miércoles, 4 de junio de 2014

¿En qué País vivimos y qué País leemos que ya no lo reconoce nadie entre los que le vimos nacer?

¿Se podría hacer un referéndum sin reformar antes la Constitución?

Cambiar la forma política del Estado requeriría un complejo proceso parlamentario(El País)

.......................................................................................

Es el colmo. ¿Cómo es posible que si se puede reformar la Constitución en un ratito y darle la vuelta por el morro al artículo 135, porque lo exigían los intereses de Merkel, del BCE y del FMI, ahora, y para quitar al Estado español derechos y libertad legisladora soberana, cuando los intereses son de todos los ciudadanos, que democráticamente desean una revisión del modelo de Estado, tanto por el caso catalán como por la continuidad o revocación de la monarquía y eso requiera una reforma de la Constitución, por el interés de esos ciudadanos por los que la propia Constitución existe y tiene sentido, "requeriría un complejo proceso parlamentario"? ¿Qué pólitica es ésta, la del cacique de aldea o la de unos representantes a la altura de la ciudadanía, que al parecer ha evolucionado mucho más que ellos? Esta actitud mediocre e impresentable de los poderes Ejecutivo y  Legislativo y de los medios que le besan la alfombra, sólo consigue confirmarnos que esa reforma es urgentísima. No nos representan y nos desinforman. Y basta de insultar la inteligencia de todos y de todas.
Cuando el gobierno de un Estado se corrompe y contagia la corrupción desde la cúpula hasta la base, pone el valor del dinero, sus intereses particulares y los de de las tramas de poder por encima del BIEN COMÚN, esa forma de Estado se ha podrido, se ha inutilizado para gobernar, ha dejado de representar a sus ciudadanos. Y sólo queda aplicarles la Ley Ética de la desobediencia civil noviolenta. Negarse a seguir el juego. Hacer que se cumpla la ley de la justicia real, que es el respeto a la soberanía y voluntad democrática de los pueblos. Tomar las calles en paz. Y parar el País entero hasta que ese gobierno desaparezca por falta de autoridad moral. Es así como Gandhi y millones de hindúes consiguieron que Inglaterra abandonase la India para siempre. Y como Mandela consiguió que los sudafricanos recuperasen la dignidad con la desaparición del apartheid, es así como nuestros vecinos portugueses consiguieron, con la revolución de los claveles, derrotar para siempre y sin violencia al dictador Salazar.

Un gobierno y una monarquía en un país democrático, que demuestran no comprender que ya no tienen sentido ni responden a las necesidads del Estado, que han confundido con sus partidos, su dinastía  y sus intereses económicos, solo pueden arreglar el problema que han causado, dejando paso a la voluntad de la ciudadanía. Disolviéndose y dejando paso al nuevo tiempo y al nuevo espíritu, que no comprenden ni comparten y que por ello no pueden gestionar, obviamente.

                  ¡REFERENDUM YA!                          
  

No hay comentarios: