? En fin, es evidente que
alude al uso fraudulento de las tarjetas de Bankia, pero cabe
preguntarse: ¿también a las actividades que acabamos de conocer y que
han dado con sus huesos en el calabozo? ¿Y a su relación con la Púnica?
¿Y a sus contactos con Francisco Granados, en cuya agenda aparece con
una mancha de cerca de 2 millones de euros? ¿Y a sus contactos con el
siniestro comisario Villarejo?
Soberana antipatía
Todavía se acuerdan en la Real Academia Española de la intervención de la reina Letizia en la presentación oficial de la Edición del Tricentenario de su Diccionario de la Lengua,
en octubre de 2014. Sentada en la mesa presidencial, frente a la plana
mayor de la institución y tras dar muestras de aburrimiento, Letizia
miró al rey Felipe VI y le espetó “cinco minutos y medio…”, en
referencia a la duración del discurso de uno de los académicos.
Corrieron entonces por los pasillos de la Academia los chascarrillos
sobre lo “moderna” que era la reina para el boato de la Academia, aunque
no a todos los presentes les hizo la misma gracia.
Menos de un año después, fueron los mexicanos quienes
conocieron el peculiar carácter de Letizia. El presidente Enrique Peña
Nieto y su esposa, Angélica Rivera, invitaron a los reyes españoles a
una visita guiada por el Museo de Guadalupe de Zacatecas. Durante la
visita a la biblioteca conventual del centro, el comportamiento de la
reina llegó a molestar al presidente mexicano y sus acompañantes, que
incluso tuvieron que llamarle la atención. En el siguiente vídeo del
Gobierno de la República de México, se puede ver, a partir del minuto 8,
cómo ella se desentiende de sus anfitriones durante un tiempo que les
resulta embarazoso:
El vídeo fue comentado en muchos medios de comunicación españoles y mexicanos. También en El Mundo,
periódico que mantiene una relación llamémosle tensa con la soberana. Y
en este punto hay que regresar tanto a la “merde” como al whatsapp que
la reina envió a su compi yogui hoy entre rejas. Entonces escribió a
López Madrid: “Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas
en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier”. Entonces, el
director adjunto de El Mundo le respondió con una carta abierta titulada
“Soy el jefe de "la mierda de LOC" y espero, Majestad, que siga leyéndonos”.
Quizás tengan razón quienes comentaron tras la presentación de Letizia
en sociedad que se trataba de una periodista republicana.
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Yo tambien estoy convencida, como Cristina Fallaras, de que en el fondo esta reina Letizia es republicana de pura cepa. Ya no cabe duda, -tras el episodio en dos fases de Lopez Madrid-, de que la mejor manera de cargarse una monarquia no es proclamar una republica, algo que hasta la fecha no nos ha favorecido demasiado historicamente, sino dejar la monarquia per se hecha unos zorros y a la altura irrecuperable del betun, cosa que la mayoria de espanyoles ya sabe de sobra , pero que va tragando a base de compiyoguismo y de hacerse los locos por pura dejadez.
Ahora la realidad repite la jugada y nos devuelve enterito y sin descorchar el episodio del compiygui y la real 'merde'. Un pack consistente y de ida vuelta. Como los boomerangs. Aunque conviene reconocer honestamente que no todo el desdoro de la realeza, -mas de reales-moneda, que de realidad comme il fau-t-, sea merito de Letizia Ortiz no es justo ni exacto. Antes de su incursion en compiyoguilandia, Juan Carlos, su yerno y su hija pequenya ya fueron abriendo brecha mano a mano. Y que' brechon verbenero, madremia!.
Ante esa apoteosis del real morro, las manos largas y el desmadre dinastico en comandita, lo de Letizia se queda en muy poca cosa, la verdad sea dicha, algo como de amateur, como hecho mal aposta, vamos, forzado. Lo mismo que ir a su bola en la RAE como en las ceremonias protocolarias de Mejico, todo ello peccata minuta en comparacion con todo lo demas chunguisimo que se ha encontrado asi' por las buenas. Eso si, el pelaje republicano canta lo suyo. Y su alma partisana no se reprime y en cuanto puede, pues eso, atiza, boicotea el cotarro, metiendo la pata plebeya hasta el corbejon, seguramente para despistar a favor y en contra. Quizas hasta para divertirse un poco en medio de la tiesura ambiente que la rodea, eso si', sin que la forzase ningun compromiso de estado a casarse con un rey, como pasaba antes. Es decir que si ahora esta' atrapada en un solemne marron es solo porque ella lo quiso asi', aunque seguramente desconociendo el cacao que le esperaba tras los cortinajes del teatro.
