jueves, 19 de junio de 2014

¿Puedes encontrar las diferencias entre las dos fotos?


Esta es la gran diferencia entre eurodiputados como Teresa Rodríguez y Lola Sánchez Caldentey y la casta que nos lleva gobernando las últimas décadas.
Nosotros participamos en los procesos de participación popular para dar voz a la ciudadanía como en el ‪#‎ReferendumRealYa‬ mientras que ellos se mantienen callados y cierran filas con la monarquía antes que dar la palabra a la mayoría: ¿tanto miedo les da que podamos decidir?.

 
Aquí la belleza naturalmente solidaria de dos preciosidades eurodiputadas, Teresa y Lola, benditas sean, votando en el referendum alternativo, en su rol diario de normalidad.


 
Y aquí el Gabinete del Doctor Caligari en pleno.

¿Cómo se puede reflejar tanta fealdad, poddió, tanto vacío, tanta tiesura, tan poco feeling humano? Si parecen una creación virtual de videoconsola. Si no los hubiésemos sufrido en carne mortal creeríamos que esto podría ser un fotograma de Matrix 4. Hasta Zapatero que siempre tenía una expresión empática y de buena gente, ha hecho una metamorfosis terrible. Estos ex-presidentes son kafkianos. Mutantes. Qué miedo da ese poder tan negro que destiñe y los deja ahumados como salmones noruegos. Y pensar que entre los tres nos han manejado durante la friolera de casi 30 añazos a su antojo. Qué horror. Así nos han dejado, vampirizados, exhaustos, hechos puré. Por los suelos. Y ahora en el Consejo de Estado. Así va el Estado con estos consejeros asalmonados por fenotipo y con tendencia merlucesca en el genotipo. Y aun nos falta que Rajoy complete el cuarteto de madrigalistas con la apoteosis final de ciclo. Es evidente que la lacastitis y la lacastosis, según curse en proceso agudo que mal curado se convierte en crónico degenerativo, es una enfermedad traidora. Ni Ray Bradbury podría inventar  el cuadro clínico tan completo de estos elementos corruptifantes según se mire, en modalidad activogiratoria o estáticopermisiva, a tenor del talante participativo o simplemente observador babia-idiopático. Jopé con la erótica del poder, cómo perjudica! Es que se te quedan en nada, se los zampa, los consume con gula masterchef. La diagnosis es implacable: los cuatro salmonetes del apochacrisis en un reducido de su salsa con un golpe ligero de besugo marinado en el Bribón del Borbón. Y sus santas madres, que debieron quedarse en la gloria cuando los trajeron al mundo. Ellas seguramente eran normales, pero qué peña les ha resultado. Gensanta! como diría Forges.

P.D.
Abducida por el impacto del shock visual del primer momento, no había reparado en la segunda fila del retrato, que tampoco tiene desperdicio. Las máscaras tétricas de Fabra jr y de Cospedal, que añade esa mano  verde reptil de "V" a punto de quitarse la careta, o verde-momia, suspensa en el aire como un soplo helador del aliento de Tutankamon o del mismísimo Franco que, para redondear, se queda en fifty/fifty; puritita antología del espeluzne en replay. Gore total. Gensanta bis!



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