Ya en esa tesitura, se bandea entre la bipolaridad de opciones: por un lado, defiende a muerte la compiyoguicracia elitista de la no-realeza y por otra, ningunea el rancio papel de reina que le ha tocado en la tombola del destino. De oca a oca y tira cuando le toca.
Ya en esa tesitura, se bandea entre la bipolaridad de opciones: por un lado, defiende a muerte la compiyoguicracia elitista de la no-realeza y por otra, ningunea el rancio papel de reina que le ha tocado en la tombola del destino. De oca a oca y tira cuando le toca.
No termino de coincidir con Cristina Fallaras, que la considera un poco Maria Antonieta. Yo no se', pero a Letizia la veo mas tonta aun y con agravantes, si comparamos los tiempos y el origen de ambos prototipos reineros. A Maria Antonieta no se le dio' la posibilidad de elegir con quien y como casarse. Estaba desde su nacimiento condenada de antemano a terminar como acabo', casandose con un desconocido coronado y ajeno a su vida, a su cultura y a su lengua, y perdiendo la cabeza con el tiempo, ya fuese por la guillotina, ya previamente por la estupidez de su existencia sin ton ni son, condicionada por sus propios genes con pedigri' preseleccionado y sin escapatoria, a ver a donde iba una mujer en el siglo XVIII si se salia de tiesto y empezaba a pensar y a decidir por su cuenta...lo mismo si era princesa como si era vendedora de lechugas, ser igualmente desgraciada y machacada como ser humano, con o sin dinero, poco se diferencia, aunque a primera vista sea muy distinto en los cuantos y en los comos. Al fin y al cabo las dos eran marionetas de un sistema atroz.
Letizia en cambio nacio' libre, estudio lo que quiso, viajo' por el mundo a su aire, trabajo' en el medio que eligio', nadie la obligo' a nada que ella no quisiera hacer, y con todo ese campo abierto a su disposicion, decidio' por su cuenta retroceder en la historia y emparejarse con un futuro rey, sabiendo que si daba ese paso, como lo dio Maria Antonieta pero sin otras alternativas de vida, nunca mas estaria libre de ataduras gordisimas y desconocidas para ella hasta entonces. Y no contenta con el bodorrio, se acoplo' al compiyoguismo del sea quien sea el amiguete vale si tambien comparte las zonas menos vistosas del pedigri' y se le coge carinyo como a las mascotas de la familia. O al chofer o al ayuda de camara de confianza.
Letizia la pobre, es que esta' desorientada con esos quiebros de la realeza. Se busca y no se encuentra. Lo peor es que el marido y el ambiente que la rodea ya estan encontradisimos y superadaptados desde siempre y de maravilla a lo que hay. Estan en su terreno y ella siempre sera' la advenediza. La variable incomoda y desajustada en cuanto hace el menor gesto normal y sin computar por el protocolo. Los de la realeza todo lo tienen claro desde que nacen, como Maria Antionieta y Luis XVI. Las y los advenedizos, en cambio, no. Se pasan la vida dando tumbos entre cuadro y estatua, entre tapiz y silla isabelina preguntando si lo estaran haciendo bien y preocupadisimos si ven caras raras en el ambiente real mirandoles fijamente con los ojos demasiado abiertos o con la expresion crispada y el cenyo fruncido. Entre los preceptores de sus hijos y los confesores y asesores de corte no acaban de cuajar. Mirados con lupa y puestos en evidencia al menor resbalon de la liturgia monarquica. Una penitencia mas que el cuento del principe azul con el que una pobre plebeya las pasa moradas, roja de verguenza por lo que ve y no admite, amarilla en plan mustio porque siempre es lo mismo y acaba republicana perdida y comprendiendo la abdicacion de Eduardo VIII de Inglaterra que acabo' de Duque de Windsor por amor y mando' el trono a freir esparragos y ademas para casarse con una Simpson, que ya es el colmo del sentido del humor ingles.
Letizia la pobre, es que esta' desorientada con esos quiebros de la realeza. Se busca y no se encuentra. Lo peor es que el marido y el ambiente que la rodea ya estan encontradisimos y superadaptados desde siempre y de maravilla a lo que hay. Estan en su terreno y ella siempre sera' la advenediza. La variable incomoda y desajustada en cuanto hace el menor gesto normal y sin computar por el protocolo. Los de la realeza todo lo tienen claro desde que nacen, como Maria Antionieta y Luis XVI. Las y los advenedizos, en cambio, no. Se pasan la vida dando tumbos entre cuadro y estatua, entre tapiz y silla isabelina preguntando si lo estaran haciendo bien y preocupadisimos si ven caras raras en el ambiente real mirandoles fijamente con los ojos demasiado abiertos o con la expresion crispada y el cenyo fruncido. Entre los preceptores de sus hijos y los confesores y asesores de corte no acaban de cuajar. Mirados con lupa y puestos en evidencia al menor resbalon de la liturgia monarquica. Una penitencia mas que el cuento del principe azul con el que una pobre plebeya las pasa moradas, roja de verguenza por lo que ve y no admite, amarilla en plan mustio porque siempre es lo mismo y acaba republicana perdida y comprendiendo la abdicacion de Eduardo VIII de Inglaterra que acabo' de Duque de Windsor por amor y mando' el trono a freir esparragos y ademas para casarse con una Simpson, que ya es el colmo del sentido del humor ingles.
Se entiende que Letizia de vez en cuando se raye con solo echar un vistazo entre su ayer y su hoy. Que coloque a un compiyogui por encima de sus posibilidades, ya que ella esta' lo mismo, por encima de sus posibilidades tambien, pero con la dificultad anyadida de tener que rebajar el liston de su libertad y de su conciencia si la hubiere, de la frescura de lo espontaneo, del gozo de pensar y actuar como una elige hacerlo en cada ocasion, sin que la condicionen los genes rarisimos de otros que ahora, para mas enredo, en sus hijas se han mezclado con los suyos. Genes que llevan cola, como el aislamiento social, el paripe' connatural, el fingimiento a tutiplen, y todo eso como profesion, encima...En fin, de psiquiatra, si la persona es normal. Si no es normal se adapta en un tris, porque no hay nada que adaptar, claro. Lo de esa pobre mujer es un drama, desde luego, pero un drama elegido por su protagonista, que ya es el colmo.
Mientras ella disfruta tan ricamente de esos rifirrafes y compiyogadas, millones de espanyoles que nunca han tenido la oportunidad de elegirla como reina, ni a ella ni a su marido, ni a sus suegros ni a sus hijas como princesas, no solo sufren dramas, sino verdaderas tragedias, gracias, entre otras cosas y especialmente, al paston que deben apoquinar para pagarle sus gastos y sueldos millonarios, mientras a los paganinis no les llega ni para pipas.
Por eso estoy segura de que en el fondo Letizia es una republicana en la clandestinidad, una heorina boicoteadora sottovoce, que a lo mejor no sabe que lo es, -o si'?- dispuesta a cargarse la monarquia desde dentro, de un modo cada vez menos sutil, para recuperar su vida y tener una familia normal y no conservada en alcanfor como lleva visos de perpetuarse. Y que odia profundamente ese teatro infame y cursi que se ve obligada a representar cada dia, por eso tuvo anorexia al poco tiempo de casarse y se quedo' en la espina, cuando deberia haber sido felicisima, y por eso se ha operado hasta el DNI, para no pasar la verguenza de reconocer en el espejo a aquella chica de hace anyos, periodista, estudiosa, viajera, libre, interesada por todos los problemas del mundo, de verdad y no de plastico, como ahora. Y encima, para ella, una Virgo superexigente consigo misma, verse pillada en tal enredo del que es imposible salir sin romper cosas gordisimas, es vivir en una carcel, en un purgatorio sin espereranza de salir nunca mas.
Y cuando encima piense que algo asi' lo ha elegido ella voluntariamente renunciando a su vida real por una alucinacion transitoria que le duro' lo que una piruleta en la puerta de un parvulario, es logico que haga tonterias como las del compiyogui, la merde, lo de la RAE y lo de Mejico, y las que habra' hecho que no sabemos y las que hara' cada vez mas si una buena republica no acude en su ayuda para solventar la situacion antes de que esto se le vaya de las manos como al pp se le va yendo el caiman para Barranquilla o para Panama', que esta tan a mano...Y ella se lo barrunta, se lo huele, que las Virgo somos muy nuestras y a veces la liamos antes de tiempo. Sobre todo ahora que le ha visto al compiyogui las entretelas de largo alcance y no da credito a que, ademas del suegro, la cunyada y el cunyao, el compi tambien le haya salido rana como si se tratase de la Aguirre y su entorno. Y su suegro, bueno los dos suegros, off course, el propio y el del compiyogui de marras, y su ppartido y sus negocios que tan afanado le tenian por esos mundos paradisiacos, quien iba a pensar algo asi', con tanto yoga, verdad? Tiene que estar hecha unos zorros. Pobre Letizia. Menudo trauma existencial. Y que' pocas leticias le da esta vida tan miserable. Cachislamar sala'...
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